21 septiembre 2010

La dulce enfermedad de Dorothea Lasky.

Laura Rosal


Esta mañana he recibido Awe (Wave Books, 2007) uno de los libros de Dorotrea Lasky que encargué a Iberlibro. Hace unas semanas. Aún no he podido leerlo entero, entre otras cosas por mi bajo nivel de inglés, aunque considero que la comprensión de estos poemas no era tan difícil. Sin embargo ya me ha llamado la atención esa parte titulada Ten lives in mental illness, donde describe distintos tipos de enfermedades llenas de pájaros, gargantas y cabellos. No he podido evitar acordarme de Síntomas o de Estar enfermo y de la tremenda coincidencia no en la forma sino en el fondo. En lo que ella dijo y yo dije. En lo que ahora leo y me reconozco. En lo que ahora admiro, rosa enferma. Musa de música humillante. Anoréxico corazón. Etc. 

I am in a blue sea and I am wearing a red nightie. The nightie has been ripped in places most of all by the nighttime. This sea is made of girdle-doves and thing-a-ma-bobs. O yes and bob too. Bob is kissing me and giving me flowers. He is giving me 8 headaches with his spinning finger. The finger he has made to court me but he does not realize no man who lives shall court me or please me. It is God who pleases me with his high and mighty and his amen and the room stretched out in light like a thing muscle flayed into the sun.
Dorothea Lasky

Pero no sólo la enfermedad. Como ya dije hace unos días Lasky es autora de Poetry is not a project, cuyo título y voluntad también guardan relación con mi próxima publicación de dentro de unos meses. Hoy mismo he comprado en Iberlibro otro de los poemarios de esta autora Black life (Wave Books, 2010). A veces me maldigo por no haber estudiado inglés. Por estar aquí parada esperando que algún traductor o editor se interese en todos estos autores que desde hace meses ocupan los lugares VIP de mi estantería. Es el caso de Chelsea Martin, autora de un fantástico libro de cuentos, divertidísimo y mucho mejor que, por ejemplo, el Querido diario de Lesley Arfin o el propio Eeeee, eee, eeee de Tao Lin que al menos sí ha sido traducido y publicado por unos visionarios y pequeños BTFL Books (y es una pena que este libro haya tenido tan poca repercusión en nuestro lindo panorama). No sé. No puedo decir más. Me emociona muchísimo leer algo nuevo y bueno. Me emociona leer a Dorothea. Me emociona saber que hay conexiones. Pequeñas venas. Filtros. Puentes de seda entre aquí y allá, allá y aquí. Lean. Por favor. Lean e investiguen. Luego nos quejamos de que aquí el mundillo está viciado y de que no hay nada más allá de los cabecillas, premiados y demás. Lean a Dorothea. Por ejemplo. Y su dulce y fuerte enfermedad. And what about poetry? My friend said he wanted to kill herself because she couldn't write a poem (D.L)

8 comentarios:

Emily dijo...

Y yo quiero traducirlos. Quiero que lleguen. Poder leerlos. Que haya más puentes, más venas, más sangre corriendo por los océanos.

Extender la enfermedad hasta que todos seamos unos zombies sedientos de palabras.

Alles Lüge dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=iDk1KwFBkwI

One of my favourite bands.

Ecum de Mar dijo...

yo ya no quiero suicidarme por no poder hacer poemas, pero casi

NubOsidad VaRiable dijo...

Es lo bueno de la literatura, que logra comunicarnos a través de lo que expresamos, unos allá, otros acá. Somos más parecidos de lo que quisieramos creer.
A mí me pasó con Ibsen.
Con un cuento que no alcanzó el suficiente porque el mismísimo profe pensó que le había plagiado.

Me quedo con lo fascinante de las coincidencias, como muy bien has explicado y las recomendaciones, por supuesto!!

juan bello dijo...

creo que voy a tener que apuntarme a un curso de inglés...

Maria dijo...

Llevas más razón que santo, Luna, aunque a veces uno se encuentra con unas traducciones que dan cosica.

God bless las ediciones bilingües.

Besete

Bilge Gumperz dijo...

Luna, avísamos cuando haya una buena traducción... yo también soy de las que me maldigo por no haber estudiado inglés (y sí 5 años de griego clásico).

George dijo...

verdad verdadera.

abrazos.