I
El sonido del
mar es una idea, a veces buena, a veces envenenada, pero una idea. Rezo a las
olas arrítmicas, a las sirenas mentirosas de colas alargadas. Huelen a pescado. Huelen a caña y a
arena. Son ideas que los hombres inventan. Son todo lo que temo del mar.
II
Pero tú no serás
sirena. Tú serás absolutamente femenina. Lo sabes porque has colocado un espejo
a la altura de tus genitales. No te maquillarás. No peinarás tu cabello. Mirarás
con admiración eso que apesta. Eso que tan pocas veces comprendes.
Y entonces lo
dices: “a veces no entiendo por qué el gato está vivo y tú no.
El gato me
araña.
El gato me
da disgustos.
Yo quería
salvarlo y sólo me daña.
Tú no.
Me duelen
las cicatrices.
Tú dónde.”
III
Escribes. Páginas
demasiado grandes para ideas que a menudo deseo esconder. Páginas para un canto
que nace en mí. ¿Por qué nace el vello y no la leche? ¿Por qué sangro
continuamente mas no soy capaz de alimentar? Háblame.
IV
Regreso al
hogar de Papá. Qué pesadillas tendré. Cómo puedo quereros tanto.
V
Hemos ido a
Cartago. Playa de la Gaviera. La leyenda dice que las sirenas mienten, pero eso
también es mentira. ¿A quién creer? ¿Al hombre sucio o al mito pescado?
Letizia, tú
que tienes la piel de colores y palpitas como quien bebe mate antes de ir a
dormir. Letizia, fotografíame en una cala derrotada. Letizia, qué puedo hacer. Tu
tinta está tan dentro todavía sangro.
VI
Me encontró
en el arrecife y por donde yo andaba errante y me tomó de la mano.
No te
sorprendas, dijo, soy yo y no soy yo.
Sirena
mentirosa.
VII
Reconozco que
tuve miedo. Esperaba tus pulmones vacíos. De qué color serán. Por qué no puedo
dejar de pensar en ellos. Miro dentro de mí y sólo veo tu rostro pálido. Por
eso me refugio en fotografías felices. Sigo sin poder creerlo.
Sirena
mentirosa, ¿dónde te escondes?
VIII
Dice la
leyenda que eran peces. Brillos imposibles, pero no sirenas.
Yo las he
visto. Quien no cree en las sirenas no cree en el amor.
Yo os juro que
amo.
Yo amo. Lo
juro.
XI
Letizia, Mai,
Gabby.
Alzad la voz.
Dejad que
tenga amigas.
Me refugio en
la palabra pérdida, también en la palabra ausencia. Mi ánimo huele a retrete de
hospital. A cajón vacío en el escritorio de un hotel. A nevera carnívora. Al jabón
con el que bañaba a mi mamá.
X
Me retan. Los
muy idiotas me cuestionan. Los muy crueles me preguntan por qué ya sólo escribo
sobre ti.
¿Y por qué no,
mamá? Si fuiste mi primera palabra. ¿Por qué dejar de pronunciarla?
XI
Asomaos.
Catalina, Xío,
Lucy.
Venid.
Nerea, Elara,
Josune.
Comprendo que
no queráis estar conmigo. Comprendo que no os gusten los niños que cantan en
los aviones.
Antes del
despegue escribo.
“¿Follaremos?
¿Se enfadará conmigo? ¿Vosotras también sentís temor cuando el hombre os mira
decepcionado?”
XII
Pienso en mi
bebé. La gaviota ha puesto un nido. La gaviota se burla de mi.
XIII
Crueldad del gato
cerrada. Crueldad del gato ahora rapada como un dolor pornográfico.
Sufre, porque
sufro. Vísceras y tumores. Amor y decepción.
XIV
Anna Belén,
Sheila, Lola.
¿¿¿¡¡¡Sabíais
que mi abuela ahora también es una sirena!!!???
XV
Elara,
hoy cumples
diecinueve años, perdóname por no haberte regalado nada.
Pero qué podría
regalarte, dime.
Qué podría
darte si estoy triste.
Si está
lloviendo.
Si tengo
miedo.
Si todo se muere
a mi alrededor.
14 comentarios:
Desgarra. Duele.
Te mando mucha fuerza y ánimo.
Un abrazo.
Altera la respiración sí, sincero, bello.
Hermoso, Luna.
Al menos fue lo que escribiste, lo que pensaste.
No lo que sentiste. O sí.
Abrazos, siempre
Es hermoso, aunque triste. Recupérate pronto, como puedas, y con quien quieras. Date tiempo. Llegará el momento en que estés bien. Te abrazo
Me encandila la honestidad con que escribes, siempre lo digo... Creo que cuando uno se sienta delante de un texto sabe intuitivamente si lo que tiene delante es un fraude, o sí por el contrario se trata de algo que nace en la sangre, algo realmente Puro. Eso es lo que cuenta, y cuando clavo los ojos en tus poemas puedo sentir la alegría, la calamidad, el dolor o el gozo arrojados sin ningún artificio, sin maquillaje. Me parece que aquello más alto a lo que puede aspirar una persona que se dedique a crear es justamente a que no se aprecie ninguna diferencia entre la escritora, la poeta, la creadora... y la mujer que siente y adolece. No tengo el gusto Luna, pero eso es lo que parece à première vue... Esa manera nada lateral de abordar la cosa, de hablar a las claras y sin rodeos, sin preámbulos, sin abracadabras lingüísticos... ¡verduras recién arrancadas de la tierra, fresquísimas, con arena todavía pegada a la raíz! eso me parecen tus palabras.
Saludos Luna, es un placer poder leerte.
A veces lloro cuando te leo. No es bonito sentirse como tú te sientes, pero al menos le sacas el provecho de transmitir muy fuerte.
Agustí Rocamora. Por cosas como estas te sigo, y... por qué no decirlo, te aprecio.
muy hermoso, muy triste. Abrazos fuertes.
Ya has exorcizado, ya pasó mayo, ahora la diosa Juno (antes Hera)da nombre al mes que comenzamos y es diosa dura, así que muchas fuerzas y adelante que tus palabras sigan fluyendo y tu ánimo atemperándose.
Un abrazo, niña.
Sin respiración. Muy bello.
Doloroso y emocionantísimo, Luna. Emapapada de lágrimas. Un beso.
Llena de vida, llenas de vida, llenáis de vida. y las olas rebosan.
Me hiciste volver a escribir. De golpe y porrazo, tenía palabras otra vez en mis manos.
Contigo.
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