19 febrero 2011

Ni cisne, ni pájaro, ni azul: sólo perfección e infinito.

soy sólo yo
y esta tormentosa infelicidad que me recorre
no como sangre
ni aire
más bien como un parásito
o un fantasma
Agostina Ciccone

10 comentarios:

María Inés dijo...

He admirado los botones
De la chaqueta de su embrión
Y he pensado que la ciencia es la madre
De todos los males.
Hoy pienso que los jirones de su piel
En mi estómago desnudo
Eran el deseo de este cuerpo de hembra embrionario.
He matado un par de ciervos
Y me visto de fiesta para beber
Una esas cervezas baratas
Y un güisqui en botellón de ópalos.

Iosune De Goñi dijo...

es un 8 o un infinito?

Luna Miguel dijo...

un infinito, claro

Luis Alburqueque dijo...

Perfección e infinito.
Bien (:

Evohé dijo...

me gusta esa chica. Cómo escribe.

Dylan Forrester dijo...

Preciosos versos de Ciccone, la niña prodigio de la poesía argentina.

Un abrazo :)

Anónimo dijo...

8 fantasmas infinitos.

sopadeajo dijo...

Lo contrario de un infinito claro (el de las 14.59) es un infinito oscuro, claro...

Anónimo dijo...

Jope, me compré tu libro y cerraste el formspring. FS fue el culpable de que me lo comprará.

antony bennet dijo...

la fascinacion del ultimo primer boton de la camisa
un infinito que muestra?
una muesca en el anillo ultimo del torso