05 septiembre 2019

Lo que aprendí de los ojos de las mujeres leyendo a Duras, Wittig, Galea y Benameur.


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cuando el tren nos deja en la estación de sants
ella agarra la mochila violeta que contiene la mitad
de los trece kilos de novela francesa que ha adquirido
haciendo pesca de arrastre en las librerías feministas
de parís y la toca con más suavidad de la que ha tocado
nunca la cabeza rubia de nuestro hijo como si dentro
de aquel tejido las novelas de señoras enamoradas
fueran la fontanela de una niña recién nacida
o un tesoro incalculable adquirido con más dinero
del que mi esposa había tenido jamás
a ella no le brillan los ojos por el dinero
sino más bien por la cantidad  de espacio que su nuevo
salario puede ceder en esa grieta que ahora escupe
un mundo de papel y de metáforas sobre la pasión
y la autonomía y la trascendencia de unas mujeres
a las que sin duda le gustaría parecerse
al llegar a casa después de un mes de retiro
me fijo en cómo coloca la mochila junto a su estantería
favorita en cómo expone sus nudillos ante el hocico
de la gata melancólica para que se los olisquee
y también en cómo exclama con sorpresa lo extraña
que resulta esa sensación de regresar al hogar 
después de mucho tiempo y de que todas las habitaciones
parezcan más grandes de lo que eran
aunque en verdad en sus ojos nuestra casa
se refleje más pequeña que nunca

05 febrero 2017

Jugo de lulo en Cartagena de Indias.


Si muero 
te invito al sol
alma mía
y no olvides
llevar tu cuerpo
Gonzalo Arango


nunca le he pedido que me coma la polla
en todo caso
he empujado levemente con el borde de mis palmas
la barricada de su omóplato
levemente
sutilmente

nunca he sido demasiado sutil

para qué voy a serlo si me llamo hombre

[...]



(Cartagena de Indias, Colombia, enero 2017. 
Boceto de un nuevo proyecto de escritura 
con título provisional "Un hombre")

31 diciembre 2016

Mis libros favoritos de 2016.


(Creía que este año había leído poco, o que todo lo que había leído era por trabajo, pero haciendo esta lista me he dado cuenta de que no, de que han sido muchas cosas, y algunas muy importantes. He seleccionado 10 libros de poesía pues es el género que más he leído e investigado, del resto de géneros sólo he seleccionado 5. Muchos de estos libros los leí en casa, con Ulises entre los brazos. Otros en la oficina, para la nueva sección de PlayGround -PlayGround Books- que dirijo desde septiembre. Creo que aunque es una lista que refleja muy bien el año, me he dejado algunas cosas, especialmente en poesía, donde casi ha sido imposible elegir, y donde faltan muchos nombres. Con todo, aquí la selección. Muchas gracias por seguir mis recomendaciones en Instagram, Twitter o PlayGround. 2017 estará lleno de libros, aunque no lo parezca, aunque el trabajo, aunque los brazos llenos de hijo, aunque la falta de tiempo. Estoy segura.)

Poesía


1. El peor de los dragones, de Juan Eduardo Cirlot (Siruela)
2. Odes, de Sharon Olds (Knopf)
3. Conjuros y cantos, de Sara Torres (Kriller71)
4. Diván de poetisas árabes contemporáneas (Ediciones del Oriente y del Mediterráneo)
5. Tu vida rompiéndose, de Raúl Zurita (Lumen)
6. Configuración de la última orilla, de Michel Houellebecq (Anagrama)
7. Los eróticos y otros poemas, de Efraín Huerta (Ultramarinos)
8. Tuscumbia, de Lola Nieto (Harpo)
9. Copenhague huele a París, poesía danesa contemporánea, VVAA (Nórdica)
10. Houston, yo soy el problema, de Óscar García Sierra (Espasa)

Ficción



1. Cada noche, cada noche, de Lola López Mondéjar (Siruela)
2. Oona y Salinger, de Féderic Beigbeder (Anagrama)
3. La insólita pasión del vendedor de lencería, de Asako Iruta (Reservoir Books)
4. Quiltras, de Arelis Uribe (Los Libros de La Mujer Rota)
5. Nada crece a la luz de la luna, de Torborg Nedreaas (Errata Naturae)

No ficción



1. Un animal es una persona, de Franz-Olivier Giesbertt (Alfaguara)
2. Teoría del viaje, de Michel Onfray (Taurus)
3. Apuntes sobre el suicidio, de Simon Chritchley (Alpha Decay)
4. Metáfora y memoria, de Cyntia Ozick (Mardulce)
5. La muerte de los héroes, de Carlos García Gual (Turner)

Cómic/ilustrados



1. El príncipe del mar, de Kaori Ozaki (Milky Way Ediciones)
2. Juliette, de Camille Jourdy (La Cúpula)
3. Chiisakobee, de Minetaro Mochizuki (ECC)
4. La sed, de Paula Bonet (Lunwerg)
5. Érase una vez La Volátil, de Agustina Guerrero (Lumen)

Y algunos libros publicados antes de 2016 pero que leí este año



1. El resto del viaje, de Bernard Noël (Abada)
2. Sangsues, de Daisuke Imai (Casterman)
3. Las nadas y las noches, María Auxiliadora Álvarez (Candaya)
4. Qui mange des couteaux, de Zoé Jusseret (Fremok)
5. La imaginación pública, de Cristina Rivera Garza (Consejo Nacional para la Cultura y las Artes)

Pero lo mejor, mejor, mejor, mejor de 2016 ha sido...


(En la playa de Ana Gaviera, Pequeño Cartago, Cabo de Gata, diciembre, 2016)

22 noviembre 2016

Buganvillas en el jardín del hospital pediátrico.


cuando dijeron mira qué pollo tan lindo
no me imaginaba esto
el pitido de tu bronquio ardoroso
tu pelo sudado o que tocarte fuera
como pelar un huevo recién hervido
entre mimo y escozor
entre esmero y cuánto quema
en la cama contigua del hospital pediátrico
el vecinito dice no quiero que sea de noche
tu pelo liso tu bronquio liso tu sangre
excelente ya
cuando alabaron qué pollo tan bueno
imaginaba un pío quejica
y no esta dulzura con la que miras
las manos flacas de la enfermera
con el pie rojo punzado
con la máscara darth vader humeante
con la sonrisa de no saber qué es angustia
pollín herido todo templanza

28 agosto 2016

Baño en el lago de Sloterpark.

tú sabes muy bien que los poemas siempre tienen razón
Niels Frank

quería que la primera vez que vieras el mar fuera en el sur
más concretamente en el cabo de gata
y más concretamente aún en el arrecife de las sirenas
o en aquella cala hecha de escombros
entre las salinas y la fabriquilla
donde una vez en primavera tuve que lanzar rosas al azul
quería eso y fui egoísta
porque en vez de celebrar tu cuerpo en la arena
de cualquier playa divertida
yo quise llevarte a la de un recuerdo íntimo
mirarte vivo allí donde miré la muerte
y bautizar aquel encuentro
como una casualidad artificial pero memorable
sin embargo
el destino quiso que tus ojos se toparan en agosto
con el agua extranjera del mar del norte
y con el barro de los canales holandeses donde los patos
baten sus alas levantando las mismas gotas
que salpiqué sobre tu tripa
el último día de vacaciones en sloterpark
fue allí donde descubrí que el arrecife
es un lugar que sólo existe en mi cabeza
una imagen hecha de sal y espuma
que lo inunda todo y se parece a tu mirada
da igual la cantidad de veces
que te hubiera imaginado en el mar de los deseos
creo que lo que me libera del miedo y de la muerte
es verte vivo en todos y cada uno de mis paisajes





Ámsterdam, agosto de 2016
después de Volendam y Sloterpark

08 julio 2016

¿Te habrá cambiado mucho la vida, no?


cosas que han cambiado:
por ejemplo las peleas con papá son en silencio
por ejemplo si me masturbo después me lavo
las manos con jabón muy fuerte
froto muy fuerte si me masturbo y si me lavo
froto muy fuerte mis manos y mi conciencia
por ejemplo no hay tiempo para cocinar
como pan con aceite y un poco de gomasio
por ejemplo mi estómago es distinto
no tolero lo que tú no toleras
y mi cuerpo se resiste a adelgazar
por ejemplo los poemas los escribo por las noches
por ejemplo los escribo a escondidas por las noches
por ejemplo me importa la política
o tu futuro
o desear otro país
por ejemplo con ojeras también me veo linda
por ejemplo ahora sé qué significa muselina
pelele
dudú
por ejemplo tengo miedo a olvidar el carmín en la boca
marcar tu frente con mis labios
ensuciarte de rojo para siempre
por ejemplo nunca había amado de este modo
por ejemplo a veces me arrepiento
por ejemplo ya no quiero que los gatos duerman
en la cama
por ejemplo no me acuerdo de las cosas que han cambiado
creo que la vida siempre ha sido así
veloz y peligrosa
lenta y este ruido
brillante cuando estoy a vuestro lado

10 mayo 2016

Marzo-Abril 2016: mis 6 lecturas preferidas.


Un virus extraño que convierte nuestros sueños en paseos infinitos por los tejados de la ciudad —paseos que, en realidad, son un pretexto para el amor—. 
Un amor por el alcohol, un amor infinito por el alcohol: no os confundáis, no hablo de Bukowski sino de las dulces borracheras de Amélie Nothomb. 
Dulzura y cariño hacia los gatos. 
O gatos muertos en un riachuelo de una aldea japonesa, donde los huérfanos piden un poco de diversión. 
¿A quién le importa un gato muerto? ¿A quién le importa un cerdo, una vaca, un ratón? 
¿Y a quién le importa una adolescente que se tira desde lo alto de un edificio? 
¿Quizá habría sobrevivido si alguien la hubiera contagiado antes con el virus de los paseantes de sueños?
Ay,
no sé.
Marzo fue el mes del peso. El peso pesado y las patadas nocturnas.
Ay,
tampoco sé.
Abril fue el mes de Ulises. Mes suave. Mes increíble. Mes mi bebé nuestro bebé el bebé.
Ay,
hace 2 meses que apenas duermo, y las lecturas se me mezclan en la cabeza, como una sinopsis delirante, enorme.
Los niños locos de Taiyo Matsumoto en Sunny (ECC), el nuevo asesinato de Amélie Nothomb en Pétronille (Anagrama), la intriga y la ternura de Zidrou en El paseo de los sueños (Norma Cómics), el respeto a todas las especies de Franz-Oliver Giesbert en Un animal es una persona (Alfaguara), el duelo ebrio de Ben Brooks en Hurra (Blackie Books) o el amor por esos seres peludos que son los gatos de Charles Bukowski en Gatos (Visor).
Ay.
Perdonad que no diga más.
Llevo tres horas tratando de escribir estas líneas.
Me tengo que ir.
Bebé me reclama. 

15 abril 2016

Una semana de vida.


No eres humano. Tus orejas pequeños milímetros pequeños pequeños cómo van a ser humanas. No es humana tu manera de respirar. O ese corazón agitado que nació de un corte en el vientre. Corte que no es humano. No es humana esta manera de nacer. Esta manera de mecer. Esta manera de querer milímetro a milímetro, miniatura a miniatura, piel a piel-pequeña entre mis pechos. Me dijeron que eras persona, pero eres pez. U oso. O perro relamiéndose los dedos al sol. No eres humano ni persona: eres ictericia, pezonera, ombligo negro y pinza, ojos indecisos que me miran con asombro. No eres humano: sólo eres hueso baba. Hueso suave. Hueso enamorado de llanto y calor.