Toda la tarde con agua que arde y que huele a qué. Cuando limpio con lejía me siento otra persona. Huelo a crueldad, sí, a crueldad contra el insecto. Quiero enseñaros ahora las mejores citas (a mi juicio), las que me hicieron temblar leyendo a Birgitta Trotzig. Quiero que las leáis y que las coleccionéis y que luego leáis también a Birgitta entera y en todo su esplendor. Con las manos de lejía, os copio algunas:
La luz llega como un
ácido, penetra, corroe, flotan las islas de la piel del pasado con
grandes poros, flotan y dan vueltas, es un remolino
bocas fracturadas,
negras, llenas de heridas. Ojos diluidos, deslumbrados, de las
pupilas inexistentes la luz ve la luz imparable
***
El olor del matadero
Las partes blandas de
la humanidad son aplastadas, troceadas, machacadas
***
Las caras se exhuman
como piedras. El sol en el cielo, inmovilidad. La sombra de luz
llameando succiona pájaros, viento, tierra. La inmovilidad está en
fuerte movimiento. La piel ciega crece sobre la herida. Las caras
estallan.
Los niños están
sentados al borde del camino.
Ven visiones.
Ven un mar, un mar de
sangre.
***
La membrana brillante
que fulgura y, debajo, la realidad sangrienta como una entraña.
***
Uno piensa en un
edificio rígido como una nube transparente e inmóvil que sonríe,
el edificio crece en los cerebros, se hace cada vez más alto, ahora
se yergue y se mece sobre la tierra. La gran máquina del mundo lo
cubre todo y se cierra. La vigilancia, que habla sin cesar aunque sea
muda, es total. Las almas pesadas se hunden, van a parar al fondo del
palacio de cristal, ahora está claro que las almas existen, se
dibujan claramente desgarbadas, gateando, lesionadas, heridas,
incompletas
***
Cómo es el mundo.
Ellos cargan la culpa que me toca. El manicomio es negro. Allí
aparecen y viven caras maravillosas. Se alzan de la culpa que todos
compartimos. Sobresalen de las paredes asesinas y pegajosas como
plantas de un material completamente diferente, claro, fresco,
orgánico, crecen en la culpa como la rosa en la sangre negra. La
masa de caras salvaje sucia y dulce.
***
Cuánto ha cambiado el
mundo y cuánto ha vuelto a cambiar, cuántas vueltas ha dado la
rueda del espíritu del mundo. Cuán lejanos están esos destinos
¿quién lee sus cartas todavía? Luz del ocaso, inmutable y helada a
través de los pinos (agujas de pinos sobre las tumbas, como cuando
el siglo era un niño, agujas de pino en la arena, recuerdo del sabor
del mar) -¿eligieron bien o eligieron mal? La tierra del otoño. Los
que eligieron bien y los que eligieron mal forman ahora el mismo
campo, abandonado
***
Un raro hedor, un gato
muerto. Los contornos de los huesos sobresalen contra el pellejo y el
pelo mojado, un gato barcino demacrado y de sucio pelaje, es la
humillación de la fuerza perfecta del cuerpo y de la astucia, es un
desecho, uno de los millones de objetos de basurero segregados por la
gran urbe -una pequeña cara animal semejante a la de un niño y al
mismo tiempo a la antigua cara del poder, mirando fijamente con
grandes ojos rígidos que, en el momento postrero, no se cerraron, y
ya nunca más podrán cerrarse, ahora miran hacia una existencia que
no pertenece a la vida ni a la muerte, un estado intermedio,
laberíntico y siniestro
***
Que la vida se abre. Ha
sido tocada y se abre
Aún cunde el silencio
del nacimiento, la quietud inmóvil viviente.
Las plantas crecen en
la tierra, los cuerpos en las tumbas. El sol cae a través del ojo
multicolor que irradia
***
La forma verbal, un
pájaro del alma, sale volando de la boca del cuerpo humano, un
acontecimiento inasible está ocurriendo: la epidermis del yo
desaparece, el lenguaje sale volando como un ave migratoria a través
del mundo, por sobre los mares, el mundo también vuela.
***
La culpa tapa todas las
grietas. La culpa lo deja todo entero y sin vida, un bloque cerrado.
Ni una sola entrada por ningún sitio, soledad cerrada, sellada
La reconciliación es:
ruptura, trituración, movimiento hacia el exterior
***
la vida hace daño, la
vida estropea, la gente se inclina y se dobla negándose
***
Las sienes de los niños
son delicadas y en ellas se acurruca una sombra especial, como si
estuvieran debajo de un ala. La infinitud de la vida se mete en ellas
de visita, allí elige sus caminos incontables, sus desfiladeros, sus
veredas, sus fuentes subterráneas
***
El silencio es una
garganta. La laringe no puede.
***
(El sentimiento así:
que si hubiera sabido cantar -si hubiera tenido voz- entonces yo
hubiera sido yo. Entonces no hubiera tenido que escribir sino sólo
ser)
***
El hombre es una
mariposa extraña
***
Del pelo crece la
hierba
***
Yo tuve un sueño. El
niño muerto yacía en el musgo. Una voz dijo: ¡Desespérate! Todo
lo demás es hipocresía. ¡Desespérate!
Pero el niño que fue
enterrado – de su delicado pecho silencioso crece una tormenta, una
canción enfurecida más aterradora que el fin del mundo
Birgitta Trotzig, Contexto. Material (Visor)
10 comentarios:
Luna, veo lo de sangrantes (que será publicado y eso), ¿Qué pasa con los que aún no enviábamos nuestros poemas? :(
Cómo?
En el post explico que la antología en papel está compuesta por autoras distintas a las de digital, esto es, se trata de un libro concebido de otra manera.
Hablando de Sangrantes : podrías explicar la idea? En serio es una antología de la regla y el clítoris ?
Es una antología en donde una serie de autoras reflexionan sobre un dolor y sobre cómo se crea desde ese dolor. Ese dolor, además, conlleva sangre.
A ver qué nos traen.
Fuera coñas me interesaría saber tu postura : no te parece que de alguna forma el reducir el dolor a ese aspecto de la mujer es de alguna forma incurrir en feminismo negativo para la mujer? Un poco como explicar el dolor desde una patada en los huevos?
La creación a través del dolor y la sangre. Nada nuevo. Angélica Liddell (andá, intertextualidad y "lolitismo") lo viene haciendo desde hace muchos años de forma magistral. Veremos.
1. Nadie ha dicho que sea nada nuevo.
2. Angélélica Liddell está incluida en la antología por esa misma razón.
3. También lo han hecho otras tantas poetas. Por eso me apetece agruparlas, ver qué sale.
Qué manía con buscar segundas intenciones oscuras a las cosas.
1. Nadie ha dicho que sea nada nuevo.
2. Angélélica Liddell está incluida en la antología por esa misma razón.
3. También lo han hecho otras tantas poetas. Por eso me apetece agruparlas, ver qué sale.
Qué manía con buscar segundas intenciones oscuras a las cosas.
¿Qué segunda intención?
La lejía tiene en los días calurosos de invierno un algo como de mosto frío o zumo de arándanos...
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