Ordeno los últimos datos académicos que debo memorizar mientras ordeno también los besos y los miedos que se asoman a mi ventana. Estoy sola, pienso. Estoy sola en esta casa enorme y me preparo la merienda roja y me preparo para el miedo. Tengo miedo, digo. Tengo miedo, grito. Tengo miedo de estar sola aquí. De la cama vacía. De la colcha de leopardo muerto. Tengo miedo y grito Pizarnik. Pizarnik, ahuyentando las sombras, me devuelve a mí. Y qué sería de mí sin su piedra de la locura. Qué sería ahora de mí, si con el miedo no viniera ella a rescatarme. ¿Existiría el miedo sin Pizarnik? ¿Existiría Pizarnik sin el miedo? ¿Existiría yo sin el vacío dulce de la poesía? Muerdo la manzana roja. La manzana diamante. Muerdo con rabia y leo Tiempos muertos de Roger Wolfe. Lobita que aprende a ser mala. Muerdo la manzana: que no símbolo religioso. La manzana ya no es lo que era. La manzana es fruta-asco, mamá dice que me la coma. Miam. Té chino sin azúcar y escupo. (Vuelve, abuelita, vuelve a casa y cómprame magdalenitas). Soy un hombre ido a pedazos, leo. Y leo también mi propia voz en el borde del teclado: Miedo, Pizarnik, Exhumación, Hambre. Apago la luz. Odio cuando comienza a anochecer tan pronto. Ya no grito. Tampoco leo. Me tumbo. No veo nada.
9 comentarios:
existiríamos nosotros sin Pizarnik?
¿Es cosa mía o el leguaje de esta entrada no es el típico tuyo?
No es un reproche ni nada parecido.
un saludo
No entiendo, Señor Norte, su apunte. Este post viene a ser otra entrada más típica de este diario. Quizá haya introducido alguna cosa nueva en mi vocabulario, no lo sé, no lo creo.
Otro saludo.
Dicen que la biografía de la Señora escrita por Don César Aira está mubien.
¿Existiría el miedo sin nosotros?
¿Existiría el miedo sin los besos?
¿Existirían los besos sin nosotros?
¿Existirían los besos sin el miedo?
No.
Solo existiría Sanchez Dragó.
Hahahaha!
besitos
Lobita se duerme borracha. Vino y Pizarnik y los datos académicos que sean expulsados cuanto antes.
Beso de buenas noches, petite.
Hoy he dicho que no [no más] a algo en lo que llevo metido mucho tiempo, y donde tengo muy buenos amigos. Este nuevo vacío que se presenta ante mis ojos me asusta. Y ahora, ¿qué?
Parece una pregunta simple, pero es malvada, dolorosa. Yo también tengo miedo. Miedo a ese desierto, a ese vacío que he buscado y qué ahora debo rellenar con mis propias creaciones, esto es, con mi vida [entendiendo ésta como lo que es, y no como su sustituto habitual: la supervivencia]. Tengo, como decía, miedo. Porque yo, teórico de cabo a rabo, tengo, como los demás, que vivir en un mundo ‘práctico’, y mi cuerpo, mis sentidos, son eso, ‘prácticos’.
Y así, aunque me sé la teoría muy requetebién: el amor es el camino [y no hablo de hombres y mujeres], tengo miedo a la práctica, o lo que es lo mismo, tengo miedo de quererTE [deonde, obviamente, de nuevo, no hablo de hombres y mujeres, ni de ti, ni de mí, ni de nadie que conozcamos…lo hago de todos LOS HOMBRES y todas LAS MUJERES que tienen miedo de dar el paso, y saltar al vacío (incluido yo como parte del colectivo, si se me permite la contradicción)].
Lo dicho. Yo también tengo miedo.
Y una cancioncilla...
http://www.youtube.com/watch?v=Fy0XGIaAeWY
Que es poco moderna, pero a mí, me encanta [aunque la prefiera cantada por Lola Flores]
Publicar un comentario