19 julio 2010

Cerdos y diamantes.

¿Y si vuelve a sonar Golden Brown? Siempre he notado esa presión en los cojones cuando la escucho. Y no sólo por Tommy, ni por los tirados, ni por los puños de Bard Pitt destrozándole la cara a un gigante. Golden Brown sonaba el año 2000, al cumplir los diez años. Sonaba en el reproductor sin que el sonido pasara del 21. Mis padres compraron el CD. Aún me sé el tracklist de memoria. Where is the stone...? Where is the stoooooone? La primera vez que vi Snatch me dio miedo. De ahí la presión ahí abajo. En casa no me dejaban ver Trainspotting pero sí Snatch. No tienen nada que ver. Vale. ¿Pero qué niña inocente no tendría pesadillas con los dientes de un puto cerdo asesino? Ayer volví a ver los primeros minutos de la película con Ibrahím y he pasado toda la noche soñando que me descuartizaban. Descuartizamiento de 2 a 9. Corte y disfrute. Ñam ñam ñam. Hace un mes, en la asignatura de montaje, María Lara, nuestra profesora, nos hizo analizar la película. Y de nuevo la presión aquí donde ahora toco. ¿Cómo analizo nada sin haber ido a clase? Golden Brown en mi cabeza, el track de mis pesadillas: el vinilo que compré en Niza después de que aquel tipo me metiera mano al bajar del cementerio judío del castillo que custodia la playa. Golden Brown mientras jugaba con una Bratz descabezada en la habitación de la antigua casa. Golden Brown y un comentario de texto en segundo de bachillerato y Golden Brown en casa de un exnovio mientras discutíamos o qué se yo. Golden Brown y mi padre. Mi padre y la cicatriz del cuello de mi madre de la que no paro de escribir poemas. Golden Brown y la tumba del marinero. Y las páginas de Pynchon sobre la mesa. Y Golden Brown mientras pego saltitos en la cama, insaciable, y Gottfried Benn en la mesita de noche. Gottfried Benn cuyas iniciales son las de Golden Brown. Desnuda en la cama, por la mañana. Papi y mami. No pienso en otra cosa. Golden Brown. Nananá. Oink Oink. Mi estómago que gira. Ahí abajo. Textura de sol.

6 comentarios:

Odile dijo...

Tengo Golden Brown de politono, no diré más.

María S. dijo...

Me gusta la pintura.

BIWI dijo...

Hola Luna.
UN AVION
Sobrevuela la ciudad inofensiva,
La criatura lenta que se mueve
en serpenteantes líneas rítmicas.
Casi dormida,
respira suavemente como animal saciado

Yo me siento transparente,
casi inexistente,
veloz y expansivo en el reino de las nubes
-atemorizantes madres del rayo y turbelencias;
en sus vientres oscuros
el mundo se disuelve,
en relámpagos y vientos temepestuosos
como olas gigantescas-

Yo me siento un héroe
montando a uno de los monstruos
hechizantes de la urbe,
que traspasa en un momento
los horrores de la guerra
que engendran las tormentas
-soy un explorador con ansias
de arrancarle a sus ojos toda melancolía,
un viejo hambriento
de arrivar al umbral
donde morir y renacer se funden-

Un hombre simple,
con boleto de viaje sencillo,
que mira desde arriba
la triste obsesión humnana por los límites,
tatuando la salvaje piel de los paisajes:

A lo lejos veo las líneas rectas,
regulares polígonos y hombres,
Aquí debajo, la montaña que se eleva
como un estiramiento de animal hacia la vida
valles acurrucados por imposibles cordilleras
bosques espesos, cañadas secretas
y la mancha que deja el paso de los hombres,
hombres, siempre, hombres,
soy un hombre en guerra deseando despojarse de su cárcel,
un ver flotante
atrapado en la miseria con que educan las ciudades.

y respiro,
el aire en que navegan los insectos,
el aliento perfumado por la vitalidad de los arbustos
el soplo que axhalan los que mueren
el torrente con que vienen los nacidos.

valiente luna

janusz dijo...

Estoy haciendo una reselección de tu selección de fotos de flickr. Me encantan tanto como tus poemas.

Te sigo desde hace ya casi un año, creo que desde que empezaste a escribir en Público. Me alegro de que no te haya cambiado nada en todo este tiempo tu carácter genuino.

Fexactor dijo...

Vi esta pelicula hace ya bastantes años, cuando se estreno, y no recuerdo mucho de ella, pero si que me dejo con ganas de querer volver a verla. A ver si la pillo y recuerdo viejos tiempos. Tambien me ha llamado la atencion la pintura. ¿Es tuya?

saramargao dijo...

Vaya, alguien que se acuerda de la película en la que Brad Pitt se pasa todo el tiempo comiendo y no se le entiende ni papa. Es una peli chula, gamberra y divertida. Si la enlazas con El Club de la Lucha puede ser una velada de lo más chévere. Pero, nena, de ahí a pasar miedo, no sé yo.