03 mayo 2009

Misa.


Recibo un e-mail inesperado del padre de Palma, mi amiga de infancia durante el primer año de colegio en Almería. Palma era guapa. Palma rezaba. Palma era la princesa y yo el príncipe (extraterrestre). Palma vestía de rosa. Palma decía Dios y por Palma fui a misa hasta en dos ocasiones. Luego Palma marchó. Y tuve que buscar nuevas amigas. Dejar de ser el príncipe. Conocer el ateísmo.

17 comentarios:

  1. De Palma a Dios en seis líneas.
    Visita a Onfray, vive en Caen, cuéntale.

    Abrazos,

    ResponderEliminar
  2. Pues de Onfray no he podido leer toda la Teoria del cuerpo amoroso. Me he sentido un poco abrumada con ese texto. Me recomienda usted algo more?

    ResponderEliminar
  3. Conociéndote házte con 'La fuerza de existir' o 'El Deseo de ser un Volcán'. Para más ateísmo su 'Tratado de Ateología', incendiario...

    Su obra me recuerda un poco a Bukowski en como entremezclaba poesía y prosa... con lupa encuentras frases exactas en libros distintos.

    Abrazos,

    ResponderEliminar
  4. Onfray merece la pena

    a mi me sube el ánimo cuando odio la filosofía.

    ResponderEliminar
  5. me he confundido con el discurso amoroso

    ibrahiiiim!

    ResponderEliminar
  6. escribes precioso,
    leerte es un gusto.

    ResponderEliminar
  7. Si nuestro peso recae en la existencia del otro, en el momento de su desaparición, ¿queda el desconsuelo y la inexistencia nuestra? ¿qué es ser?
    Y mientras yo también he perdido la fe.
    ¿Cómo te va el asunto medicamentoso?
    Un saludo Luna

    ResponderEliminar
  8. de Onfray está bien también La escultura de sí mismo, señorita

    ResponderEliminar
  9. Conocer el ateísmo da sed.

    ResponderEliminar
  10. mi madre dice que está peleado con los santos. Es su 'conocer el ateísmo'. Está la otra versión, agarrarse a la fe esperando que alguien venga a salvarte.

    Ahora, desde mi ignorancia, me parece que hay una tercera opción, creer sin esperar ni un castigo ni una salvación, creer como una lectura y un camino para andar uno mismo...

    en cualquier caso, te gustaría ese chiste de Eugenio en que un hombre se queda colgando de una rama en un precipicio, y pide ayuda, y dios le responde y el tipo pregunta, vale, pero hay alguién más??

    ResponderEliminar
  11. Ya dicen que los ateos son resentidos.

    ¿Qué significa re-sentido?

    Mi ateísmo es dulce indiferencia por la suerte de un cosmos al que seguro le va (y le irá) muy bien sin nuestra presencia.

    ResponderEliminar
  12. Los ateos no existen. Nietzsche son los padres.

    ResponderEliminar
  13. Qué razón tienes, LUG. Ya lo decía el Dr. Manhattan, y otros antes que él, claro... ;)

    ResponderEliminar