La muerte puede ser
bonica y entrañable sólo en los sueños, y especialmente en
los de Maco, una joven dibujante uruguaya (Montevideo, 1987) a la que
acaba de publicar Periférica. Y digo esto porque el libro de Maco,
titulado Aloha -simpático
saludo de animalito inexpresivo- es un sueño plácido y
perfecto en donde el tiempo no corre, la muerte no mata -de ahí su
hermosura, su guadaña cortar para flores-, los fantasmas y los gatos
corretean libres y alocados por el mundo, los ratones hablan ¡aloha!,
el futuro aburre a las ranas y las mujeres estornudan educadamente.
La protagonista de Aloha
es una suerte de Alicia que no persigue a un conejo blanco, por una
vez, sino a su propio corazón, allá donde le guíe, allá,
donde se puede ser pequeño y enorme a la vez, un niño y un animal a
la vez, un pájaro y una hormiga a la vez, volando o saltando,
rompiendo las baldosas o deshaciendo todas las cama de una mansión encantada...
Mi parte preferida es ese
momento en donde la protagonista se encuentra con que alguien parecido a
la muerte (calavera que viste de negro y sostiene una guadaña) está intentando suicidarse y ella, para evitarlo, sólo le ofrece un café y una conversación pausada... descubrimos entonces que que la muerte es bonica y
entrañable porque ama el silencio y ama las flores. Descubrimos que la muerte es bonica y entrañable porque canta en el sueño de la nueva Alicia, porque canta en el sueño de Maco: esa loca dibujante uruguaya a la que todos
deberíais mirar con cariño: su trazo y su poesía son fantásticos.
8 comentarios:
Noto cierta condescencia desde que te envían libritos.
Si tuviera que reseñar todo lo que me llega a casa... se nota que no lees este blog: aquí sólo hablo de lo que me apetece.
En Albacete, caga, y vete.
Me gusta leer tus textos, pero también, ocasionalmente, las intrigas de quienes comentan, sobre todo los anónimos. Su mala leche alcanzaría para escribir epopeyas.
Supongo que ya sabes que ese ‘Aloha’ es un saludo hawaiano de buen rollito que vendría a significar algo así como ‘Que haya paz’; de ahí que a la muerte bonica, cuando se presenta sin esperarla podríamos decirle aquello de “Aloha, tía, ¿No te parece que has llegado demasiado pronto?” Lógicamente debemos estar preparados para esperar cualquier respuesta por parte de la… jardinera.-
Feliz cumpleaños, creo.
Coincido
Tu reseña acompaña perfecto el viaje creativo de Maco.
Saludos.
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