Escuchar una voz familiar al otro lado del teléfono. Al otro lado del país. De la línea de autobuses verdes. De la pared. Si tu disais. Que mi primer hijo está cerca. Si tu disais. Que no confío en nadie. Si tu disais. Que echo de menos oler el mar. Je suis jalouse de la mer. Celosa del mar. Si te dijera que mamá está guapa en esa foto. Que las canciones que escucho me palpitan. Que la poesía no ha muerto: y ellos lo saben.
4 comentarios:
¿Y si te dijera que solo confío en los desconfiados y que desconfío de los que dicen que la poesía ha muerto?
El mar nos esta prohibido.
Tambien tengo nostalgia por el gran salado,
aun cuando me duelen los brazos con nadar 3 minutos,
y las bolsas de plastico acaricien la espalda como medusas esteriles o el petroleo fetichista
de pies, lama y manche las plantas.
Un abrazo petrolifero.
Ay Enri,
miss you.
Tenemos que ir a desnudarnos.
es cierto
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