14 enero 2012

La mujer, la lectura y la adolescencia.

Se volcó en a literatura. Buscó libros sobre adolescentes, libros en los que pudiera encontrarse a sí misma y ver reflejados sus problemas. No existían. Leyó todos los libros empalagosos "para niñas" que encontró y los desechó. Comenzó a leer novelas malas, todo cuanto hallaba en la biblioteca que parecía hablar de las mujeres. Lo devoró. Leyó sin hacer distinciones. Jane Austen, Fanny Burney, George Eliot, novelas góticas de todo tipo, Daphne du Maurier, Somerset Maugham, Frank Yerby y John O'Hara, además de ciertos cuentos de misterio, historias de amor y de aventuras execrables. Pero nada la ayudó. Al igual que a persona que engorda porque ingiere comidas que no la alimentan y por eso siempre tiene hambre y siempre está comiendo, Mira se zambullía en palabras que no podían enseñarle a nadar. Le dolía constantemente la cabeza; a veces tenía la impresión de que leía para escapar de la vida ya que al menos lograba evadirse. Sentía la cabeza como la sentiría años más tarde después de fumar tres paquetes de cigarrillos al día. le repugnaba ir a la escuela y a menudo decía que estaba enferma; le molestaba sentarse a cenar sin un libro. Leía en el lavabo y en la bañera; leía hasta altas horas de la noche y, cuando su madre insistía en que apagara la luz, lo hacía bajo las mantas con una linterna. Había comenzado a hacer de niñera y acostumbraba a recorrer a hurtadillas la casa de los niños que cuidaba en busca de libros que tal vez no le permitieran sacar de la biblioteca. 
Marilyn French

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué identificada me siento. Demasiado. ¡Lo quiero!

Luna Miguel dijo...

Es un libro maravilloso y de fácil lectura. Sólo llevo 150 páginas, pero, uf, me encanta.

Anónimo dijo...

Quisiera mandarte unos poemas... No sé a dónde. ¿Podrías decirme? En tu perfil no aparece correo alguno. Gracias.

bmh dijo...

la vida está en otra parte, dijo Kundera. Sí, sí, sí...ese fascinante diálogo con los muertos...el alma siempre está en lo que uno escribe y no en lo que habla...afuera el frío y la tristeza, adentro, en los libros, el tibio calor de los que nunca mueren...la vida está en otra parte, definitivamente

bmh dijo...

la vida está en otra parte, dijo Kundera. Sí, sí, sí...ese fascinante diálogo con los muertos...el alma siempre está en lo que uno escribe y no en lo que habla...afuera el frío y la tristeza, adentro, en los libros, el tibio calor de los que nunca mueren...la vida está en otra parte, definitivamente

Anónimo dijo...

La labor de Marilyn French es de alabar ya que me enseñó a no ponerme de rodillas para tener que satisfacer a un hombre, sea en la cama o en el trabajo, y a pesar de los años transcurridos, aún seguimos intentando convencer a pesar de los bajos salarios y el gran esfuerzo por demostrar.
Ya contarás conclusiones al terminarlo.

Rosa.

José Luis Martínez Clares dijo...

Insaciable, sin duda. Saludos

hans castorp dijo...

Icreíble el fragmento. Love it.

Anónimo dijo...

un fragmento muy bueno y rico en mensaje y eso que habla de la búsqueda de mensaje, jeje, muy bueno, da ganas de seguir leyendo incluso tanto como el personaje que lo protagoniza!