O sea, que estoy escribiendo solo, a
solas, que me ha dejado aquí, convertido en un mecanógrafo. Que ya
no hay pájaro o nunca lo hubo. Inútil seguir tecleando. Tapo la
máquina y leo lo escrito, o lo rompo. Y a esperar que venga otra vez
el pájaro, que no es la inspiración, desde luego, ni tampoco
el Espíritu Santo, sino realmente eso, un pájaro de vuelo e idea.
Francisco Umbral
Mortal y rosa, para subrayar párrafos y párrafos. Y para sentirlos. No tiene desperdicio.
ResponderEliminarNo me fío de las poetas que están tan buenas; esto no es prosa, es verso, Preciosa.
ResponderEliminarY lo bien que se está en La Almudena, uno encima del otro, qué!
ResponderEliminarQué bueno Umbral y qué grande tú, LunaDeNegro.
ResponderEliminarMagnífico. Me manda Neuman. Volveré con cierta frecuencia. Saludos
ResponderEliminarSalidos!
ResponderEliminarTu antes molabas, Luna. Te estás deshaciendo.
ResponderEliminarSon ideas claras que pasan por casi todas las mentes. Sólo tres, por ejemplo, recogen celosamente todas estas letras.
ResponderEliminarEntre tus "críticos" hay cada misógino... Eduardo Autista, por ejemplo.
ResponderEliminarHay que dejarles comida a los pájaros de idea y vuelta. Que vuelen pero que vuelvan. Sin ellos todo arte es mediocre y todo escritor un simple mecanógrafo.
ResponderEliminarNo conocías a Umbral??? A mi me encanta...
ResponderEliminarAparte de Mortal y Rosa, te recomiendo Las Ninfas (1975 tambien, ese cabrón era un genio) y sus artículos y columnas de "Los Placeres y los días"...
Creo que hay que continuar todo ese género de "novela lírica" como él decía...