04 junio 2013

Escribir para curar (1 de 3): Natalia Litvinova.

Jiro Taniguchi
Hoy comienza otro ciclo, esta vez titulado Escribir para curar en homenaje a esos fantásticos versos de Chantal Maillard (escribir/ con derecho al llanto/ escribir para curar/ escribir para guarecerse/ escribir como si cerrase los ojos/ para no cerrarlos). Los poetas, o mejor, las poetas que colaborarán en este ciclo también son tres: Natalia Litvinova, Daniela Camacho y Laura Rosal. Deslumbrantes y precisas, con una poesía contenida al tiempo que brutal. Eligen las palabras exactas porque eligen las palabras del cuerpo. La enfermedad puebla sus imaginarios. También la noche. El desierto. La salvación. Suya es mi salud y las leo como quien lee la carta de una amante o de una hermana lejana. Un Yo impúdico pero misterioso se nos descubre bajo sus versos... La primera de todas ellas en hacerme llegar un poema curativo fue Natalia. Posiblemente ya la conozcáis porque cada vez es más leída gracias a su blog o gracias a las ediciones de su poesía que se han publicado recientemente en España. El siguiente poema pertenece a su último libro, Todo ajeno (Vaso Roto, 2013) el cual no tardará en ser mío, pues en un rato iré a comprarlo a la Feria del Libro. Qué ganas tengo. Con ella os dejo. Así que leed. Sanad. Leed:

EL MILAGRO DE LA COMUNIDAD

Lavo el piso en cuclillas. Paso el trapo mojado.
Trazo mi camino humilde.
Afuere sucede el milagro de la comunidad:
un coro de niños canta, los hombres cortan trigo,
las mujeres se bañan en el río.
Me arqueo contra el espejo, la soledad excita.
Pronto se derrumbará esta casa y la alta hierba
cubrirá las ruinas.
Mi hombre huyó ante el peligro.
En la poesía encuentro la oración para soportar
cada corte abrupto.

(Natalia Litvinova)

8 comentarios:

Mendruga dijo...

Pues si que es fantástico ese verso de Chantal Maillard. Me lo quedo.

Dara dijo...

Bella Natalia y bella la cura que nos ofrece.

Hombre de arena dijo...

Disfrute mucho con la lectura de "Quartier lointain", pero me quedo con la maestria del mangaka Tezuka (sobre todo con su refinamiento a lo Mishima en MW).
Laura, la mejor de su generacion...

Anónimo dijo...

HMMM tu próximo poMeario Luna.... qué ganas de ver los dedos huesudos y podridos del espíritu slávico entre ¿tus? líneas.

Sólo puedo pensar en una orgía de visceras podridas y gusanos reptando sobre esos ojos una vez estrábicos, que miran -ahora sí- sin ver...

Anónimo dijo...

¿Vas a terminar la carrera a tiempo, o la alargas unos meses?

Sergio dijo...

*

Anónimo dijo...

Muy buenos estos versos, pero siempre oscuros y trites. Te dejan con la sensación del verdadero vértigo, aquel que no es el miedo a las alturas, sino el miedo al deseo de tirarse desde las alturas. La atracción de la autodestruccón, la pulsión de la muerte.

Mis cinco libros de poesía:
Luis Cernuda LA REALIDAD Y EL DESEO/ Neruda RESIDENCIA EN LA TIERRA/ J R Jiménez, con el poema ESPACIO/ Jaime Gil de Biedma: LAS PERSONAS DEL VERBO/ Juan E. Cirlot, con todas sus BRONWYN

bRICIA

Bricia.

Alba Steiner dijo...

Maravillosa Litvinova. Me cautivó con Esteparia, tengo tantas ganas de hacerme con Todo ajeno.