14 junio 2012

"La otra" como género literario: un poco de educación sentimental.

1. "Todos conocéis la historia de la otra mujer" es el título de un poema de Anne Sexton. La otra es ella. O la otra es otra. O ser la otra es ser una misma. Reconocerse no en los ojos. Reconocerse en el agujero caliente: todos conocéis la historia del otro agujero (se me ocurre).

2. Pero no hay más hombre para mí... dice Kolmar. Todos se han hundido a mi paso, como un riachuelo que la tierra se bebió

3. El poema de Tsvétaieva. ¿Os he hablado de ese poema? Sí, os he hablado. Ese poema es quizá El poema. No lo sé. Quizá. Quizá por él me dejo llevar. Quizá este poema conforme el 100% de mi educación sentimental. No sé. Este es El poema: 

¿Cómo te va la vida con otra?
Más fácil, ¿verdad? Golpe de remo. ¿Cuándo -¿pronto?- por un puente seguro se alejó de ti el recuerdo

de mí, una isla que flota?
(En el cielo, no en el agua.) Almas. No amantes,
sino hermanas son nuestras almas.

¿Cómo te va junto a una simple mujer? ¿Sin divinidad alguna? Tras haber derrocado a tu reina (tú mismo privado del trono),

¿cómo vives?, ¿te preocupas?,
¿te enfadas? ¿Cómo estás allevantarte? Con ésa que te ha atado al cuello
su tributo inmortal, el tedio, ¿cómo te va,

pobrecito mío? "-Estoy harto de convulsiones, de dolor: voy a agenciarme un hogar." ¿Cómo te va con cualquiera,
a ti, que fuiste elegido por mí?

¿Es la comida más comestible?
y si te cansa, mala suerte.
¿Cómo puedes vivir con un idolillo, tú, digno antes del Sinaí?

¿Cómo vives con ésa, tan distinta a nosotros? ¿Una extranjera, costilla de tu pecho?
¿ La vergüenza, ese azote de Zeus,
aún no te ha herido la frente?

¿Cómo te va la vida? ¿Estás sano? Y las musas, ¿te llaman aún a veces? Y la dicha,
¿se hace ver? ¿Alguna vez? ¿Y esa llaga inmortal -la conciencia- qué, mi pobre?

¿Cómo vives con un producto
del mercado? ¿Pesa mucho?
Tras el mármol de Carrara,
¿cómo te va con una prótesis de yeso?

Del mismo bloque tallamos a Dios, para romperIo acto seguido.
¿ Va bien una cienmilésima,
para ti, que conociste a Lilit?

¿ Estás ya harto de esa mercadería novedosa? Cansado de mi magia, ¿cómo te va con una mujer terrestre que carece de sextos

sentidos?
Venga, con franqueza, ¿sois felices? ¿No? ¿Cómo se vive en un abismo sin profundidad amor mío? Cuesta, ¿verdad?
¿Te cuesta tanto como a mí con otro?

4. Un momento... un momento, que voy a respirar...

5. "La otra" es un poema de Sylvia Plath. El otro día me pasó que abrí su Poesía completa y allí lo encontré. Pero es que abrí el libro por otra página y había "otra". Pero es que siempre. Siempre. Por cualquier página había "otra". ¿Su yo atormentado? ¿La amante de Ted? ¿Su fantasma? ¿La otra es Sylvia Plath? Cuántos fantasmas. 

6. Pienso en los poemas sobre los celos de Amalia Bautista, evocan crueldad.

7. Pienso en un género que no es otra cosa sino El género. (Existe El género, El poema, existe todo eso...).

8. No es cursi la poesía femenina. Los nombres que cito son tópicos sí. Pero no es tópica la poesía femenina si es que existe y si es que es femenina. No las leemos porque sean suicidas. Odio la superficialidad de los ojos que a veces las miran.

9. Los celos son un tema recurrente en la literatura pero hace dos días leí a Anne Carson. La belleza del marido (Lumen, 2003) posiblemente sea uno de los libros más desgarradores que he leído en bastante tiempo. Esa manera de mezclar lo narrativo y lo lírico, ese modo de entrelazar conversación y pensamiento, esa frialdad a la hora de describir los sentimientos. Los celos pueden provocar resentimiento. No me gusta la poesía excesivamente resentida o quejumbrosa (la creo ridícula), tampoco que gusta la poesía de amor incondicional (el amor pacta condiciones). Por eso asumo La belleza del marido como una parte más de esta pequeña antología que voy creando en mi mente. Por eso me solidarizo con el dolor de lo que leo y me congelo con la pulcritud de la autora a la hora de hablar de sexo. Pensar en "la otra" como una igual. Pensar en "el marido" como una pieza que se desprende inevitablemente. El marido es un niño. El marido es un niño que se va de casa cuando ya ha aprendido suficiente (lo suficiente como para abandonar a una por otra, etc). Carson es una simple espectadora de su propia historia. Sabe medir las distancias. Su educación sentimental es una buena educación sentimental. Sus entrañas recuerdan a las de Marina. Su "tentativa de celos" es mínima. Madura. Suficiente. 

10. Los maridos son como las sirenas clásicas. Los maridos son como el canto de las sirenas. Los maridos son, bajo el agua, la belleza de las sirenas. Los maridos son bellos y por eso los amamos, dice Anne Carson.  Y además nos aconseja, contra todo pronóstico, algo casi imposible. (¿Por qué no intentarlo?). Nos dice:

Este es mi consejo,
retén.

Retén la belleza. 

8 comentarios:

aleskander62 dijo...

Sylvia Plath, Brian Patten... grandes poetas.
Te circunda la hierba bajo la luna calva.

Emily dijo...

"No las leemos porque sean suicidas.": EXACTO.

A mí siempre me ha gustado mucho "For My Lover, Returning To His Wife", de Sexton:

She is solid.
As for me, I am a watercolor.
I wash off.

Y ese poema de Marina. ESE poema.

Carson es inteligente, bella y desgarradora.

:*

Agustí Rocamora dijo...

Pero no creo que podamos generalizar en cuanto a poetisas y suicidas, más que nada porque Silvia Plath era una gran poetisa, pero Anne Sexton no tiene más mérito que el de hablar con mucha franqueza de esas cosas, y no la tengo en demasiada consideración, igual es mi problema.
Sin embargo has dado en el clavo en el punto 8, palabra por palabra. Si creo que la poesía femenina es femenina, incluso la prosa, no las leo en cuanto a suicidas, si creo que hay quien lo hace, y también odio esa superficialidad, pero no creo que sea una superficialidad machista, sólo que mucha gente que mira, bueno, es superficial. No las leo en cuanto a suicidas, decía, pero si que puedo leerlas en cuanto a mujeres. "La mujer será poeta en cuanto la liberemos de la esclavitud a la que la hemos sometido" decía Rimbaud con 15 añitos, y luego se preguntaba que mundos maravillosos imaginarían, demostrando el gran corazón que tenía y que a veces sus críticos no han sabido ver. El sabía que la sensibilidad iba a ser diferente, ese algo intangible que viene dado por la educación, las feromonas, las circunstancias o vaya usted a saber, pero ese algo bueno, ahí está. ¿Y sabe? No aspiro a una sociedad tan igualitaria como para que ese algo desaparezca.

Luna Miguel dijo...

No me refiero a la superficialidad de una mirada machista tanto como a la mala interpretación a la que llevan esos nombres.

Elena A. dijo...

Optimo post,lo he leido en su totalidad ;el concepto de la frase final es muy cierta,debemos retener la belleza pero la belleza del alma esa que no tiene confin. Elena A.

MaríaSevilla dijo...

Bravo. Y, sí, es EL POEMA.Y este un enorme post, señora.

Muá

Hombre de arena dijo...

En mis sueños de amor, ¡yo soy serpiente!
Gliso y ondulo como una corriente;
Dos píldoras de insomnio y de hipnotismo
Son mis ojos; la punta del encanto
Es mi lengua... ¡y atraigo como el llanto!
Soy un pomo de abismo.

Mi cuerpo es una cinta de delicia,
Glisa y ondula como una caricia...

Y en mis sueños de odio, ¡soy serpiente!
Mi lengua es una venenosa fuente;
Mi testa es la luzbélica diadema,
Haz de la muerte, en un fatal soslayo
Son mis pupilas; y mi cuerpo en gema
¡Es la vaina del rayo!

Si así sueño mi carne, así es mi mente:
Un cuerpo largo, largo de serpiente
Vibrando eterna, ¡voluptuosamente!

Delmira Agustini

Anónimo dijo...

la otra de sylvia era assiah http://en.wikipedia.org/wiki/Assia_Wevill Fdo: Crooner