02 octubre 2009

Pensamientos estériles.


Mirar a través de la ventana. Amar cada piedra de las vías. Esas piedras pulidas. Esas piedras cuadradas. De dónde vienen. Quién las fabrica. Piedras. Gravilla gorda. Piedras. Diamantes brutos disfrazados de vulgaridad.

8 comentarios:

Mar-ia dijo...

Instantes fértiles.

Toribio Suerte Zahurdillas dijo...

Concluye el día, y como siempre, tengo la sensación de que he derrocahdo mi tiempo burdamente. Quizás sea que he firmado sin recordarlo, como no, un contrato con los hombre grises. Quizás también, la admiración profunda que siente por la gente organizada y trabajadora, que como hormiguitas hacen centenares de cosas en un día.

Yo no soy así, no creo que nunca llegue a serlo. Soy demasiado disperso.

Me gustan demasiado las piedras de la vía del tren, o esa curva de la autopista, de la que uno al salir, se encuentra el amanecer sobre el mar...

He derrochado tantas horas pensando en tonterías autobús arriba, tren abajo...si las sumara, creo que encontraría una cantidad de tiempo suficiente como para leer todos los libros que compré y nunca leí.

En fin, que se podía esperar de un tipo que recoges tornillos, tuercas y clavos del suelo por las calles...

Lo uno, pensamientos estériles, lo otro, acciones estériles, y sin embargo, tan autóctonas, que uno no sabe si lo sano es erradicarlas o conservarlas...

Gerard dijo...

En ocasiones, prestamos atención, demasiada, a cosas que no la tienen, y obviamos la importancia de esos felices pensamientos fértiles y estériles.Buen finde.

juan bello dijo...

me encanta la foto, y las piedras de las vías, no es la primera vez que me paro a pensar en ellas...

saturniana dijo...

Me gusta esta foto, parece que el chico piense que el cielo va a caer sobre nuestras cabezas, como Ásterix

Miguel Ángel Maya dijo...

..."She's my black marcket baby,
She's my black marcket baby,
She's a diamond that wants to stay coal"...
Tom Waits

...Besos con alevosía...

la judith dijo...

coger en el puño
un puñado de gravilla
manchada de alquitrán
es uno de los grandes placeres
de la vida ésta
y de la otra

Julio Castelló dijo...

Qué hermosa sencillez.