10 noviembre 2012

"Quiero que mi nacionalidad sea la vida".



Estoy naciendo. La ciudad, ecoastronómicamente política, está orgullosa. Yo estoy orgullosa. Estoy naciendo –hoy, 37 de junio de 1399– estoy naciendo. Del pecho del mundo brota una golondrina de colores. Dios le toma el pulso a mi madre. Dios se ha enamorado de mi madre. Dios besa a mi madre. Dios toca el seno blanquísimo de mi madre. Recuerdo mi vida. Naceré sobre una pradera de balas. Creceré con un traje de marinera, pero nunca conoceré el mar, y cuando lo conozca lo negaré, diré que esa gaviota de arena espuma y agua no es el mar, que el mar es un astro de órbita líquida que al mirarlo te devora el alma. Nací triste. Nací feliz. Nací cemento. Ya no quiero decir nada. Nací humillada. Crecí humillada. Morí humillada en un campo de martillos. Tengo las células de estambre y el abecedario se me desliza como una serpiente de tinta por las piernas. Naceré, creceré, aprenderé a volar y me arrancaré el pico de tanto golpearlo contra las rocas.
David Meza
(de El sueño de Visnu)

4 comentarios:

Matilde dijo...

parece que todos estamos renaciendo en esta esfera universal...

Anónimo dijo...

¿Es tu madre, en la foto?

Luna Miguel dijo...

mamá vampiresa

Ula dijo...

Y así debe ser: Matilde, renacer es epifanía. ¿Qué le vamos a hacer?.A mis pequeños alumnos, bajo cuerda, les hago saber que hay otras formas de expresar, aunque el profesor (yo soy de apoyo)califique siguiendo fielmente el texto del libro en cuestión.
Ex: Definición de mamífero: El niño contesta: el que mama de la tetita de su madre. El profesor me lo califica 0 porque debía haber dicho de las "mamas". ¿A dónde vamos a llegar si los sinónimos no significan nada para las calificaciones?
Perdón, Lunita, por la extensión.

Cariños.