Por
primera vez la escritura se adelanta a los hechos. Llevo meses leyendo sobre.
Pensando sobre. Queriéndolo hacer. Las últimas conversaciones con Ana rondaban
el tema del vientre. También el del futuro. También el de los genes y la
identidad. Por primera vez la escritura no viene de aquello que ocurrió, sino
de aquello que deseo que ocurra. Me miro el pecho. Me miro el tatuaje. Me miro
en el pasado y me pregunto: cuándo. Ya es demasiado tarde, pienso. Tú nunca lo
verás, pienso. Sé que si esperamos es sólo por miedo. Y tú no lo tenías, pienso.
De quién aprender ahora.
6 comentarios:
No lo pienses... Hazlo.
Precioso.
Mi última conversación con Ana fue sobre esto. En la terraza. Había muchísima luz.
Adelante. :)
Aprenderás de los que vendrán. Un abrazo
Bajo la piel veo la sangre que fermenta tu vientre, la pesadez de tus párpados en una existencia en la sombra, arrastrándose por la sombra sin sentir la oscuridad, solo la ausencia de una mirada de estrellas y unas manos vermellas como el coraje de ser el significante de un canto al mediodía.
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