Los libros antiguos parecen regalos. Hay
que abrirlos, poco a poco, con cuchillos plateados de pescado. Los libros
antiguos de poemas se esconden, se cierran, se pudren. Dentro de sus páginas hay
versos invisibles y algunos nunca se
leerán y algunos nunca serán llorados. Leo A
imagen y semejanza de Ana María Moix. Leo y no leo: sus pieles se cerraron para mí. Leo y no leo: ¿por qué romper su olor eterno? Leo y no leo: el poema es la Nueva Navidad y
hace tiempo que dejé de creer en los fantasmas.
Los libros antiguos parecen regalos. Cuando
el frío llega su presente se nos impone como un Cristo. Su trago se nos congela
como un antiguo amor. Y no sé qué diagnóstico o qué palabra. No sé qué tarjeta, qué nieve, qué delicia en la celebración del miedo.
Abro mis regalos con una guadaña plateada.
Como si el cáncer fuera la Nueva Navidad.
Como si el tiempo doliera más aquí que en la mente. Como si todos los poemas.
Como si todos los monstruos.
Los libros antiguos parecen regalos.
Están hechos a imagen y semejanza de la pena. Leo y no leo: aquí el síntoma y allá la tragedia. Leo y no leo: tu cara lisa, tus labios lisos, tus palmas
lisas, tu diarrea. Leo y no leo:
como si el cáncer fuera la Nueva Navidad
y no quedara ni adiós, ni aire, ni tampoco
presente.
11 comentarios:
Hablar del cáncer es injusto.
el título de tu entrada me recordó cuando mi padre enfermó y me recomendaron precisamente no mirar wikipedia. Yo, la miré.
El cáncer es un regalo y un compromiso perfecto. Gracias.
Porque lo injusto siempre se hace realidad.
I wanna cum on your wikipedia
...un compromiso perfecto y hoy añadiría que hasta elegante y amplísimo. Ejemplariedad directa.
Un día vi un libro antiguo pero nuevo. Nadie lo había comprado ni leído. Precio razonable, buena pinta, buen olor. Joder, cómo es posible. Lo compré. Ahí está en mi estantería, nuevo, viejo, aun sin leer.
Todo está en los libros, sobre todo los antiguos.
Prefiero como nueva prolongación de mi sistema nervioso las roñosas hojas de un libro despojado de sus vestimenta a la acogedora y cegadora luz de un ordenador. Eso siempre.
Joder, menos mal que no dejarás huella en esta vida como poetisa.
gracias por tu blog
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