Tuuli se giró hacia la ventana con la insulina aún entrando por su vientre agujereado. Los demonios estaban dentro, en mi camisa, en los ojos de él, en el aire viciado. Pero ella miró fuera y la hipoglucemia le hizo ver un hombre en la ventana. Se echó a llorar como una niña diciendo que el hombre de la ventana la estaba mirando y quería matarla aunque estábamos en un cuarto piso y en la ventana sólo veíamos un árbol. Temblaba con convulsiones y lloraba. Pero los demonios estaban dentro.
11 comentarios:
Buena noticia. Íncreible la hipoglucemia en alguien tan dulce como tú.
Muak
Hola
Por aqui todo muy afilado tambien
sere visitante frecuente
saludos desde mexico
El fuego me envolvió como una lenta lágrima y abandoné el sonido para rozar el eco.
versos de Jaime Siles.
para que te mejores!!!!
¡Mejórate, Luna! Espero que sólo haya sido un susto. Cuéntanos...
Besos,
Fran
Celebro que te encuentres mejor, Luna. Vuelve pronto.
Un abrazo,
Cesc.
Oye: ¡no te pongas mala! GRANDE no te deja. Hope you're feelin' better!!!
GRANDE, Luna, GRANDE, Luna
Amigos, que solo era un poema, yo estoy perfectamente!
Hay quien se toma la ficción al pie de la letra. Y la aflicción...
¿Estás segura de que estás PERFECTAMENTE escribiendo esos versos? Cuídate.
Me has pillado.
Pues he picado... pero creo que sé quién es anónimo jajajaj y yo también lo he pillado jajaja ¿o no, dimisionario? jajjaja
BEsos Luna, muy buenas fotos las de Murua
Tuuli se giró hacia la ventana con la insulina aún entrando por su vientre agujereado. Los demonios estaban dentro, en mi camisa, en los ojos de él, en el aire viciado. Pero ella miró fuera y la hipoglucemia le hizo ver un hombre en la ventana. Se echó a llorar como una niña diciendo que el hombre de la ventana la estaba mirando y quería matarla aunque estábamos en un cuarto piso y en la ventana sólo veíamos un árbol. Temblaba con convulsiones y lloraba. Pero los demonios estaban dentro.
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