Juan Guerrero
Maldigo al árbol que veo desde mi ventana: verde refrescante si hace calor, óxido pálido si llueve, famélico marrón si el invierno cae.
Hoy, en Alcalá, ha granizado por primera vez. Al principio parecía nieve, después comenzó la lluvia y por último granizó.
*
Desde que te fuiste hace frío.
Desde que te fuiste hace frío.
En
A veces maldigo al árbol: delgado pero enorme, los pájaros no acuden a él. Los pájaros huyen de sus ramas, como estrellas distantes. Los pájaros huyen de nosotros.
Leo Estrella distante y miro por la ventana. El librero de
El árbol no se mueve cuando hace viento. Bailan sus hojas durante la quietud.
Tomo la una cámara prestada. El árbol, silencioso, frente al objetivo.
Desde entonces hace frío.
12 comentarios:
Te llamas Luna.
¡Ah, el fragmento! ¡La 'décadence' -pronunciése en un francés muy malo- de Occidente!
Qué buenos, j****.
Precioso.
Creo que he encontrado habitación por fin! No lo digo demasiado alto por si se entera la mala suerte.
Muy chulo, Luna.
Esto es lo que tiene ser tan postmodernos.
Saludos! tiene buena pinta el blog ;-) ya le echaré un vistazo más profundo en unos días, los próximos estaré algo liao.
Preciosa la foto.
fantastic!
Debería llamarse FAHRENHEIT MENOS CUATRO CINCO UNO. O algo.
Bueno, el caso es que cuando hace frío, las bibliotecas no arden, cogen polvo.
http://www.fotolog.com/luna_haze/62271614
precioso
PERSEO dijo...
Pequeña Clarisse, algún día podríamos hablar de la novela distópica y de la temperatura a la que arde la pasta de papel. Pero otro día. Por cierto, ¿te has dado cuenta de que el humo de un libro que arde adquiere la forma de la historia que encierra? En el próximo libro que veas arder, fíjate.
Me gusta lo que has escrito.
Un beso.
Llevo tiempo empeñado en recuperar una manera de mirar que sé que tuve en un tiempo y perdí en la cuneta de algún tramo bacheado del camino.
Tus fotos, tus versos hacen que sepa que no fue un sueño, que yo miré con ojos parecidos una vez.
El oficio se puede aprender, pero he de encontrar esa mirada polvorienta y oxidada ahora, y mostrarle las cosas del mundo.
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