Yo te pertenezco y tú me perteneces
pero decir eso ya nos aleja: el amor
es demasiado real
para la existencia.
Unai Velasco
Ser fiel es fingir que el tiempo no
existe
Ernesto Castro
Importa la verborrea. La amplitud. El
rezo único o qué hay detrás.
Detrás no hay nada
simplemente
no hay cadáver o canción
que sacie
nada
que sacie
mis ganas de pan.
Mis ganas de migajas de pan.
Mis ganas de mil migajas de pan.
Mis ganas de mil migajas mintiendo
detrás.
Importa la verborrea,
el olor a aceite por las mañanas
con las manos rozadas y el pelo así.
Así,
como un corazón de vaca que sabe a cerdo.
Y me han arrebatado las libélulas, me
han arrebatado
la amistad de otro tiempo
me han arrebatado mis ganas de miles de
millones
de migajas de pan:
de ahí que llore ampliamente.
De ahí tu sonrisa amplia.
De ahí que elija tu sonrisa entre
miles de migajas
fermentadas
(¿fermentadas?)
en los ojos de los hombres imposibles.
Importa la verborrea. Importan los
motivos:
por qué tú y no
él.
¿?
Por qué tú y no
yo.
¿?
Por qué tú y no los dichosos
dichosos
dichosos insectos.
¿?
Porque tú estás aquí.
Me perdonaste y detrás de tu perdón
no hay nada oculto.
Detrás de tu rezo no hay maldad.
No hay agravio.
No hay tumbaestaesmitumba.
Esta es mi amplia tumba y tú
escribiste
su epitafio.
No hay cadáver.
No hay tumba.
Importa la verborrea del amor cuando la
paz
irrumpe.
Sádica paz:
importa.
Porque tú estás aquí.
Porque siempre has estado aquí.