10 enero 2010

El miedo es la medida de todas las cosas.



Permanecemos en la ciudad, al menos. El hielo
es transitivo
aquí -algo que hiela a alguien.

Mercedes Cebrián


Quien regresa
no del desierto
sino del autobús que viaja
de un oasis a otro,
no ha aprendido a callar.
Carlos Pardo

Como último poema pude haber añadido que la noche es la medida de todas las cosas. Que el hombre es pequeño. Que leo ruedas y carreteras. Que el hombre borracho del transporte me tocó la pierna y yo lo rechacé, como a un monstruo: márchate, idiota, rompe el cristal y deja de hacerme daño. Como último poema pude decir que odio cuando el transporte arranca, y tú, al otro lado de la ventana, con un abrigo largo y cinco grados bajo cero, me saludas (hermético en tu mueca) (hermético en tu cita) (tu polla no hermética que aún la siento aquí, métrica del amor, verso estéril). Como último poema advertir la ironía de los coches. Tan pequeños. Tanto miedo. La mentira de cuando sí necesito poesía.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

De nuevo al no entender del todo este post se me termina antojando críptico, lyncheano. Me obsesionaré el resto del día tratando de entender los sentimientos de lo que has escrito. Ya otras veces me ha pasado que a los dos días después de releerte de nuevo al final terminaba encontrando el significado pleno de tus palabras.
En realidad sí intuyo cómo te sientes, pero siempre me da la impresión de que hay algo que se me escapa.
Te considero una punk radical del lenguaje, pues no te tiembla el pulso para escribir lo que te da la gana rompiendo cánones y subvirtiendo normas estilísticas.
Lo positivo de este carácter deconstructivista es siempre la posibilidad de generar un estilo nuevo. Porque es fácil escribir bien copiando un estilo; lo difícil sin embargo es crear algo original como tú haces, sin miedo en estrellarte en el intento. Sólo los que se arriesgan consiguen crear algo nuevo.
A lo mejor estoy exagerando, no lo sé. Pero esta es ahora mi impresión y por el momento yo te bendigo.

Luna Miguel dijo...

Me gusta el adjetivo "Lyncheano".

Tampoco creo que haga algo nuevo. Simplemente se trata de intentar ver con otros ojos escenas como aquella que en la que un señor borracho me pone una mano en el muslo. Se trata de describir qué miedo siento, qué impresiones me provoca, y cómo es el asco en ese momento.

A veces yo tampoco entiendo por qué lo escribo así.
Pero es que tampoco entiendo el mundo.

Me alegro por esas veces en las que consigo transmitirte algo. Que, espero, sean cada vez más.


Un beso mirando la nieve.

Luna.

Anónimo dijo...

Dices "A veces yo tampoco entiendo por qué lo escribo así." David Lynch suscribiría lo que dices refiriéndose a su manera de rodar. En una entrevista decía lo siguiente: “La herramienta más importante para el ser humano y para el artista es la intuición. La intuición es una combinación de intelecto y emociones, que te provee de una cierta sabiduría. Es algo fundamental. Mientras más intuición se tiene, más claras ves las cosas. Gracias a la intuición te das cuenta cuándo estás haciendo lo correcto o cuándo estás cometiendo un error. Así de simple. Y es algo que se va desarrollando, porque, cuando verdaderamente logras trascender, experimentas como un océano de pura sabiduría, lo cual te hace crecer. Por lo tanto, para el artista, es la mejor de las cualidades. Es como decir ‘¡sí, dame más de eso!’”

Luna Miguel dijo...

Gracias por la cita. Mola.

Por cierto,
qué películas me recomiendas?

Anónimo dijo...

De David Lynch exceptuando un par de películas suyas me encantan todas, incluso sus dos películas más convencionales, "El Hombre Elefante" y "Una Historia Verdadera". Pero sin lugar a dudas mis favoritas, por este orden y por tanto las que yo te recomendaría son "Inland Empire" (esta es su última película y la más radical), "Mulholland Drive", "Carretera Perdida", y la primera que rodó ya fiel a su estilo, "Cabeza Borradora". Si no las has visto te recomiendo encarecidamente que intentes verlas, pues estoy seguro de que te van a sugerir muchas ideas.

Luna Miguel dijo...

Muchas gracias amigo anónimo.

Si Lynch ya era una tarea pendiente. Ahora más.


Otro saludo o beso,

Pez Susurro dijo...

un último verso congelado
a punto de perderse
esta noche
de otro mundo


(gracias por Erik Satie)...

beso,Lu

Rebeca dijo...

Si me lo permites y a raíz de tu entrada... tienes que ver Exótica. Intuyo que te va a gustar :)
Un saludo

M. Z dijo...

me gustó mucho lo que leí. es bueno recordar que La realidad es inaprensible, y tratar de reinventarla, como en este post.
saludos

Anónimo dijo...

Creo que "Anónimo" ha encontrado una manera estupenda de decir lo que le transmites; sí.
Por mi parte creo que tengo como un pequeño miedo por pronunciar lo que me transmites. Por un lado me encanta. Para qué definirlo. Y uno no entiende el mundo, pero como esos personajes de la Rayuela de Cortázar (que tiene fragmentos estupendos) que miran el tornillo y no sáben cómo explicar eso que sienten, pero en el fondo se dan cuenta de que algo los inquieta, algo no anda bien. "Y el tornillo era la paz".
Me alegro de por este blog.

Damián