ahora soy yo la que la que dibuja alas con los dedos
lo sé porque mientras tú me haces una
foto
con la cámara azul oscuro fuji instax
mini 8
mi silueta de 64,3 kilogramos y 169
centímetros
pone los dedos en uve de manera
involuntaria
en otras 20 o 30 fotografías de turistas
que como tú y yo
han madrugado esta mañana para admirar la
pintura roja
que cubre la madera en el templo de
Asakusa
sé que estoy aquí porque lo dice este
rectángulo
analógico y sé que estoy aquí porque lo
dice
una carta que recito a mi yo del
futuro
donde le digo “habla de todo esto cuando
llegues a casa
habla de tu silueta repetida y anónima
habla y di que comiste dulces de hello kitty
después de impregnar tu rostro con incienso
y pedir un deseo que escribirás únicamente
cuando ya
se haya cumplido”
Asakusa, Tokio
27 de julio de 2015