19 septiembre 2011

Please, please, please: cruel diario de la mujer depresiva.

Nada me importa, nunca me ha importado. Soy un agujero por el que todo pasa y nada queda. Podría estar muerta y la vida seguiría su curso. No cambiaría. Pero resulta que estoy viva y que vivo con esta constante sensación de perfecta intercambiabilidad entre la vida y la muerte. Así que me entrego, me echo a perder porque tampoco encuentro la diferencia entre perder y encontrar. Que pase todo eso también por el agujero.
Natalia Carrero

Terribles palabras de Natalia Carrero en Una habitación impropia (Caballo de Troya, 2011). La lectura perfecta para la depresión pre-siesta. O saber cortarse las venas. O dolerse como mujer-ama de casa-los niños-el vino-o dolerse como sólo se duelen ellas. Quiero un hijo muerto. Quiero un hijo muerto. No leer para no llorar, amigas. Porque...
*
Leí a Natalia Carrero y caí
enferma.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

No, no agaches la cabeza, ni cierres los ojos, ni amages... Esto es lo que hay, bonitas. Y tiraremos adelante con todo!

Anónimo dijo...

I wanna cure your depression with my cum antidepressant

tormenta dijo...

Siento que he tenido esta conversación antes. Siento esas palabras atravesándome.

aleskander62 dijo...

El hueco con unión de los tiempos verbales.

mc dijo...

¿No leer? No leer guías de autocompasión, en todo caso.

Anónimo dijo...

Soy un agujero por el que todo pasa y nada queda.

Anónimo dijo...

No es depresíon, ni mucho menos. Es terapia. La rabia necesaria para hacer estallar la opresión en mil pedazos.

Riol dijo...

Es indudable que esta vida no está bien hecha... alguien hizo algo mal y se acaban las fuerzas para solucionarlo

Ignacio Ruy Suvina dijo...

Sigo estás novelas, igual que me gusta leer poetas o escritores que sufrieron y no lo disimulan.

Ignacio Ruy Suvina dijo...

Sigo estás novelas, igual que me gusta leer poetas o escritores que sufrieron y no lo disimulan.

Anónimo dijo...

los cambios es lo que tienen, al principio todo es nuevo y parece que siempre va a ser así, luego llega un periodo de adaptación, y finalmente se entra en una llevadera rutina: para mi es lo mejor, sin sorpresas, sin deslumbrantes sorpresas, sin sorpesas nunca entendidas del todo. Sólo rutia, horario, y sofá. Qué tiene de malo? dicen que la diversión nunca fue para los inteligentes, pero escribir es divertido, no?
Me voy a comer un bocata de salchichoón picante y una cervecita

Anillo dijo...

La escritura es una forma de terapia. El que canta su mal espanta.

Anónimo dijo...

Hablo yo de uno por uno. NO de tiiiii.

Al de arriba.

Anónimo dijo...

Chicas, id de compras, poneros sexies, una sonrisa, que el mundo os va a follar. Neceistáis mucho agujero por el que todo pasa y mucho de lo que nada queda para aguantar la presión. Me engancha el tono de rebelión desde esa habitación impropia.