06 septiembre 2015

Estas fueron mis mejores lecturas del verano.



1. Nuevo nacimiento, de Forugh Farrojzad (Ediciones del oriente y del mediterráneo)
Cuando empecé a leer al iraní Mohsen Emadi gracias a mi amigo Jesús Carmona-Robles, me di cuenta de la influencia que Clara Janés había tenido en su difusión en nuestro idioma. Por aquellos días, me compré también El lenguaje de los pájaros, bajo la recomendación de María Mercromina, un libro fabuloso y delicado, traducido y editado también por Janés. Fui a mi biblioteca, entonces, y empecé a caer en la cuenta de que muchas de mis lecturas predilectas y también más extrañas tenían la marca y el trabajo de esta poeta, traductora y editora (Holan, Stanescu, Orten, entre otros). Fue entonces cuando me decidí a comprar o a intentar hacerme con todo el catálogo de Ediciones del oriente y del mediterráneo, y cuando, entre esos libros maravillosos, leí a Forugh Farrojzad, una poeta iraní muy importante a la que durante muchos años censuraron, por hablar de su cuerpo, de su deseo, de su mundo, con total libertad. Lo primero que me llamó la atención fue el título, después de pasar un mes de mayo horrible, en junio el verbo "nacer" se había convertido en una obsesión. Es curioso como a veces una palabra sencilla, o una recomendación de un colega que vive a miles de kilómetros de distancia puede darnos tanto. Escribí algo sobre Farrojzad aquí

2. La chica a la orilla del mar (1 y 2), de Inio Asano (Milky Way Ediciones)
El pasado noviembre de 2014, cuando cumplí 24 años, la poeta Lola Nieto me regaló un libro extrañísimo. Se trataba de un manga bastante distinto a lo que yo había leído hasta el momento de ese género (la mayoría cómics sobre adolescentes enamoradas, niñas mágicas o animales con poderes). Nijigahara Holograph era el título de aquel manga que en su momento me pareció una verdadera maravilla, pero que no recuperé hasta este julio, cuando, con motivo de mis vacaciones en Japón, volví a leer algunos de mis mangas. A Ibrah también le apasionó la obra de Inio Asano, así que decidimos bajar a comprarnos algunos mangas más a la tienda de cómics de nuestra calle. Nos hicimos con La chica a la orilla del mar, y nos quedamos fascinados. No era sólo el dibujo, era la narración, la expresividad de su personajes, su manera tierna y violenta al mismo tiempo de retratar la adolescencia, el amor y el sexo. Después de eso, Ibrah y yo empezamos hacernos con todos los libros de Asano, y aunque Solanin no me gustó tanto, su obra se convirtió en el descubrimiento del año. En unos meses Norma va a publicar Buenas noches, Punpun, serie de la que pude leer el primer tomo gracias a la edición francesa. Y además Asano vendrá este año al Salón del Manga. Si queréis saber más sobre él, aquí le dediqué un artículo. (Ah, por cierto, no perdáis de vista Milky Way Ediciones, porque esa editorial es una pasada, tienen muy buen gusto en la selección de títulos, pero lo mejor son sus preciosas y delicadas ediciones). 

3. Deshielo, de Maria-Mercè Marçal (Igitur)
Cotilleando en La Central, me encontré con un ensayo en catalán sobre maternidad y enfermedad en la obra de Maria-Mercè Marçal. Hasta la fecha yo sabía poco de esta autora, aunque personas como mi madre y mi abuela se hubieran cansado de recomendármela durante años. Ese ensayo, sin embargo, hizo que me curiosidad creciera, y entonces me puse a buscar algún libro suyo en castellano, pero sin éxito. Un día, sin embargo, entré con Ibrah a una librería centrada en temática LGTB que hay cerca de la redacción de PlayGround, y en su pequeña sección de poesía me topé con Deshielo, una traducción de uno de sus libros más célebres publicada por Igitur hace unos años. Deshielo me pareció brillante y doloroso, y para quienes estéis enamorados de poesía como la de Sylvia Plath, Joyce Mansour, Olga Novo o Marina Tsvetava, este libro tiene que formar parte de vuestra biblioteca. 

4. Las flores del mal (1, 2, 3, 4, 5, y 6), de Shuzo Oshimi (Norma Cómics)
De este regreso al mundo manga, una de mis mejores lecturas ha sido la serie Las flores del mal, aún incompleta en español, pero para ir descubriendo poco a poco. La clara referencia a Charles Baudelaire fue lo que me hizo comprar el primer número en Continuará (mi nueva librería preferida en Barcelona). La historia desde luego era prometedora: un chaval de instituto se obsesiona con Las flores del mal, y desde entonces su vida empieza a oscilar entre dos chicas de su clase. Una de ellas es una flor, y la otra es el puro mal. Desde entonces, lo que podía parecer una sencilla historia de colegiales con las hormonas locas, acaba convirtiéndose en una verdadera locura llena de crueldad, perversión y mucho humor. Me leí los 6 números del tirón, y evidentemente me quedé un poco pobre, pero por fortuna a Ibrah también le gustó la serie, y entonces hemos decidido compartir gastos en compras de manga. Hacía tiempo que algo no nos apasionaba tanto como ir a la librería y llevarnos un par de mangas para leer durante el fin de semana. Hace unos días me compré Cibercafé a la deriva, otra historia de Shuzo Oshimi publicada por MilkyWay Ediciones, que es otra locura enorme, pero que leeré con calma porque aún me queda mucho manga por tantear. Si tenéis curiosidad, por favor, empezad por Inio Asano y por Shuzo Oshimi. Son unos genios y están llenos de poesía. Os gustarán. 

5. En un principio era el hambre, de Chantal Maillard (Fondo de Cultura Económica)
No sé qué decir de Maillard que no sepáis vosotros o que no os haya dicho en otras ocasiones. En un principio era el hambre es una fantástica selección de su poesía y de sus diarios en donde el lector que no hay tenido la suerte de acceder a toda su obra podrá darse cuenta de los tesoros que Maillard escondía por ahí. Sus diarios, mucho menos conocidos que su poesía, son lo que más me ha gustado siempre de ella, porque son muy brutos y muy inteligentes, y a menudo me parecen más puros y completos que sus poemarios. Con Chantal Maillard me pasa algo curioso, y es que hace algunos años no me gustaba nada o casi nada, creo que, entre otras cosas, porque no la entendía. Cuando conocí sus diarios empecé a comprenderla, y fue precisamente la lectura de esos libros lo que me llevó a terminar apreciando su poesía. Por eso os recomiendo En un principio era el hambre, porque os ayudará a ver a Maillard desde todos sus ángulos, que son muchos, y complejos, y perfectos. Este mes también saldrá a la luz en Galaxia Gutemberg su diario La mujer de pie. Cuando lo tenga en mis manos, se convertirá en el libro número 20 que tendré de ella en mi biblioteca. ¿Y os podéis creer que por unas cosas u otras nunca la he visto recitar en directo? Espero de verdad que mi suerte cambie pronto...

1 comentario:

Hombre de arena dijo...

"La extrana historia de la isla Panorama" de Suehiro Maruo.
Un manga extrano y maravilloso.