24 marzo 2009

Danseuse infirme.

Y segrego el poema como un pus.
L. M. Panero


Ni tus cejas ni tus ojos tienen nombre cuando contemplan. Cuando divisan. Cuando otean. Ni tus dientes ni tu lengua te recuerdan. Otra vez. Organismo sin órganos. Ni siquiera tu voz o tu pelo, bestia somnolienta, serán nombrados.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Precioso.

Lara dijo...

incluso más

Óscar Santos Payán dijo...

Creo que estás acercándote cada vez más, con sigilo y mimo a una voz poética de una belleza extraordinaria. pero no dejes de trabajar e indagar, piensa siempre que vas perdiendo el partido uno cero aunque vayas ganando por mucho. te quiero

Luna Miguel dijo...

y la abueli es bella.
Usulitamente.

cuadernogaviero dijo...

belleza y ternura... sus manos nos enseñaron a crea con migas de pan

Sofia Elena dijo...

Increíble!

Beso.