11 enero 2010

Acceptable in the 80s.




Escucho un tema de Calvin Harris y leo el artículo de Jordi Carrión que aparece hoy en El País de Cataluña en el que menciona Síntomas (La Bella Varsovia, 2008) cuya tercera edición, Estar enfermo, aparecerá dentro de poco, en formato libro, con una sorpresa; y también éste blog y una de sus últimas entradas bastante comentada y visitada por todos vosotros. Porque yo no conocí los ochenta y aún así me gusta bailarlos, os dejo a un fragmento, y el enlace, y la canción de Harris. Y un abrazo. Gracias:

[…] En la era de Youtube, una década entera tiene acceso inmediato. En El poder i la fortor (Tria), Pons, Vadell y Martínez, en los versos más irreverentes y radicales de la literatura catalana desde El furgatori (Labreu), de Josep Pedrals, invocan la presencia de otros mitos ochenteros, como las Mamá Chicho o Jesulín de Ubrique, para hacerlos dialogar con otros mitos igual de míticos, de Walcott, Bonet y Bauçà a Barbie y los Teletubbies. En la era del corta y pega, delsampleo, de Google, desaparecen los complejos respecto a la angustia de la influencia. En los relatos de Twistanschauung (Empúries), García Tur ensaya su obra futura en un laboratorio multilingüe, citando en inglés, en imágenes, en castellano; fundiendo con naturalidad las dos lenguas de los catalanes. La ausencia de complejos caracteriza también la poesía de Luna Miguel, tanto en Síntomas(la bella Varsovia) como en su blog: "Dios que me obliga a rezar por el alma de las poetas muertas. Dios, que quiere ser perro. Dios, sodomizándome: pero yo no busco su diminuto sexo. No busco su Sexo Nadapoderoso".
Jordi Carrión

15 comentarios:

Anónimo dijo...

"A mí es que esto de la poesía me encanta, y me encantan los poetas. Yo es que todos los días me paso por http://lasafinidadeselectivas.blogspot.com/ para ver los más refinados ejercicios de onanismo intelectual.
Por fortuna aún queda algún heterodoxo, resistente o misántropo que de verdad escribe poesía (y no regomita tópiquillos blandengues) que se niega a aparecer en esa página.
Un blog engulle Europa, el blog de los peotas españoles. Poetisos-Onanistas de todos los país, uníos."

Hace un rato dejaban este avergonzante comentario en tu blog de Público para publicitar una poesía "heterodoxa" y "resistente", según describe el comentarista. Abro el enlace y ¿qué me encuentro? Filólogos y periodistas que riman versos tópicos en -on, -ado, ero-. Estructuras simples con rimas asonantes y malsonantes.
Compruébalo con tus propios ojos Luna, y te darás cuenta después de esto si no lo has hecho ya, que te puedes permitir ser todo lo pretenciosa que tú quieras, puedes escribir todo lo mal que te de la gana, porque de ese vergonzoso nivel que presentan esos cursileros poetas contemporáneos estás afortunadamente muy lejos.

Luna Miguel dijo...

Lo bueno de Las Afinidades es que cabe gente de todo tipo, y, a veces, una descubre cosas interesantes.

Del comentario de Público no voy a hablar. Sólo me interesa cuando el comentarista habla del tema que se esté tratando en la columna. Ese blog es una locura.

Y a vos, muchas gracias, por el comentario y por tu visita.

Saludo lunar!

Juan García Ramírez dijo...

Pues los ochenta se parecen mucho a lo de ahora en lo literario: jóvenes universitarios juntándose a escritores y profesores chochos para sacar tajada. Raro que Jordi no lo comente.

Luna Miguel dijo...

En los 80, eso sí, no existía este blog ni los anónimos rabiosos.

Ay, qué penita.

Fatale dijo...

Veo que finalmente leíste a Nick Cave. ¿Te encantó como a mí toda esa tristeza testosterónica? Soy tu fan, niña.

Luna Miguel dijo...

Fatale!

Aún no lo he terminado pero lo haré. Mi madre se lo compró y me lo ha dejado. En cuanto termine exámenes y libros pendientes te digo algo, pero sí, lo que llevo me mola. Me recuerda a una pistola limpia y seca. No sé.

Un abrazo fuerte.

Anónimo dijo...

buen artículo, buen blog, volveré por aquí.

Y sí, el libro de Cave vale la pena.

Juan García Ramírez dijo...

De anónimo nada, que mi nombre está en letras bien grandes. Otra cosa es que no nos conozcamos, ni que publique en El País, supongo quien decide abrir un blog y exponerse al criterio del público es uno mismo: de ahí que haya blogs sin trolls y blogs plagados de, como el de Público o este.

Supongo que eso tampoco cambia demasiado las cosas respecto a lo ya dicho. Suerte.

Luna Miguel dijo...

Prefiero a los hobbits, sinceramente.

Anónimo dijo...

Acabo de leer un artículo que me ha parecido muy interesante sobre los esnobs y que me ha hecho plantearme si en verdad yo también soy uno de ellos. http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1206477# ¿Y no serán tus textos y tu particular actitud "trash" en realidad otra moda consensuada con una consciente o inconsciente necesidad de pertenecer a un exclusivo grupo, pero que ya de tan recurrente ya terminado por perder incluso ese carácter? ¿Cómo se puede ser "moderno" en un sentido positivo, es decir, desde una sincera voluntad de ser innovador sin más, sin llegar a parecer pretensioso? De verdad Luna, este comentario va sin mala intención, y sé que se desliga completamente del contenido de tu post, pero no he podido evitar planteártelo. A todos nos hace cambiar el tiempo y las circustancias que nos rodean, y por tanto nunca podemos estar seguros de cómo seremos en el futuro; y eso es precisamente lo que me planteo ahora mismo sobre mí, sobre ti y tu blog al que valoro tanto. ¿Es posible que me guste tu blog sin tener en realidad nada en común contigo? ¿Me decepcionarás algún día si un día decides pertenecer al grupo de fans de Sánchez Dragó o de Antonio Gala? (Aunque en verdad el simple hecho de pertenecer a un grupo de fans ya de por sí sería preocupante). Pero lo que considero más importante, lo que más me preocupa en estos momentos, ¿somos esnobs? Y si lo somos ¿como escapar de este encasillamiento sociólogico? ¿Y no serán estas demasiadas preguntas para una cuestión quizás superficial? ¿El whiskey no me estará afectando el cerebro? Luna, prometo no beber alcohol nunca más si tengo que escribir de nuevo un comentario en tu blog.

Luna Miguel dijo...

amigo anónimo,

no he entendido del todo su comentario. Yo no sé qué es ser "snob". Creo que todo lo que lees en este blog nace con una voluntad puramente artística y de desahogo. Este blog y mi escritura en general es la del día a día. La de un diario adolescente y visceral que si te fijas nació hace mucho tiempo, cuando yo tenía quince años, y que poco a poco ha ido evolucionando no sé si a mejor o a peor, pero ha cambiado como yo voy cambiando.

No pretendo ser revolucionaria en nada, ni moderna, no hay nada de trash aquí. Sin embargo me hace ilusión que a ojos de un crítico como Jordi Carrión, mi poesía pueda tener algo de distinta, de propia, de diferente, en esta gran blogosfera que nos rodea.

La próxima vez, amigo anónimo, déjeme darle un traguito a esa copa, aunque yo soy más de vodka.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Sánchez Dragó es un crack.

Anónimo dijo...

Me tranquiliza que tengas las cosas tan claras; al menos esa es afortunadamente la sensación que me das. Tan segura de ti misma te veo que hasta incluso me contestas a todos mis comentarios incluyendo los que escribo en estado ebrio. Tu paciencia es infinita. Yo en cambio no puedo decir lo mismo de mí; estoy sufriendo un conflicto interior que me está haciendo albergar ciertos remordimientos sobre mi falta de compromiso con la sociedad. Esto me hace pensar que en verdad el ser humano posee muy poco margen de maniobra para decidir quien quiere ser.
A propósito de mi remordimiento de conciencia recuerdo una sentencia de Nietzsche: "El remordimiento es como la mordedura de un perro en una piedra: una tontería". Pero qué listo que fue el alemán este, y tan a gusto que se quedó con la frasecita. Claro, como él no padecía ningún remordimiento pues con esa ligereza que lo soltó y tan ancho. Lo importante no es el carácter que tenga en sí ese incómodo sentimiento, sino en saber como evitar padecerlo. Y estoy seguro que esto lo explica bien en alguno de sus libros, pero yo la verdad, con mi torpeza intelectual, no he sido capaz aún de aprehenderlo.
Qué privilegiada te veo Luna, que envidia que me das. Me gustaría albergar tu seguridad y ese carácte firme y a la vez afable. Y se te ve una chica maja, eso lo denota claramente tu mirada. Vaya, creo que mi embriaguez me hace ahora empatizar exageradamente. En realidad suelo ser muy antipático, así que eso que ganas por un lado.
Por cierto, una cosa que quería preguntarte antes de que se me olvide; ¿nunca te arrepientes siquiera después de un largo tiempo de haber escrito algo en el blog? ¿No sueles hacer posteriores modificaciones y revisiones de lo que escribes? A mí me pasa de manera muy habitual, de hecho mañana es probable que me arrepienta de haber escrito este comentario. Pues este sería otro síntoma más de mi carácter inseguro.
Vaya, empiezo a sospechar que esto ya empieza a parecer una pesada entrevista, no sé si suprimir el último párrafo. Bueno lo dejo, lo siento si parezco un poco pesado.
Un saludo.

Luna Miguel dijo...

Supongo que siempre nos arrepentimos de lo que escribimos, pero hay que cargar con las consecuencias.

No hay nada que envidiar, amigo anónimo. Sólo hay que ser curioso, decidido, y probar suerte.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

...La sombra produce la enfermedad, y el encararse con la sombra cura.[...]Un síntoma siempre es una parte de sombra que se ha introducido en la materia.[...]Por lo tanto, el síntoma completa al hombre, es el sucedáneo físico de aquello que falta en el alma...

La enfermedad como camino, de T. Dethlefsen y R. Dalhke


Un bes.