07 enero 2016

Eres un mamífero.


En la sangre siempre es de noche
Cristina Rivera Garza

Eso es todo lo que sé del cuerpo.
Un concierto.
Una pared hecha de grasa.
Un cordón por donde fluye el azúcar
en exceso
fluye hasta otro cuerpo del que sé
tanto como de esa flor
que se apaga en la terraza
porque es invierno.
Los pechos tiemblan
bolitas de fuego duelen
bolitas de leche vibran
en el diente amarillo del padre.
Eso es todo lo que puedo tocar.
Una voltereta.
Un hipo.
Una contracción.
Una estría en el costado
buganvilla que concede
su voz al frío.

10 comentarios:

Isabel dijo...

Me encanta tu foto. Que este año colme tus deseos de vida y felicidad.

Nina Volkova dijo...


Después del letargo sobreviene la carne.
¡Bonito sitio! Me quedo.

lucía dijo...

Cuando te leo es como si las palabras fueran comestibles. Y eso mola

Anacanta dijo...

El cuerpo trabaja en silencio
pero no es mudo.
Las palabras parecen ociosas
revolotean sobre nosotros
y aun las que pronunciamos
parecen venir de fuera.

Anónimo dijo...

¿Es necesario que nos enseñes las tetas cuando vuelves del trabajo?

Luna Miguel dijo...

pa k quieres saber eso jaja saludos

Víctor Hugo Tzompantzi Cruz dijo...

Te leo desde hace años y ahora tengo mi propio blog. Enhorabuena por la poesía y el dulce peso que llevas dentro de ti. Hola y hasta luego, desde el otro lado del Atlántico.
http://libelulaincendiaria.blogspot.mx

Pablo Copola dijo...

Hermoso poema Luna. Felicidades por tu estado y por todo lo que vendrá. Que lo disfrutes

Tralará dijo...

Te vi el lunes, cenando en un restauante japonés de escudellers, tú con el tuyo, yo con el mío. No solo te vi, me fijé. Ahora acabo de descubrir por qué.

Luna Miguel dijo...

!!!
:D

Cuando salimos muy tarde de la oficina cenamos allí :)

¡Un saludo!