Begoña García Alén
Rita Chirian (Rumanía, 1982) es una de las poetas más importantes del momento de su país; pero también, me aventuraré a decir, de Europa; pero también, diré, del Mundo. Traductora, profesora de Literatura en Sibiu y autora de tres libros que han sido un fenómeno a nivel nacional. Su último libro publicado es Asperger, un volumen cuyas temáticas son la enfermedad, el egoísmo, la juventud, la ficción, la magia, la superación del dolor, la Literatura.
Pienso mucho en su Asperger cuando trato de delimitar una línea que una a todos los escritores jóvenes que desde hace un tiempo vengo leyendo. Precisamente hace poco la periodista Begoña Gómez publicó en La Vanguardia un artículo a propósito de la "Generación Asperger" (la también conocida Alt Lit), un nombre que ya se venía utilizando en los blogs y en las revistas de EEUU y que define a esta generación literaria creciente. Es curioso, ¿verdad? Que sin conocerse los unos a los otros. Sin haberse leído. Sin tener la mínima idea de que sus nombres podrían existir más allá de sus ciudades, una palabra, una enfermedad y una literatura acabaría por unirles.
Rita Chirian me recuerda a Dorothea Lasky, pero también a David Meza, o incluso a Layla Martínez. Tiene algo de bruja, algo de hada, algo de surrealista, algo de domadora de bestias.
Conocí a Rita Chirian hace a penas unos meses. Vi su cabello rubísimo aparecer en una sala en la que leyó sus poemas con una voz fuerte y perfecta. Lo hacía en rumano, pero yo sentía como que la entendía, porque su rostro era expresivo y su poesía me golpeaba.
En esta ocasión he contado con Daniela Camacho para que me ayudara a poder publicar uno de los poemas de Rita en español. Eterno agradecimiento a Daniela, por su ayuda y apoyo con este proyecto. Eterna alegría, además, pues ver juntos dos nombres de esta talla es una verdadera gozada.
Y ahora atentos, silencio, que vienen, son destellos:
Rita Chirian me recuerda a Dorothea Lasky, pero también a David Meza, o incluso a Layla Martínez. Tiene algo de bruja, algo de hada, algo de surrealista, algo de domadora de bestias.
Conocí a Rita Chirian hace a penas unos meses. Vi su cabello rubísimo aparecer en una sala en la que leyó sus poemas con una voz fuerte y perfecta. Lo hacía en rumano, pero yo sentía como que la entendía, porque su rostro era expresivo y su poesía me golpeaba.
En esta ocasión he contado con Daniela Camacho para que me ayudara a poder publicar uno de los poemas de Rita en español. Eterno agradecimiento a Daniela, por su ayuda y apoyo con este proyecto. Eterna alegría, además, pues ver juntos dos nombres de esta talla es una verdadera gozada.
Y ahora atentos, silencio, que vienen, son destellos:
DIVISIÓN
y preguntaste
cuál era mi poema favorito, y yo quería contarte una pequeña y confusa historia,
sobre un verano tormentoso y zapatos llenos de barro, sobre un techo y las uñas
recortando círculos y líneas, y sobre el agua que no es suficientemente
profunda todavía, acerca de un gato castrado y su encuentro casual con una
luciérnaga, sobre una mujer con labio leporino golpeando la fina madera de la
puerta, día y noche, gritando, ¡si
estamos juntos aquí!, ¡horarios!, ¡higiene!, y de los días con cajas
perfectas y alineadas, me desharé de
todo, me adoraré hasta los 30, y sobre los gestos diminutos de inventar un
orden y un límite, acerca de los pies fríos y pequeños corazones que puedes
tomar con dos dedos, y piensas: una pequeña y confusa historia sobre la vaga
desesperación de enero y sobre la pesada desolación de las farmacias nocturnas,
sobre un cenicero hecho pedazos, la patada de reproche, el llanto con hipo de
yo-no-quería, sobre los primeros platos y los vasos de cristal muy grueso, y
sobre la improvisación de trampas para los animales de la casa, sobre el sabor
metálico de los sótanos y sobre las pelirrojas a quienes estás silbando algo
que ya no recuerdas, y luego rodar escaleras abajo, y el delgado hilo de
sangre, sobre vasijas que propagan una flora sin color, sobre un hombre joven
que habla incesantemente de pianos verticales, ¿cómo los llaman?, y acerca de las gotas de sudor que son las
palabras más nuevas, uno-dos-tres, y sobre una mañana que comienza con
remolinos de nieve, y quien abandona es, primo,
un cartógrafo, niño idiota, largo de
aquí, y tú, recoge tus cosas, maldito, acerca de páginas húmedas y
entrecortadas y ropa puesta a secar en el radiador, ojos y nariz, medio cuello,
y sobre un lugar desde donde vemos las luces de la ciudad, y los pensamientos alienados,
el hilo de sílice está ahora en uno de sus bolsillos y muy pronto dará
latigazos al aire, aquí nadie escuchará el zumbido, nadie verá los dedos agarrando,
y sobre la inflamación, remembering is
not equal to politeness strategy, igualmente, cada vez que él –, la máquina
advierte y prohíbe y castiga, y sobre un índice tenaz, tontos, gallinas, pregunta, ¿con
qué ingresos puede justificar el uso de pieles, señora?, y sobre el aroma
de las habitaciones sin luz natural, sobre abultados cojines escarlata, sobre
decorados lacados en las paredes, tortugas y elefantes sabios, acerca del amor
como juego de manos, baby, sobre las
manchas de carmín lavadas con lejía, y sobre los pequeños gusanos internos, su
pulpa neuronal y su gin sentimental, pero nadie meterá ahí la cabeza, ni
siquiera tú, asesino despistado, y sobre un hombre limpiando el desastre, sobre
las alcantarillas tragándose el temblor y la náusea, y recuerdas: una pequeña y
confusa historia sobre gorriones que se precipitan hacia la rejilla del
calefactor, y sobre ese malicioso baño de polvo que es cada vez más parecido al
dolor, y acerca de las carreteras, y un tercio de cielo despejado, suficiente
al fin, y sobre los abrazos hacia dentro, sustancias con nombres complicados,
por lo cual es útil endulzar y mentir, pequeña
hoja, pequeña mariposa y pequeña niña, y sobre enrolladas alfombras rojas,
sobre la mejilla pegada a las baldosas y sobre la frialdad más real que cada
célula, una pequeña historia confusa con nosotros siendo, demasiado tarde,
llamados a lavarnos las manos.
Rita Chirian
(traducción de Daniela Camacho)
2 comentarios:
¿Es poesía en prosa o el verso se perdió en la traducción?
Poesía en prosa, Javier
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