12 marzo 2014

Ya no tenemos mar, pero tenemos voz para inventarlo.

Nyssa Sharp
Ahora me comen.
Ahora siento cómo suben y me tiran de las uñas.
Oigo su roer llegarme hasta los testículos.
Tierra, me echan tierra.
Bailan, bailan sobre este montón de tierra
y piedra
que me cubre.
Me aplastan y vituperan
repitiendo no sé qué aberrante resolución que me atañe.
Me han sepultado.
Han danzado sobre mí.
He apisonado bien el suelo.
Se han ido, se han ido dejándome bien muerto y enterrado.
Éste es mi momento.
Reinaldo Arenas


Encontrar el libro exacto para llevármelo a beber sola junto al mar y el desierto.

2 comentarios:

  1. El trazo de la línea del mar sin solución de continuidad con el cielo.

    ResponderEliminar
  2. EL LAMENTO DEL VAMPIRO

    Vosotros, todos vosotros, toda
    esa carne que en la calle se apila, sois
    para mí alimento
    todos esos ojos
    cubiertos de legañas, como de quien no acaba
    jamás de despertar, como
    mirando sin ver o bien sólo por sed
    de la absurda sanción de otra mirada,
    todos vosotros
    sois para mí alimento, y el espanto
    profundo de tener como espejo
    único esos ojos de vidrio, esa niebla
    en que se cruzan los muertos, ese
    es el precio que pago por mis alimentos.

    PANERO

    ResponderEliminar