-¿Eres verdaderamente cartaginesa?
Se oye la sonoridad tirante del océano; las aguas me rodean. Como una inmensa puerta que se desgajase en medio del horizonte, se abre el resplandor de mi tristeza. Yo no estoy solo. No puedo desasirme de las negras substancias que me integran. Toda la tétrica antigüedad, todo el metálico procedimiento del devenir racial, rugen en el subterráneo de mis entrañas solemnes. Las aguas me circundan. Quiero apartar de mí los pesados cortinajes interiores. Quiero olvidar la contextura de los cercados corroídos por el ácido temporal. Quiero cegar los ojos de las puertas y desclavar mi corazón de las patrias exterminadas. Quiero sumergir el navío pálido de tantos siglos humildes y prolongados. Quiero cubrir mi mano derecha con la tela de un cielo unívoco.
Juan Eduardo Cirlot
Muéstrame cómo fabricar un barco de papel, le rogué.
Mejor te enseñaré cómo quemarlo, respondió.
4 comentarios:
Tan sólo con tilde comentar que el genial "Vorace´s gift" ya tiene editora en NY. He estao hojeando tus últimas entradas Luna y no seas triste. Las margaritas vuelven a salpicar el jardín. Beso
la bicéfala desvela estelas en las aguas del mar cartaginés y salpica lágrimas saladas sobre la piel de todas las piedras.
En homenaje a quien no se conoció pero, en Cartago, nos duele
un abrazo, Luna
Sigo hOjeando antolojías, la de Vallejo no la tengo porque pierdo los libros sometimes. A bit stoned bisou.
Un beso desde lo más profundo de lo que no que no se puede nombrar.
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