Yo te amaba. Amaba tu rostro de manantial abarrancado por la tormenta y la cifra de tu dominio que cercaba mi beso. Hay quien se confía a una imaginación redonda. A mí me basta ir. He traído de la desesperación un cestillo tan pequeño, amor mío, que ha sido posible trenzarlo con mimbre.
René Char
3 comentarios:
¡Que preciosidad de foto, minino y texto!
A mi me basta ir...
A veces me das envidia. Otras veces no. Como la vida. Cambiante, todo.
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