Cristina Rivera Garza
Eso es todo lo que sé del cuerpo.
Un concierto.
Una pared hecha de grasa.
Un cordón por donde fluye el azúcar
en exceso
fluye hasta otro cuerpo del que sé
tanto como de esa flor
que se apaga en la terraza
porque es invierno.
Los pechos tiemblan
bolitas de fuego duelen
bolitas de leche vibran
en el diente amarillo del padre.
Eso es todo lo que puedo tocar.
Una voltereta.
Un hipo.
Una contracción.
Una estría en el costado
buganvilla que concede
su voz al frío.
9 comentarios:
Me encanta tu foto. Que este año colme tus deseos de vida y felicidad.
Después del letargo sobreviene la carne.
¡Bonito sitio! Me quedo.
Cuando te leo es como si las palabras fueran comestibles. Y eso mola
El cuerpo trabaja en silencio
pero no es mudo.
Las palabras parecen ociosas
revolotean sobre nosotros
y aun las que pronunciamos
parecen venir de fuera.
¿Es necesario que nos enseñes las tetas cuando vuelves del trabajo?
pa k quieres saber eso jaja saludos
Hermoso poema Luna. Felicidades por tu estado y por todo lo que vendrá. Que lo disfrutes
Te vi el lunes, cenando en un restauante japonés de escudellers, tú con el tuyo, yo con el mío. No solo te vi, me fijé. Ahora acabo de descubrir por qué.
!!!
:D
Cuando salimos muy tarde de la oficina cenamos allí :)
¡Un saludo!
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