Comienzan a desaparecer los
dientes. Se caen, trozo a trozo, como uñas de gato, como uñas. Comienza a
desaparecer el cabello. Los hombres de la calle tienen la tierna sonrisa del
retrasado mental, enfermísimo y sin casa, enfermísimo y con rostro. Es el
tiempo de la alergia, hay que lavar la arena, convertirla en polvo. Hay que
amansar al animal que sigue enfrentado a las arañas. Es el tiempo del sexo. En
verano todo duele un poco más y hay que ducharse. Pero las mantas siguen ahí.
Las manos siguen. El sexo sigue con la tierna sonrisa del retrasado mental.
¿Has visto? Yo también puedo ser cruel. Aunque me esconda. Yo también puedo ser
cruel. ¿Has visto? Te he arañado. Yo también puedo ser. Yo también puedo ser un
gato.
8 comentarios:
2666.Pasará bastante tiempo antes de que se escriba un libro tan terrorífico/demoledor. La Señora Patricia Lee sigue dando la chapa..y eso que no lo conoció en vida!! Awesome
Bonne w´end Preciosa!!
yo también puedo ser un pájaro sin alas, para saltar al vacío y a las piscinas.
besos
simplemente genial
parnasoberbia que sobra
xd calidad poética 0, y eso que sueles gustarme
Una gata... jajaja... Ése ha sido para mi el punto culminante de lo que has escrito. Un saludo.
Tu modo de escribir es hipnótico y visceral.
Este es un blog generoso y eso es digno de apreciar.
Gracias por descubrirme lecturas y emociones.
Un abrazo.
Los animales mansos clavan los dientes (los ojos, las garras) en los sueños.
Publicar un comentario