29 diciembre 2013

Beyoncé no come carne.

Mi caballo detenido bajo el árbol lleno de tórtolas, silbo un silbido tan puro, que no hay promesas en sus riberas que cumplan todos estos ríos. (Hojas vivas en la mañana son la imagen de la gloria)...
Saint-John Perse

28 diciembre 2013

De juventud, primeros libros y otras bestias.

Teníamos
caballos blancos para destruir
caballos rojos para el miedo
azules para el frío
verdes para el arrepentimiento
y tan solo un par de horas
hasta amanecer.
Emily Roberts

Los poetas jóvenes españoles que más me interesan son aquellos que con sus primeros libros (o incluso plaquettes, o incluso blogs) logran conquistas. La conquista de una temática, la conquista de una estética, la conquista de un discurso, la conquista de una voz... Se suele decir que no podemos pedir mucho a un primer libro (y menos si la edad con la que el autor lo publicó se comprende entre los 18 y los 25 años), pero yo creo que sí. Que debemos hacerlo. Es nuestra obligación como lectores de poesía y también, incluso, como compañeros de obsesión.

Desde la publicación de Tenían veinte años y estaban locos hasta la fecha han pasado muchas cosas. Han salido a la luz muchos libros y antologías de autores nacidos entre 1980 y 1995, y se ha establecido una plataforma muy interesante y variada de interesados en el género. De los aparecidos en la antología, me han interesado especialmente los caminos que han tomado firmas como las de Unai Velasco, Berta García Faet, Alberto Acerete, David Leo García y Ruth Llana. Sus voces sólidas han construido libros con una forma y contenido muy especiales. De quienes por distintos motivos no aparecieron en aquel libro, mis favoritos son Elena Medel, Layla Martínez, Elise Plain, y Pablo Fidalgo Lareo, pues al igual que los citados anteriormente, me parece que logran diferenciarse del resto, y proponer unas estéticas reconocibles y potentes.

Siempre me pregunto cómo sería aquella inocente y juvenil antología si tuviéramos que configurarla ahora mismo. Qué nombres seguirían aquí. Qué nombres desaparecerían (por el simple hecho de que en pocos años han dejado de escribir o se han dedicado a otros campos). Qué nuevas propuestas han nacido (se me ocurren voces que me asombran, como las de Guillermo Morales Sillas, Ángela Segovia, Arturo Sánchez, C.L. Andrada; voces que me prometen, como las de Sandra Martínez, Aitor Francos, Cristian Piné, Sara Torres, Rosa Berbel; o voces que normalmente me han sido más ajenas pero que encuentro interesantes y representativas, como las de Jorge Heras, Adriana Bañares). Siempre me pregunto cómo habría sido la selección ahora, decía. Ahora que mi gusto quizá esté más definido. Ahora que el panorama es más amplio y creciente. Ahora que muchos seguimos teniendo veinte años, pero nos sentimos menos locos y más cansados.

Es muy difícil conquistar algo. Es muy difícil que un primer libro (o una plaquette, o un blog) conquiste algo. Pero si os he contado todo este rollo previo es porque creo que en Animal de huida, la joven escritora Emily Roberts ha alcanzado algo bueno. Emily Roberts nació en Ávila en 1991. Ha publicado varios relatos y poemas en antologías, revistas y demás. Conmigo ha colaborado en varios proyectos, como Tenían veinte años y estaban locos, la versión digital de Sangrantes y la traducción de Kendra Grant Malone en Vomit. Hace poco publicó su primera novelita, que no me gustó demasiado porque se le veían las costuras, y me pareció un tanto cursi. Luego leí relatos suyos inéditos y sí me molaron más. Siempre he pensado que es muy buena lectora (Alice Munro, Juan Benet, Anne Carson, Andrés Barba, Dorothea Lasky...), y que si se dejara llevar un poco más (su literatura me parecía escrita para complacer al profesor de un taller de escritura) sus textos lograrían ser más interesantes.

En cuanto a la poesía de Emily Roberts, tres cuartos de lo mismo. Desde el principio he visto algo ahí que me llamaba a leerla y a apoyarla, pero también me parecía que en ocasiones se movía por modas, e incluso hace años llegué a mandarle un email algo crítico para aconsejarle (como lectora) que dejara de imitar lo que en ese momento hacían otras tantas blogueras. Creo que los referentes nunca han de ser tan cercanos. Que las conquistas han de ser propias. De nuevo, si se dejara llevar, lograría algo más interesante, tanto para ella misma, como para quienes la leemos.

Sin embargo, Animal de huida me ha parecido un paso firme. Al contrario que otras poetas nacidas de la blogosfera y cuyas propuestas, por el momento, no me parecen nada originales (copias de copias, bosques demasiado cursis, enfermedades demasiado fingidas, pizarniks y plaths demasiado evidentes, sexos muy loquetes), Emily Roberts ha logrado dar un paso más allá, y con ese paso, varias conquistas. Si bien el estilo aún es despreocupado con la forma y muy cercano a la escritura automática de un blog, temáticamente ha hecho suyos la ternura de la infancia, la literatura como forma de amar y, sobre todo, el hecho de sentirse extranjero. En Animal de huida, el poeta no tiene hogar, porque todos los hogares son posibles. No tiene madre, porque todas las madres son posibles. No tiene amante, porque todos los amantes son posibles. Emily Roberts es sinónimo de transporte. Su poesía es la poesía del viaje y de la ciudad abandonada.

Un primer libro de poemas con sabor a primer libro de poemas, su interior contiene cuatro íes que lo delatan: inocencia, infancia, indagación, inquietud, pero también está repleto de versos muy bellos (Me encontró en la selva. Quería trazar un mapa. Quería domar una fiera. Llevármela a casa. Me encontró aprendiendo cómo acariciar), reflexiones ingeniosas (Ahora el amor es un género/ de serie B/ que me invento/ cuando no puedo estar contigo), grandes verdades (El resultado de haber leído solo fue/ sed/ e insatisfacción) y anotaciones tremendas (Imagina morir si lo dices en voz alta).

Animal de huida es ese tránsito, esa espina que hay que quitarse para seguir creciendo. Para seguir escribiendo más y mejor. La primera parte es Holanda, y está compuesta por una sucesión de poemas que nos llevan desde el nacimiento del poeta (o bestia) hasta el momento en el que este se da cuenta de que después de tantos años “queriendo ser libre”, el mundo que ahora se presenta ante sus ojos es extenso y terrible. Sólo contando rasguños, penas y fracasos, sólo superándolos, el poeta o bestia logrará cruzar la frontera entre lo cálido de su pasado y el frío presente. Después de Holanda, viene un pequeño apartado titulado Ritos. Desafortunadamente este apartado rompe con el ritmo de las anteriores sesenta páginas, es redundante en la temática y contiene poemas algo ñoños. Pienso que estos cinco poemas de Ritos sobran y que el libro habría acabado de una manera brillante con los versos de la página 59: Y cuando el animal quedó libre, dejó de correr

Es mi obligación como lectora de poesía y compañera de obsesión decir todas estas cosas, las buenas y las malas, del primer libro de poemas de Emily Roberts, aunque siempre es complicado hablar de la obra de un contemporáneo. Sobre todo cuando tiene tu edad, cuando los dos os veis en la misma situación, cuando los dos tratáis de hacer lo mejor con vuestras respectivas letras... Me hace mucha ilusión que Emily haya publicado este libro, y sobre todo me hace ilusión pensar en qué podrá escribir después de Animal de huida. Una vez hechas las primeras conquistas creo que es más difícil equivocarse, o dar pasos en falso. 

Hace unos días escribí un post para Barcelonés en el que recomendaba algunos debuts literarios de este año. Sin duda, el de Emily Roberts está en esta lista de bonitas sorpresas. Así que si tú eres lector de poesía y quieres saber qué fue de Tenían veinte años y estaban locos, o cuáles son las voces que están emergiendo poco a poco en nuestro panorama, cómprate Animal de huida, y cómprate Ellos son mejores, y cómprate En este lugar, y cómprate El libro de la crueldad, y cómprate 72 demonios, y cómprate Pan para la princesa, y cómprate La educación física, y cómprate, cómprate, por favor, compra y lee poesía. 

27 diciembre 2013

La poesía de la 89plus.


Después de 89plus clubhouse y de las lecturas en el 89plus Marathon de Londres, llega este número de Chutzpah!, una importante revista de literatura publicada en China (tanto en chino como en inglés) y editada por Ou Ning. Me hace mucha ilusión poder colaborar en este número dedicado a lo que ellos llaman la "Generación Diamante", así como haber podido ayudar con la selección. 

Es gratificante ver que al lado de nombres de poetas que escriben en inglés, por fin este tipo de proyectos se animan a sumar a autores del resto de Europa o Latino América: Nanna Juul Lanng (Dinamarca), Miguel Rual (España), Vlad Pojoga (Rumanía), Lieke Marsman (Holanda), y sobre todo el genial David Meza (México) terminan de poner color a esta especie de antología tan interesante (con Harry Burke, Gabby Bess, Rachel Allen, Jacob Steinberg y Sophie Collins).

Tengo muchas ganas de leer, además, los poemas en inglés de Yu Youyou (China, 1990), joven autora con la que he intercambiado algunos emails con la esperanza de poder traducir sus textos al español para Tenían veinte años y estaban locos. Gracias a Ou Ning, y a Austin Woemer por su trabajo. Y mil gracias más a Jacob Steinberg, quien además de colaborar con poemas, ha traducido al inglés los extensos textos de Meza, y también mi tumba del marinero... Os animo a descubrir a cada uno de estos autores.

Seguimos.

20 diciembre 2013

¿Los 10 post más leídos de 2013?

Aleksandra Waliszewska

Esto es lo que ocurre cuando hago un repaso a las estadísticas del blog:

1. Niñas desnudas. Niñas locas. Niñas rosas (marzo):

Es muy gracioso que este post sea el más leído del año. Posiblemente el tiempo pasará, y lo seguirá siendo, pues poco tiene que ver su "interés" con el contenido. Lo publiqué en marzo a raíz de la salida a la venta de la nueva edición de Poetry is not dead (2010, en la desaparecida DVD Ediciones, 2013 en La Bella Varsovia). Según Google Analytics son más de 7000 usuarios los que han entrado a mi blog desde aquel momento buscando a unas "niñas desnudad". Qué mundo loco. Cuánto pervertido. 

2. La jungla, un poema (febrero):

Aquí anuncio la publicación de mi poema La jungla (perteneciente al libro que desde hace dos años vengo escribiendo, titulado Los estómagos) en la genial revista Kokoro. También me sorprende que tenga tantas visitas y, sin duda, os lo agradezco. El título, como podéis imaginar, viene de uno de los libros más brutales que he leído en los últimos tiempos: La Jungla, de Upton Sinclair.

3. La siempre polémica Marie Calloway (enero):

Los impresores de Tryant Books se negaron a sacar este libro, por lo obsceno de sus páginas. Eso me impresionó. Pensé que seguramente si Calloway fuera un hombre no hubiera causado tantos problemas. Me compré el libro por Amazon y lo leí divertida. Al final no resultó ser nada del otro mundo, pero sí se trata de un fenómeno gracioso y considerable dentro de la Alt Lit estadounidense. Se lo recomiendo a las blogueras locas que quieren leer a otras blogueras locas.

4. Mis diez libros favoritos de 2013 (diciembre):

Este post lo publiqué hace unos días, y poco más puedo decir. Desde 2010 me he sumado a la moda de elegir mis libros preferidos del año. Desde entonces, cada enero abro un documento word en mi ordenador y voy anotando una lista de mis lecturas favoritas. Si os soy sincera, esta año me he cansado bastante de las novedades. Cosas del trabajo y de la rutina. Sin embargo, desde 2014 seguiré ahí para poder contaros cuáles son mis libros preferidos, y cuáles creo que más podrán gustaros.

5. La tumba del marinero, un libro (marzo):

Marzo fue uno de los mejores meses de este año. Una vez terminadas varias traducciones que me tuvieron enero y febrero encerrada, me mudé de piso, dejé de fumar, dejé de salir tanto para procurar tener una vida sana, empecé a cocinar, a interesarme por la meditación, a trabajar desde casa y además publiqué La tumba del marinero en La Bella Varsovia. Como sabréis, este es mi cuarto libro de poemas, aunque a mí me gusta pensar que es el segundo, ya que creo que los tres primeros pertenecen a una misma etapa que La tumba sin duda cierra. El trabajo de Elena, Alejandra y Alberto es inigualable. Y el cariño que muchos de vosotros habéis mostrado desde que salió a la luz es una pasada. Millones de gracias.

6. ¿Por qué cuando Vice, PlayGround o Disorder hablan de libros lo hacen mejor que muchas webs de literatura? (agosto):

Desencantados con los suplementos culturales y con la mayoría de webs dedicadas a la literatura que conocemos, a veces da la impresión de que los lugares en los que encontraremos artículos verdaderamente interesantes sobre libros serán revistas de moda o de tendencias. Este año PlayGround ha sido muy importante para mí, y más importante lo será a partir de 2014. Pero eso ya es otra historia.


Este ha sido el año de los viajes mágicos. Rumanía en septiembre y Reino Unido en noviembre. Se quedó atrás Nueva York, pero hasta nuevo aviso, porque ya estamos organizando nuevas lecturas con Jacob Steinberg, o para presentar Vomit, espero que a lo largo de febrero. 2014 también estará, espero, lleno de viajes. Hoy mismo he tenido que rechazar uno de los proyectos que más ilusión me hacía de toda mi vida, algo relacionado con París y con la escritura. Sin embargo ahí están Estados Unidos y China en el horizonte. Sé que el trabajo merecerá la pena. Sé que los cambios merecerán la pena. Sé que los proyectos que me ilusionan saldrán adelante de una u otra manera. Este post es un reflejo de uno de esos viajes mágicos. La lectura de Museo de Cánceres (poema perteneciente a La tumba del marinero) en el 89plus Marathon de Londres, junto a Sam Riviere. Gracias por los comentarios. Y gracias por la polémica: eso siempre anima la sección de comentarios de esta casa.


Me autorregalé este libro en Sant Jordi y mereció la pena. Una historia cultural de la mierda, divertidísima y muy bien escrita. De hecho, este libro de Florian Werner es uno de mis preferidos del año. La cita, por lo que veo, causó sensación. A veces la gente llega a mi blog buscando "niñas desnudas", pero también buscando "pensar la caca". Por favor, leed a Werner.


Otra vez Marie Calloway en esta lista. Pero aquí junto a Sheila Heti (BUENAS NOTICIAS: viene en mayo al Primera Persona) y Gillian Flynn. Esta es una columna que publiqué en S Moda a propósito de la nueva "concepción del amor" en los libros de las tres autoras citadas. Colaboro en S Moda desde septiembre de 2012 y casi nunca suben las columnas a la red. Cuando tengo ocasión, las comparto aquí con vosotros. Me lo paso muy bien escribiendo para este medio, sobre todo porque llego a unos lectores completamente distintos a los que normalmente leéis este blog. A veces recibo emails de lectores de la revista que me comentan cosas en las que yo nunca me había detenido, y eso es maravilloso.

10. La escoba del sistema (enero):

Este ha sido el año de David Foster Wallace, también el de Plath y el de otros muchos autores que cumplían centenarios de tal o de cual, pero sobre todo el de David Foster Wallace. Su maravillosa biografía, su libro de ensayos inéditos, y la publicación de La escoba del sistema en Pálido Fuego han hecho que sus lectores y fans estuviéramos más que contentos. Este post no es otra cosa que un chiste. Me puse a limpiar la casa (la anterior, la de Rambla del Raval), vi el libro, y no pude evitar pedirle a Ibrah que me hiciera una foto... Y bueno. Esa es toda la gracia. 


Aquí se acaba el post. 

19 diciembre 2013

No recuerdo el nombre de esta flor.




and your mouth is an open mouth in the dark
come home
Crispin Best

Por favor. Háblame más de la oscuridad. De la diferencia entre decir no y decir no. Tengo una casa pequeña. Dos gatos que duermen. Una flor para mí. Por favor. Háblame del futuro. De qué ocurrirá cuando la casa esté sucia. Los gatos despiertos. La flor para mí. Háblame del año que viene. De todo lo que he cambiado. Del precio de un vino amarillo que ya no fluye.

17 diciembre 2013

“One is too many, and a thousand is never enough.”

Socialmente aceptada. Anunciada en la televisión como si fuese una simple Aspirina. Consumida a puñados por miles de niños y de adolescentes: la nueva droga de moda se llama Adderall, y no hay botiquín familiar en todos los Estados Unidos que no guarde una de esas medicinas aceleradoras en su interior. Píldoras supuestamente creadas para que tú, como buen padre, no tengas que preocuparte más de que tu hijo sea un niño. Adiós hiperactividad. Adiós trastorno de déficit de atención (TDAH).
La causa de este auge es sencilla. Un reciente estudio demuestra que el aumento de consumo de Adderall es directamente proporcional a la publicidad que desde hace veinte años se viene haciendo de este tipo de medicamentos. Lo que nos lleva a pensar que quizá la droga de moda en realidad sólo sea el reflejo de “la enfermedad de moda”. Un ejemplo más de nuestro espíritu hipocondríaco y consumista. Si la televisión nos dice que nos curemos —incluso si no estamos enfermos—  tendremos que hacerlo, ¿verdad?

13 diciembre 2013

Unai Velasco, the winner.




Hoy han concedido el Premio Nacional de Poesía Joven al poeta Unai Velasco, y yo estoy muy contenta porque su primer libro es una pasada, y estoy feliz por él porque su poesía es una de las más distintas y alucinantes de todo lo que se está haciendo actualmente en España, y también me mola que gane, porque es mi amigo y lo quiero, y me hace saltar de alegría también que al fin se reconozca el labor de una editorial pequeña, como es Papel de fumar (actualmente reconvertida en Esto no es Berlín). 

Un día alegre para la creación joven. Un día alegre para el futuro de este género. 
Ahora, a celebrarlo.

11 diciembre 2013

Mis diez libros favoritos de 2013, y algo más.

Aún quedan días para que acabe el año, pero yo estoy deseando cambiar de fecha desde hace mucho tiempo. 2013 ha estado lleno de buenas noticias (los viajes a Londres y Sibiu, la mejor salud de mi madre, el nacimiento de Grétel, las cenas en casa de Mai, la llegada de Yummy a casa, la publicación  y segunda edición de La tumba del marinero, el nuevo trabajo de Ibrah, el éxito de VOMIT, la participación en la nueva edición de Cartas de cumpleaños, haber dejado de fumar, lo que aprendí junto a Silvia Querini, las cervezas con Sylvia & Ted, el trabajo junto a Jacob, Jesús y Marisa, la meditación, mis libros nuevos de cocina, la publicación en China, la publicación en Argentina, Orange is the new black, la colección de botellas de vino bonitas anunciado un año lleno de noches especiales con Ibrah, con quien pronto cumpliré cinco años de relación, el nuevo tatuaje hecho por Leticia, el Oddland, etcétera). Pero también de cosas malas (la hospitalización eterna de mi abuela, la muerte de Drac, la enfermedad de Delhi, mi desencanto intermitente con el mundillo literario, la cancelación del viaje a Nueva York -hasta nuevo aviso, quizá febrero-, la confirmación de que mis manchas en la piel seguirán creciendo, y creciendo, y creciendo, haberme cortado el pelo -echo de menos la melena-, no haber pisado Madrid en seis meses, el robo en la calle Elisabeths, la falta de dinero en momentos terribles, el agobio a la hora de no poder llevar a cabo proyectos bonitos, el no haber podido casarnos todavía, el anónimo a quien tuve que denunciar a la Policía, etcétera).

Aún quedan días para que se acabe el año, decía, pero me apetece compartir ya con todos vosotros las que creo que han sido mis lecturas preferidas de entre lo publicado en 2013, no sólo en España, sino también de entre las novedades editoriales que he podido leer del extranjero. Y bien:

1. La trama nupcial, de Jeffrey Eugenides (Anagrama): 
2. Poesía completa, de Anne Sexton (Linteo)
4. Taipei, de Tao Lin (Vintage)
5. Divorcio en el aire, de Gonzalo Torné (Literatura Mondadori)
6. ¿Cómo debería ser una persona?, de Sheila Heti (Alpha Decay)
7. [Imperia], de Daniela Camacho (El perro y la rana)
8. La materia oscura, de Florian Werner (Tusquets)
9. La colmena, de Charles Burns (Reservoir Books)
10. Alone with other people, de Gabby Bess (CCM)

Libros, todos, repletos de amor, de dudas, de enfermedad, de vísceras, de sexo, de juventud, de lucha por la vida, de drogas, de mucho futuro. Libros que han destacado un lugar importante en mi corazón y en mi imaginario, y que me han ayudado a escribir, a tener ideas y a compartir. Aunque esos son los diez más importantes para mí, me dejo otros tantos en el tintero que no quisiera dejar de mencionar: Comí, de Martín Caparrós, Mi vida sin Julio Verne, de Sonia Fides, Virus tropical, de Power Paola, Ebrio de enfermedad, de Anatole Broyard, Así es como la pierdes, de Junot Díaz, o Mi vida querida, de Alice Munro. 

Y más allá, mucho más allá de las novedades, sé que este año no hubiera sido lo mismo sin tres libros, o más bien, tres figuras de la poesía que me han acompañado y arañado prácticamente cada día: Max Blecher (desde que Nerea me lo regalara hasta que Vlad, Catalina y Rita me lo recitaran en Sibiu), Joyce Mansour (la madre de mis estómagos) y por supuesto el gran Gary Snyder (maestro, en todos los sentidos, él me ayuda a liberar mi mente, a vaciar mi mente, a limpiar mi mente hasta que ya no queda mente, sólo aire).

Eso es todo por el momento. Gracias, Max. Gracias, Instagram. Gracias, restaurantes veganos. Gracias, Miley Cirus. Gracias, Sylvia. Gracias, lectores. Gracias, Kölch. Gracias, Walter White. 

Seguimos por aquí. 

10 diciembre 2013

Destellos y silencio, pequeña antología de la poesía joven europea (6): Rita Chirian.

Begoña García Alén 


Rita Chirian (Rumanía, 1982) es una de las poetas más importantes del momento de su país; pero también, me aventuraré a decir, de Europa; pero también, diré, del Mundo. Traductora, profesora de Literatura en Sibiu y autora de tres libros que han sido un fenómeno a nivel nacional. Su último libro publicado es Asperger, un volumen cuyas temáticas son la enfermedad, el egoísmo, la juventud, la ficción, la magia, la superación del dolor, la Literatura. 

Pienso mucho en su Asperger cuando trato de delimitar una línea que una a todos los escritores jóvenes que desde hace un tiempo vengo leyendo. Precisamente hace poco la periodista Begoña Gómez publicó en La Vanguardia un artículo a propósito de la "Generación Asperger" (la también conocida Alt Lit), un nombre que ya se venía utilizando en los blogs y en las revistas de EEUU y que define a esta generación literaria creciente. Es curioso, ¿verdad? Que sin conocerse los unos a los otros. Sin haberse leído. Sin tener la mínima idea de que sus nombres podrían existir más allá de sus ciudades, una palabra, una enfermedad y una literatura acabaría por unirles.

Rita Chirian me recuerda a Dorothea Lasky, pero también a David Meza, o incluso a Layla Martínez. Tiene algo de bruja, algo de hada, algo de surrealista, algo de domadora de bestias.

Conocí a Rita Chirian hace a penas unos meses. Vi su cabello rubísimo aparecer en una sala en la que leyó sus poemas con una voz fuerte y perfecta. Lo hacía en rumano, pero yo sentía como que la entendía, porque su rostro era expresivo y su poesía me golpeaba.

En esta ocasión he contado con Daniela Camacho para que me ayudara a poder publicar uno de los poemas de Rita en español. Eterno agradecimiento a Daniela, por su ayuda y apoyo con este proyecto. Eterna alegría, además, pues ver juntos dos nombres de esta talla es una verdadera gozada.

Y ahora atentos, silencio, que vienen, son destellos:




DIVISIÓN


y preguntaste cuál era mi poema favorito, y yo quería contarte una pequeña y confusa historia, sobre un verano tormentoso y zapatos llenos de barro, sobre un techo y las uñas recortando círculos y líneas, y sobre el agua que no es suficientemente profunda todavía, acerca de un gato castrado y su encuentro casual con una luciérnaga, sobre una mujer con labio leporino golpeando la fina madera de la puerta, día y noche, gritando, ¡si estamos juntos aquí!, ¡horarios!, ¡higiene!, y de los días con cajas perfectas y alineadas, me desharé de todo, me adoraré hasta los 30, y sobre los gestos diminutos de inventar un orden y un límite, acerca de los pies fríos y pequeños corazones que puedes tomar con dos dedos, y piensas: una pequeña y confusa historia sobre la vaga desesperación de enero y sobre la pesada desolación de las farmacias nocturnas, sobre un cenicero hecho pedazos, la patada de reproche, el llanto con hipo de yo-no-quería, sobre los primeros platos y los vasos de cristal muy grueso, y sobre la improvisación de trampas para los animales de la casa, sobre el sabor metálico de los sótanos y sobre las pelirrojas a quienes estás silbando algo que ya no recuerdas, y luego rodar escaleras abajo, y el delgado hilo de sangre, sobre vasijas que propagan una flora sin color, sobre un hombre joven que habla incesantemente de pianos verticales, ¿cómo los llaman?, y acerca de las gotas de sudor que son las palabras más nuevas, uno-dos-tres, y sobre una mañana que comienza con remolinos de nieve, y quien abandona es, primo, un cartógrafo, niño idiota, largo de aquí, y tú, recoge tus cosas, maldito, acerca de páginas húmedas y entrecortadas y ropa puesta a secar en el radiador, ojos y nariz, medio cuello, y sobre un lugar desde donde vemos las luces de la ciudad, y los pensamientos alienados, el hilo de sílice está ahora en uno de sus bolsillos y muy pronto dará latigazos al aire, aquí nadie escuchará el zumbido, nadie verá los dedos agarrando, y sobre la inflamación, remembering is not equal to politeness strategy, igualmente, cada vez que él –, la máquina advierte y prohíbe y castiga, y sobre un índice tenaz, tontos, gallinas, pregunta, ¿con qué ingresos puede justificar el uso de pieles, señora?, y sobre el aroma de las habitaciones sin luz natural, sobre abultados cojines escarlata, sobre decorados lacados en las paredes, tortugas y elefantes sabios, acerca del amor como juego de manos, baby, sobre las manchas de carmín lavadas con lejía, y sobre los pequeños gusanos internos, su pulpa neuronal y su gin sentimental, pero nadie meterá ahí la cabeza, ni siquiera tú, asesino despistado, y sobre un hombre limpiando el desastre, sobre las alcantarillas tragándose el temblor y la náusea, y recuerdas: una pequeña y confusa historia sobre gorriones que se precipitan hacia la rejilla del calefactor, y sobre ese malicioso baño de polvo que es cada vez más parecido al dolor, y acerca de las carreteras, y un tercio de cielo despejado, suficiente al fin, y sobre los abrazos hacia dentro, sustancias con nombres complicados, por lo cual es útil endulzar y mentir, pequeña hoja, pequeña mariposa y pequeña niña, y sobre enrolladas alfombras rojas, sobre la mejilla pegada a las baldosas y sobre la frialdad más real que cada célula, una pequeña historia confusa con nosotros siendo, demasiado tarde, llamados a lavarnos las manos.
Rita Chirian
(traducción de Daniela Camacho)

09 diciembre 2013

Japhy Ryder, Japhy Ryder, Japhy Ryder.

-Eso podría ser un haiku y no serlo -dijo Japhy-, quizá resulte demasiado complicado. Un auténtico haiku tiene que ser tan simple como el pan y, sin embargo, hacerte ver las cosas reales. Tal vez el haiku más grande de todos es el que dice 'El gorrión salta por la galería, con las patas mojadas'. Es de Shiki. Ves claramente las huellas mojadas como una visión en tu mente, y en esas pocas palabras también ves toda la lluvia que ha estado cayendo y casi hueles la pinocha mojada.
Jack Kerouac

08 diciembre 2013

Destellos y silencio, pequeña antología de la poesía joven europea (5): Katja Perat.

Europa es un hogar silencioso, pues aquí la poesía rebosa, mas nadie la escucha. Afortunadamente a veces vienen los destellos. Palabras como las de Sam Riviere (Reino Unido), David Teles Pereira (Portugal), Elena Medel (España), Maria Borio (Italia). Palabras que intento poner en orden para que nuestro hogar silencioso tenga al fin sentido. Logre al fin una unión. Sea al fin un verdadero hogar. 

Hoy continuo la publicación de Destellos y silencio, pequeña antología de la poesía joven europea, y lo hago con Katja Perat (Liubliana, Eslovenia, 1988), una joven graduada en Filosofía y Literatura Comparada, autora del libro de poesía The Best Have Fallen (2011) que recibió un premio al mejor debut literario de la Slovenian Book Fair, y además ha sido nominado a otros cuantos premios literarios de su país. Conocí a Katja hace unos meses, gracias al festival Transpoesie de Bruselas, al que asistí hace un año.

La poesía de Katja es muy potente: íntima al tiempo que política, plagada de referentes literarios y filosóficos, que en ocasiones me recuerdan a lo que hace en España la poeta Berta García Faet. Sus versos, su voz, y hasta su presencia, son imponentes (ver aquí). Su poesía ha sido traducida a varios idiomas, entre ellos el inglés y el francés, lenguas desde las cuales yo me he atrevido a traducir uno de mis poemas preferidos de la autora. Hay humor en Katja. Hay un tono generacional muy bruto. Una energía que merece ser leída más allá de todas las fronteras. 

Y ahora, por favor, silencio. Aquí vienen unos cuantos destellos:


Deconstrúyeme

Yo
(con mi libertina actitud hacia realidad)
Soy casi perfecta.

Sueños dorados vanguardistas,
Identidad desmantelada,
Victoria de una complicación inútil,
Una niña que se convierte en lavadora,
El cuerpo cortado,
Esparcido por el desierto-

Esto es por cuanto luchamos,
Este es el reino,
Que prevaleció sobre el fascismo,
Soy vuestra victoria,
Gracias.

No necesito atención,
No pido amor,
Somos justos y honestos con el universo,
No se me debe ningún favor.

Yo soy la perfección inventada,
Yo soy la infinidad de perfecciones inventadas,
Que precisan infinito cuidado,
Yo soy, lo que soy
Yo soy, lo que sé
Yo soy, lo que he luchado
Yo soy, lo que quiero dejar atrás
Yo soy, lo que vislumbro
Yo soy, lo que se me ha asignado
Yo soy, lo que pasó desapercibido

Decosnstrúyeme,
Es lo más íntimo que puedo pedir
Deconstrúyeme,
Sácame de la Literatura
Y prepárame para el amor.
Katja Perat

05 diciembre 2013

Hay un virus.


Las rosas. No hay rosas. Remuevo la tierra y sólo consigo agarrar unos cuantos tallos podridos.
Alejandro Morellón