12 junio 2013

Escribir para curar (3 de 3): Laura Rosal.

Éramos hermanas porque éramos muy pocas -teníamos quince o dieciséis entonces-. Poblábamos la red en silencio con blogs de color azul y de color rosa y de color negro y azul y blanco y otra vez azul. Con Laura, Marta, Ruth y Marina compartíamos los días, la poesía diminuta y a Monelle. Éramos hermanas y luego vivimos juntas y seguíamos leyéndonos y yo perdí todos sus libros. Quizá porque También mis ojos (Cangrejo Pistolero, 2010) sea uno de los poemarios que más he regalado en los últimos años y nunca -jamás- lo tengo en mi estantería. Pero ella siempre escribe para curar y por eso a pesar de todo o de cualquier cosa o de lo que sea me reconozco en su voz que a mí también me sana: Laura Rosal. Con una libélula cierro el ciclo. Pronto más.


Et toi, qui es-tu?

Debo justificar lo que me hiere.

Soy el poeta. 
Borges


Cada vez me resulta más difícil nombrar la belleza. A mí, la que pasea entre las olas grises y se detiene a fotografiar los cuerpos amontonados. Cada vez más difícil nombrarla. A mí, la que camina sorda y muda y escribe tres poemas seguidos con la vista nublada. Con la sangre caliente.

Escribirlo en alguna parte escribirlo tatuarlo grabarlo con fuego hacer que sangre mordisquearlo pellizcarlo

Escribirlo en alguna parte
Que se quede que se guarde
Con llave, que resista que
Persista que te arroje al
Llanto que mueva la tierra
Que haga tambalearse
A cada cuerpo que sangre
Que sangre que no
Muera que te cubra con
Dulzura que te silencie
Que te proteja.
(Laura Rosal)

7 comentarios:

Anónimo dijo...

La mujer que te abandona.

Arnaudeguerau dijo...

Exelente poema de Laura y execelente Blog Luna

Anónimo dijo...

Hermosa Rosal

Anónimo dijo...

Cólico remanente

Anónimo dijo...

Qué ordenador usas?

Anónimo dijo...

¿cuántos dulces kilos pesas?

Anónimo dijo...

Enhorabuena. No se puede hacer más el idiota y estar más desplazada de lugar #sonar20