31 agosto 2009

Añorando lecturas, leyendo blogs amigos, escuchando Take Five con los auriculares del Vestax.



¿Tienes sueño? No ¿Tienes hambre? No ¿Has leído a Borges? No ¿Has comido sangre? Sí ¿Has tenido miedo? No ¿Has visto tu cara? Sí ¿Has visto qué gris? No ¿Has visto la cara de los otros? Sí ¿La cara de los que no se atreven a dar la cara? Sí ¿La misma cara de los que no tienen rostro? Sí ¿Has visto cómo se parecen vuestras expresiones? Sí ¿Has visto lo triste de tus facciones? No ¿Has visto hoy el cielo blanco? Jamás lo vi. Jamás el cielo negro, verde, transparente. ¿Alguna propuesta para seguir con nosotros? La única propuesta es muerte. La mejor apuesta es muerte. La mierda ortográfica es puntuación muerte. Punto. Punto. Me molesta el verbo. Thomas Bernhard pesa en los hombros. Ya no existe Bolaño. Dónde quedó Bolaño. Ya no existe Bukowski. A quién besó Bukowski. Leo a los poetas de mi tiempo (no generación). Los poetas de mi tiempo tienen nombres digitales. Tienen esferas. Tienen links y conexiones Wifi. Los poetas de mi tiempo granateoscuro, ruido por todas partes, poco que decir, pez susurro, leoneras o asesinos de espejos. Teclean blogspot. Acento perfilado. Teclean 2000. Aún tengo quemaduras del Lago. Aún muerdo mecheros. Tu zippo. Dónde quedó tu zippo. Nothomb, dónde quedó Nothomb. Valente, dónde quedó Valente. Tu vida, dónde quedó tu vida.

Revista Hache, septiembre 2009.


Junto a Javi Moreno, Jordi Doce y Camilo de Ory (entre otros muchos).


30 agosto 2009

Nightless night.


Hoy daré el último ladrido. La luna se acerca como la sangre plena. Cumplo ciclo, aúllo, aún creciente. No me gusta ladrar. Pienso. Me gusta decir las cosas en voz baja. Susurrarlas. Decir. Qué. Y ahora. Dónde. Esta noche olvidaré las dos últimas palabras. La Carne y el Miedo. Las despreciaré para olvidar a quienes no las entendieron. En la mesa la escuela empirista, la hermenéutica y la tradición crítica. Cómo os odio. Pienso. Cómo os odio aquí y dónde. Me recuerdo hace un año. Me recuerdo hace dos años. Vistazo rápido a la estantería: La herida costumbre (hola, Lara Moreno, hola, léeme un poema), Sembrando hogueras (hola David González, hola, dame una calada) Furor y misterio (adiós René, Renecito, Renecinito Char, adiós querido, dame un fruto ciego para que pueda verte). Me rodeo de ellos porque me anulan. Me rodeo de páginas para admirarlas. No sé hacer lo que vosotros hacéis. No puedo mirar como vosotros miráis. No puedo girar la muñeca. Ni tocarme la nariz con la lengua. Ni poner un ojo en blanco. Ni sacarme las pupilas. Ni lamerlas. En el parque de los perros una señora lee el Periódico y pasa despacio por la página negra: me levanto, hago pis, husmeo, me acurruco a su lado, le chupo la oreja. Háblame de libros. Háblame de lo único. La luna se acerca como la sangre plena. Entristezco.

Sugar free red bull en Quimera.





Me gusta Malasaña, me gustas tú.


Permanezco a la escucha. El autobús nocturno es género literario y es mentira (como todo género, como toda literatura). El autobús, último tortazo. Miro mi mejilla. Nada es triste, pero escuece. Qué voy a hacer. Je ne sais pas. Apenas niebla.


28 agosto 2009

Hole in the middle.


No sé cuánto tiempo hace que no escribo un poema. No sé si alguna vez he escrito un poema. Mi género no es la poesía, mi género no es El Poema, mi género es el árbol de la ventana que desde hace tanto amenaza al otro lado del cristal. El árbol me nombra desde que existo, y yo nombro al árbol. El cuarto en el que habito es el mismo de mi padre. Donde el vivió. Donde él leyó Poema. Donde él escribió mi vida como si fuera gotelé. Escribo los últimos ladridos. Ya no son ladridos. Ya sólo son pequeñas voces que se apagan. Escribo pero no escribo porque no hay poema. El Hermeneuta me quiere salvar. El Hermeneuta me da libros: Tavares, Bernhard. Me da libros para que los devore en mi cuarto. Para que mi cuarto no me devore a mí. Para que lea, para que lea, para que lea y no preste atención al árbol. Porque lo miro. Árbol meduseo. Y apenas sostiene la luna.


27 agosto 2009

De vuelta a Complutum: Thomas Bernhard o Cómo castigarse las entrañas en verano.


El pensamiento del suicidio como único pensamiento ininterrumpidamente eficaz no lo teníamos sólo cada uno aisladamente, todos teníamos ese pensamiento ininterrumpido, y a unos los mató en seguida ese pensamiento, y a otros los dejó sólo rotos ese pensamiento y, de hecho, rotos para toda la vida (…)

Thomas Bernhard


26 agosto 2009

Your work, your poems, your man.


Desear principios de agosto y querer que ya sea octubre. Se acaban, poco a poco los ladridos. El aire gris de las fotografías. La cena. Alguien envenenó la última rima del verano y ahora todo vuelve a ser desierto. Escribo a Liz Norton. Le digo: Liz, no hay Archimboldi. Liz, ama a Hermeneuta. Liz, no eres poema. Liz, márchate ya. Desear diciembre (pero algunos sólo comprenden la superficie). Desear diciembre. Desear diciembre.


18 agosto 2009

Heartbeats: cosas que destrozan el organismo.



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Leo ficción de la que duele. Fante me destroza el hígado. El lago es frío. Agua congelada para el corazón. Paro cardiaco. Escribo ficción de la que duele. A él le duele. A mí. Recibo un e-mail: tienes que ser más punk. ¿Qué es ser punk ahora, en este momento, en este preciso instante? Digo Punk: Bidane pregunta qué es Punk. Bidane tiene tres años. No sé qué es Punk. Contesto. Es una fórmula, quizá, una etiqueta que aquí no existe, en esta ciudad, en este barrio, en este preciso lugar. Bidane es linda. Fante me destroza el estómago. Y todo duele.

"Monja borracha de Dios".





Incluso leí un libro de poesía. Aquel libro me puso enfermo, y dije que nunca volvería a leer otro. Aquella poetisa me cayó fatal. Me habría gustado verla unas semanas trabajando en una fábrica de conservas. Seguro que la experiencia le cambiaba el estilo.
John Fante

13 agosto 2009

Camino de Munich.


Esta chica tiene todo lo que yo odio. Leo. Este mundo tiene todo lo que yo odio. Pienso. Por eso me voy de la Ciudad, para respirar un poco. Llevo a Fante y a la Sontag en el bolsillo. Llevo los versos de Riechmann pegados a las muñecas: lo más urgente, poesía con valor de uso, lo más nefasto, poesía sin valor para el cambio. Treinta grados. La chaqueta atada a la cintura: esta noche el frío alemán, el acento extraño, la lejanía. Me acercaré y me alejaré como Monelle. Nada me retiene aquí salvo lo único. Algo me retiene: lo que echaré de menos.

11 agosto 2009

Poetique de la ville II.

La renovación de la tecnología es un gesto, una efusión del instinto de muerte.

Eloy Fernández-Porta


Frapuccino visceral.


Llegará un momento en el que hablar de la palabra no sea suficiente. Sentada en el bordillo blanco de Cala Aruega. Confirmo las escenas, no el poema. Confirmo impaciente las escenas. Y mientras te espero, dos gorriones me salpican con belleza antirreglamentaria.

09 agosto 2009

Yo no era más que el tiempo que pasaba a través de mí.*




Editoriales que unen, como Alpha Decay o Periférica. Bebidas que unen, Heineken y Zero. Dulces que unen, la gelatina y los nachos. Enséñame a leer Machado. Escucho. Enséñame a leer a Fernández Porta. Digo. En la ventana: esto no es Madriz. El árbol de siempre comienza a oscurecer. Agosto o mueres. Escucho. Lola o muerte. Miro. Y hace demasiado tiempo que no pienso en La Bola de Nieve Derretida: la Bola de Nieve que derrite el mundo, que derrite mis ojos, que me ahoga. Hace tiempo que no pienso en la Angustia. Valérie Mréjen me recuerda cómo pronunciar el corazón. Le coeur, le coeur, la pute, le coeur. En mis manos, la agria periferia me une a la escena. Y escucho el miedo.

*Annie Ernaux

07 agosto 2009

Poemas para un narrador. O Más estéril que tú. O La luna baldía. O Escena de Amor. O qué.


Te miro: escribes. Te llamo: escribes. Te beso: escribes. Y lejos, al otro lado de la pantalla, en distintas ciudades, en distintos mundos, cuando pienso en ti o te envío voces románticas: también escribes. Envidio el teclado. La estrategia. La actitud. Te digo: escribo. Y en cinco minutos he terminado y luego leo o bailo o tomo un vaso de leche bien frío y luego vuelvo al poema y quito versos y siento otros cuantos y borro el poema entero y mientras, tú: escribes. Mil palabras, novecientas, mil y una, tres mil. Te llamo: escribes. Preguntas: no tengo nada. Eres estéril, dices. Como la poesía misma, contesto.

05 agosto 2009

Deseo al poeta Smirnoff.

La Belleza acaba en Fealdad, el destino de la Juventud es Marchitarse, la Vida sólo es un lento proceso de Putrefacción, Morimos cada Día. Menos mal que siempre nos quedará Mozart. ¿A cuánta gente habrá salvado la vida Mozart?

Frédéric Beigbeder


02 agosto 2009

En el coño del mar.



(muerde)

Terciopelo submarino. No vomito.Todo lleva carne. How low. Construcción. This winter never ends. El yo y el ello. Devenir perra. Quimera. Pecho. Pez muerto. Tara. Las uñas de tus pies pintadas con sangre de mar. Libre. Ladra. Puta. Como una arcada: las páginas que no he leído, el vinilo, tu tabaco. Como una arcada. Vienen las imágenes a mi vientre. No vengáis, imágenes. No vengáis. Que el flashback es la muerte. Que el flashback no es el mar.

Pegado a tu espalda con el pelo por la cara.


—Te digo que la poesía manifiesta preocupantes síntomas de léxico depauperado —dice Chief— precisamente por haber elevado a la categoría de sublime tres o cuatro campos semánticos: la naturaleza, la corporeidad…, ya me entiendes.

—Y yo te digo que no es posible leer poesía siendo tan cuadriculado como tú eres.

Empieza a caer una tormenta sobre Madriz, pero ni a Pleo ni a La Font le interesa lo más mínimo la imagen de las gotas que reptan por el cristal hasta fundirse en otras gotas o algún marco

(…)

A.J.R