Dos días sin dormir, durmiendo, sin dormir. Sin leer. Sin respirar. Aquí todo el mundo apesta a amor mientras mi abuela, la enferma, cumple años sin sentido. ¿Para qué si ya no hay nada que hacer? ¿Para qué si ya lo ha escrito todo? Somos desproporcionadamente felices, dice David. Felices. Muy felices. Miramos al mundo con cara de vencejo hambriento.
felicidad
ResponderEliminarsin
simetría
me gusta, Lu
y a mi
ResponderEliminarGrandes embaucadores tiempo y felicidad. No nos dejemos engañar. Queda mucho por llorar, sí, pero también mucho por lograr.
ResponderEliminarLa felicidad no sabe de proporciones, eso es cosa del Cortinglés ;-)
ResponderEliminarLa frase con tu abuela me parece magistral.
ResponderEliminarUn besito
proporcionalmente felices digo
ResponderEliminarMe duele reconocerlo, pero soy el amante frustrado que asusta a las inocentes gacelas con metafísicas de claustros y capillas; un ridículo trasnochado, una podredumbre barroca que esparce el pesimismo sobre la tersa piel de la vida.
ResponderEliminarPerdí mi inocencia y ahora soy un melancólico e irrisorio fantasma enamorado de un recuerdo azul, de un tiempo donde estaban ausentes los dorados espejos de la muerte, donde el olor de la tierra mojada no me producía tristeza.
Asmodeo S.
Admiro tu capacidad de ser feliz a pesar de:
ResponderEliminarhttp://criticadepoesia.blogspot.com/2011/02/luna-miguel-poetry-is-not-dead.html
Si todos los que aparecen en ese blog o en otras críticas rabiosas del estilo tuvieran que deprimirse, no quedaría nadie vivo en este planeta.
ResponderEliminarVivos sí, aunque (quizá) deprimidos.
ResponderEliminarDe cualquier manera, veo mas peligroso para la evolución (personal, literaria...) valorar sólo la crítica positiva.
Personalmente yo me deprimiría si dijeran de mí la mitad de lo que han dicho en ese blog sobre ti, y fuera cierto.
ResponderEliminarSoy demasiado crítico y exigente conmigo mismo.
Desproporcionadamente entregada a tu literatura. Y desmedidamente hambrienta de ''Pensamientos estériles'' en mi estantería...
ResponderEliminarllenos de alegría y pus.
ResponderEliminarUna cosa es la crítica negativa y otra la burla y la mentira.
ResponderEliminar"Miramos al mundo con cara de vencejo hambriento."
ResponderEliminarConstante de (Des)proporcionalidad.
ResponderEliminar(Spam disimulado, creo.)
desproporcionadamente felices y desproporcionadamente hambrientos..
ResponderEliminarun beso, Luna
He escrito bastante sobre la crítica que te ha hecho Addison witt, pero me he dado cuenta de que me estaba metiendo en un mundo que no conozco y lo he borrado todo, solo decir que me recuerda a esos niños que buscaban la popularidad a costa de elegir un cabeza de turco y machacarlo verbalmente. Aborrezco la crítica rabiosa y con ganas de herir, pero hay que reconocer que va muy bien para vender libros, nada mejor que una crítica así para que te entren ganas de leer un libro. Casi que pagaría para que alguien hiciera esto con mis novelas.
ResponderEliminarPd: A mi entender, la felicidad está sobrevalorada.
Vicens Jordana
www.vicensjordana.net
Gracias por tus palabras.
ResponderEliminarUn saludo!
Gracias por tus palabras.
ResponderEliminarUn saludo!
Gracias, Espinozat, por tu comentario. No,no lo publicaré. Me parece muy fuerte lo que me dices.
ResponderEliminarMil gracias.
Vicens, para mí no es que esté sobrevalorada la felicidad. Es que me parece una baba peligrosísima, casi tan mala como el Futuro. ¿Se preguntará el gorrino, chapuzando en el cieno, acerca de la felicidad? Supongo que no, ¡espero que El corte inglés no le obligue a hacerlo!
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