Para Pleo y Lola
Nacimos de la infidelidad. De la mano
de los dulces y las alcantarillas. Eran otros tiempos. Era el hachís.
Era el sexo descalzo, en aquella casa azul, en aquel... Sobrevivimos
a la infidelidad. Por ella y contra ella. Contar algo más sería
imposible porque lo que ya no es sólo invita a la piel.
Sólo con el dolor del tacto. La adolescencia. Los otros tiempos. El
amor dura tres años y aquí se acaba lo eterno. Solos como antes con
los libros trenzados. Con los hilos trenzados al pecho y a las uñas
y en la lejanía de un trayecto inútil: tú escribiste la novela, yo
preferí tragar la juventud. Decirle adiós para decirte tú. Nacimos
de la partitura rota. Del papel esparcido en el cuarto. No somos
ellos pero nos reconocemos en sus rostros. El amor dura tres años,
me decías. Me convenciste de ello y cometí el error querer
detenerlo. El amor dura tres años desde el primer sexo. Desde la
primera duda. Desde aquel sol que nos llevaba por delante. Quizá lo
más terrible sea aquel sol. Quizá lo más terrible sea no ser.
Quizá. Pero sí estar. Pero sí nacer. Pero cuánto queda. Y cuánto
silencio. ¿Cuánto silencio?
16 comentarios:
doloroso, maravilloso, felicidades.
Allá donde las imágenes revuelven el puñal con los recuerdos. ¡Qué bien escribes!
Salud.
grato, me derrumbó el texto, con cada giro como un reloj, yo también quiero dejar aquí mi silencio en gratitud. ( )
Brutalmente maravilloso, chica Luna.
Vivíamos con el impulso energético de ir hacia adelante sin miedo, con la fuerza que también ocultaba mezquindades que todavía hoy nos siguen asaltando.
Carlos Andrés ha utilizado la expresión brutalmente, y yo coincido con él.
Brutal, es la palabra que mejor lo expresa.
Pues eso.
Brutal.
¡muy bueno, luna! creo que me inspiró a escribir algo - saludos
Ñoñísimo... y sin ritmo.
Ñoñísimo... sin ritmo. Sordo.
HB
Muy intenso. Muy bueno.
http://youtu.be/3sKWrpaEw0k
Para que haya música debe de haber antes silencio. El que tú quieras. El que te de la gana. Besos.
La vida, esa mujer sin ojos!
Boxeamos a la lumbre del barrio
Fragmentos de volátiles recuerdos marchan al espacio
Jirones de aire pulmonar desafinados
En una bandeja de esmalte y brillo cegador
Cadáver crustáceo en hornacina de plata
Metal en las miradas apesadumbradas y bocas pegadas
Pegamento hipócrita en los labios
Esa mañana un dios caprichoso hilvano mis pasos
Bastardo divertimento del destino
Como en una vulgar tragedia
Consumando en el patio el plumaje del miedo
Se apaga la luz y huele a caducidad en el poso de la botella
El gato irrumpe entre sabanas arrugadas
Su hocico húmedo calienta la piel fría de mi oreja
El pendiente en sus garras es un puto juguete
Piel elástica se resiente a los tirones
¡!!!Quiero masturbarme desde el futuro cuando me veo aterido de frío y miedo en esa estancia!!!!
Quiero traicionar con lascivas fantasías al anfitrión que me da plato y posada
Me siento sucio joder en este rincón de soledad y silencio
Me siento indigno de esta habitación para huésped poco escrupuloso
Pero tengo la suficiente decencia y respeto
Por eso no estallara el líquido de mis huevos contra la tela que livianamente cubre mi piel sudorosa
Me pregunto por que huelen las sabanas a humedad, por que la leche rancia para invitados se revuelve en mis tripas y se fermenta con trozos de macarrones dando consistencia a la futura cagada
Si joder, me follaria a los dos inquilinos… y necesito volver a la nevera a por un puto trozo de tarta de queso
Me ha dolido, en el buen sentido de la palabra...
un beso
Profundidad hueca. O huera. Precioso delirio, como mucho.
> Ya era hora, verás que bien.
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