Hay un fluir, un ritmo, una forma aparentemente vacía; el discurso podría tratar cualquier tema, cualquier imagen, cualquier pensamiento. Esta indiferencia es sospechosa; presiento que tras la apariencia de vacío hay muchas, demasiadas cosas. El vacío nunca me asustó demasiado; en ocasiones llegó a ser un refugio. Por eso me pongo a escribir, desde la forma, desde el propio fluir, introduciendo el problema del vacío como asunto de esta forma, con la esperanza de ir descubriendo el asunto real, enmascarado de vacío.
Mario Levrero
8 comentarios:
El vacío...
repleto,rebosante
de significados y formas
miedos y espacios
tiempos y sombras
que
no
puedo
mo l
de
a
r
en casa tu blog se lee en hebreo ¿no es mono?
Eso de los refugios está muy bien, en tu caso, poéticos y literarios.La gente lleva una carga de agresividad enorme, y por ello, es un placer mecerse en lugares como este.
Qué alegría que alguien nombre (y sobre todo lea) a Levrero. Creo que ha pasado injustamente desapercibido en España. Lo descubrí hace muchos años con La ciudad, una novela que me gusta muchísimo.
Saludos lunáticos.
Los vacíos están llenos de silencios...
La imagen
como un pie lejano
vestida de Afrodita
con sandalias romanas.
You've got a heart on fire,
it's bursting with desires (8)
na na naaanana(8)
Qué gran canción.
yo en mis vacíos, en mis trenes, no veo ni mis propios pies.
Bonitas sandalias para caminar por el verano de las ventanas.
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