Cuando mencionas a
Manuel Vilas siempre sale alguien que dice “qué buen tío”. Y es
que es cierto. Todo el mundo lo sabe. ¿Manuel Vilas? Este buen tío.
¿De Zaragoza, no? Más o menos. Sí. Qué buen tío. Cómo son los
de Huesca. Qué bonachón el tío. Sí. Sí. Y entonces me pregunto
¿cómo es que en un mundo tan hostil como el de la literatura puede
existir alguien como Vilas? Qué razón tuvo al autodenominarse
Santo. Su palabra trae la paz. Su literatura: la felicidad eterna.
Pues es curioso cómo al leerle uno también piensa “joder, qué
buen tío”. Y así, Manuel Vilas inaugura un género literario que
a pocos se les podría aplicar, a muy pocos, de hecho, La
Literatura de la Buena Gente.
De Vilas sólo
conocía su poesía y algunos relatos. Me gustó especialmente El
cielo (DVD, 2000), el resto siempre me ha parecido una
variación de los temas y de los problemas aquí anunciados, pero con
la cualidad de no hacerse repetitivo ni pesado. Amor (Visor,
2010), su poesía reunida, me la leí del tirón sin rechistar. El
Universo Vilas, ese del que tanto hablan sus lectores y críticos, es
realmente envolvente, y más ahora que leo su última novela, Los
inmortales (Alfaguara, 2012), que es una locura al tiempo
que un placer. Como una especie de Kevin Smith a la española (Nueva
Jersey es aquí Zaragoza, y Jay y Bob el silencioso son el propio
Vilas y Mallo, o Ferré, o cualquiera de sus colegas citados); como
una especie de partida a los Sims, delirante, cuyos personajes
tuvieran nombres de grandes escritores –aquellos, los héroes
inmortales- y vistieran ropas del futuro, fantasmales, en ocasiones;
o incluso como una especie capítulo de Futurama en donde los robots
hablan de literatura y el tiempo se detiene en cualquier galaxia para que Kafka, Dante, Cervantes, Stalin o el propio Vilas puedan mantener
encendidas conversaciones sobre lo estúpidos que somos los humanos,
lo tontos que somos los mortales, lo ridículo (más aún) que sería
nuestro planeta, en definitiva, sin los libros.
Manuel Vilas está
loco,
-lo intuí ayer-,
y es buena gente,
-lo dicen todos-,
Y Los
inmortales es genial,
remato yo.
15 comentarios:
Para defender la bondad de la gente hay que practicarlo un poco.
Genial Matas.
¿Matas?
Lo llamamos así cuando se cabrea.
Ando perdida. En fin.
Ya. Manuel Vilas vs Enrique Vila-Matas.
Estupendo
An another one .
EL FOLL
" Un arbre
li creix de dins el cor , lentament
travessa la seva pell morta , esqueixa , romp ,
les seves branques s´enlairen
com serps enllà la sepultura , aspiren , xuclen
l´entranya lluminosa del migdia ,
fins que la nit
esdevé perennal , eterna
i els seus nervis encessos estrangulen l´univers . "
A. V.
http://www.ivoox.com/epsa-16-01-2012-audios-mp3_rf_995862_1.html
te nombran en este programa de radio, El programa de Sita Abellán
Con la participación de William Gains, David Karpov y JL. Segundo programa del Programa de Sita Abellán
como ya te dije en otro comentario
te nombran en el programa Sita Abellán
desde el minuto 55.45 hasta el minuto 63 aproximadamente
http://www.ivoox.com/epsa-16-01-2012-audios-mp3_rf_995862_1.html
No conocía a este tipo. Me apunto la reseña.
Cuanto más sé sobre la novela, más ganas tengo de leerla.
Que mejor manera de ser inmortal que escribiendo un libro, a partir de cadáveres de pensamientos, vertidos en el papel.
Por eso Kafka, Dante y Cervantes, son inmortales.
Para mala leche los de Castilla,y los asturianos, tela!
horror: otro libro para la lista de libros que quiero leer. Como siga entrando en este blog voy a tener que atracar un Telepizza
Como decía Borges, es mejor ser eterno que inmortal: "la inmortalidad del mármol".
De todas maneras, atentos a las garras del halcón-Estado.
Atentos, niños, a lo que está pasando, las revoluciones (ahora de otra manera) son posibles si queremos escapar al desastre que parece que se aproxima.
Hope and hard work.
Rosa
Los locos santos sienten la muerte pero en realidad son inmortales. Para ellos cada segundo es una eternidad.
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