12 marzo 2009

"La Pupas" o "La Que Huye".


Te levantas a mear a las cinco y cuarto de la mañana. Para ti no hay nada más incómodo que despertar en mitad de la noche con la vejiga llena. Quiero que estalle en sueños, piensas. Pero sales de la cama y te diriges al cuarto pequeño. Estás sentada. Creo que ahora debería escribir un poema, o mejor, un relato sobre una chica que se levanta de madrugada y huye de la ciudad. Estás sentada y meas. Te limpias. Tiras de la cadena y vuelves a la cama. Quedan pocas horas de sueño antes de la Rutina. Aún así sonríes. Sabes que al menos una parte de ti ya huye por el desagüe.

11 comentarios:

m dijo...

Eso me pasa a mí cada noche :S

Anónimo dijo...

Joder, hasta la taza del water...

NL

Anónimo dijo...

Joder, hasta la taza del water...

NL

Dara dijo...

Y la otra se quedará pegada a las sábanas por la mañana. Hasta que haya tantos deshagües y tantas sábanas que no quede nada de ella.


miau en un barquito

Stalker dijo...

Ese water-leopardo da mucho juego. Yo te hacía más de gatos ;)

Esther Cabrales dijo...

Esa perspectiva cambia cuando estás embarazada. No te levantas una vez a las cinco y cuarto para orinar y pensar en poesía. Te levantas ochenta veces, cada media hora, y maldices a tu vegija y odias el mar y el devenir de tu yo que huye y que bien podría quedarse dentro para siempre. Pero eso no es nada cuando el bebé Cadum nace...

Ana Hidalgo dijo...

yo me tengo que levantar todas las noches a llevar a comer al gato. al gato de noche no le gusta comer solo, y a eso de las cinco de la maña se pone junto a mi cama y maúlla para que me levante y le lleve a comer. yo me levanto en un estado indescriptible, acaricio un poco el lomo de mi gato mientras come y luego vuelvo a la cama. a veces no sé si lo he soñado o si fue real.

Stalker dijo...

Ana, definitivamente, lo has soñado y fue real al mismo tiempo. Conozco bien ese despertar zombi con gato...

Anónimo dijo...

Huyamos todos por las cloacas, y teniendo a ratas y cocodrilos como colocateurs, estaremos todo el puto día (y la noche) de cervezas, tocando la guitarra y mintiendo.

Anónimo dijo...

Qué freudiano. Y qué desprendida, la meatriz...

RosaMaría dijo...

Acabo de descubrir tu blog y me encanta lo que leo. Saludos.