Efectivamente Ebrio de enfermedad es una joya para los amantes de este tipo de "literatura enferma". Quizá lo que más me ha gustado es esa parte en la que el autor pide al médico que introduzca la literatura en su formación e incluso en sus tratamientos. Anatole Broyard dice que todo enfermo guarda un poeta dentro, y también señala que es al médico al que le corresponde desarrollar esta faceta de su paciente.
Decía que esta reflexión me gustó, o bueno, más bien me emocionó, porque me acordé de aquellos posts que escribí durante el último verano a propósito de lo que tenían en común Siddartha Mukherjee y el oncólogo de mi madre, ambos grandísimos lectores; y también de mi desacuerdo ante aquella sentencia de Sontag, para quien poesía y cáncer nunca podrían estar unidos.
Puede que haya quien no esté de acuerdo con eso de que la literatura nos hace mejores personas... sin embargo yo sí soy de las que piensan que libros como este son necesarios... porque nos curan.
Por eso quiero un médico con sensibilidad. Y eso parece un oxímoron, una contradicción en los términos. Un médico es un hombre de ciencia. Imagínese cómo sería tener por médico a Chéjov, que era médico. Imagínese tener por médico a William Carlos Williams, que era poeta, o a Walker Percy, que es novelista. Imagínese cómo sería tener por médico a Rabelais, que era médico. ¡Dos mío, vaya si podría hacer magia con él!
A. B.
7 comentarios:
Otros medicos escritores: Céline, Baroja, Axel Munthe...
Martin Santos...
Este libro está bien, recopila artículos interesantes y brinda un nuevo punto de vista sobre estos temas. Mirá el de Silvya Molloy. http://www.lsf.com.ar/libros/56/LITERATURA-CULTURA-ENFERMEDAD/
Flora
Alexis Carrel,Gregorio Maranon, Alfredo Juderias...
Se ha supuesto tambien que es bastante probable que Homero fuese medico (militar) de profesion.
soy casi médica, me temo que la literatura he tenido que introducirla yo misma en este magma de algoritmos :)
"Al rico coco".
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