15 octubre 2013

Elogio de la destrucción: post críptico a propósito de algo emocionante que aún no puedo contaros.

Sylvia y Ted vuelven a mirarme desde la pared: ¿vas a salir así?, me dicen, ¿con esa cara?, me dicen, ¿de verdad que vas a salir de aquí?, me dicen, ¡si tu sitio está con los gatos!, me dicen, ¡si tu sitio está con la escoba!, me dicen, ¡si tu sitio está con el hambre!, me dicen, y yo me sostengo el estómago y encuentro a dos voces que vienen de lejos y me recuerdan que algún día escribí un poema sobre cigarrillos y ajo, o que el Raval sigue siendo un lugar propicio para las historias de amor, o que no hace falta preocuparse de los egoístas. Me miran desde la pared: ¿con esa cara? sí con esa cara y junto a él y mira cuántos libros... Pero bueno. Ejem. Espero que no entendáis lo que digo.
Con eso me basta.

3 comentarios:

aleskander62 dijo...

Para Sylvia:

"Nadie como ella
fusiona sentir
y paisaje, así
otras madres. La
hierba y el ciprés
te circundan. Como
la luna, calva
y salvaje vives
en las letras."

Imágenes falsas.

Caballo Cabezota dijo...

amor o destrución o todo junto!

Anónimo dijo...

Estimada
Me enteré hace poco de este intento tan necesario como imposible:
http://cangrejopistolero.blogspot.com.ar/2012/01/luna-miguel-y-laura-rosal-trabajan-en.html
bienvenidos sean los trabajos con las palabras
Saludos
http://elaureo-espantajo.blogspot.com.ar/