El hombre nuevo está perdiendo el habla, la memoria, ya no ve.
Reinaldo Arenas
Aguardé a que pasase la extrañeza, a que volviese la salud. Pero reconocía, en un esfuerzo inmemorial de memoria, que ya había sentido esa extrañeza: era la misma que sentía cuando veía mi propia sangre, y me extrañaba. Pues la sangre que veía fuera de mí, aquella sangre me extrañaba y me atraía: era mía.
Clarice Lispector
Somos estúpidos. Ridículos. Dedicamos poemas a simples resfriados.
3 comentarios:
Sí, lo somos.
Salí y vi a personas moviéndose en direcciones obstinadas y molestas.
Luna, ¿has leído a Marosa di Giorgio? Creo que te encantaría. Si lo hacés, contame qué te parece.
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