Pensé en un libro de poesía que hace mucho tiempo que no leo. Devocionario, de Ana Rosetti. Si alguien sabe de un filtro que excuse mi extravío, que explique el desvarío de mi sangre, le suplico: Antes de que se muera el jazmín de mi vientre y se cumplan mis lunas puntuales y enteras y mis venas se agoten de tantas madrugadas en las que un muslo roza al muslo compañero y lo sabe marfil pero lo piensa lumbre; antes de que la edad extenúe en mi carne la vehemencia, que por favor lo diga.
Escribe una mujer, y lo hace desde una mujer. Hay poesía femenina escrita desde dentro y poesía femenina hecha afuera. Eso me enseñó ese libro.
He confundido la última palabra.
ResponderEliminarHe leído infante.
Y me ha gustado más.
(Variaciones locas, lección 342)
Pensé en un libro de poesía que hace mucho tiempo que no leo. Devocionario, de Ana Rosetti.
ResponderEliminarSi alguien sabe de un filtro que excuse mi extravío,
que explique el desvarío de mi sangre,
le suplico:
Antes de que se muera el jazmín de mi vientre
y se cumplan mis lunas puntuales y enteras
y mis venas se agoten de tantas madrugadas
en las que un muslo roza al muslo compañero
y lo sabe marfil pero lo piensa lumbre;
antes de que la edad extenúe en mi carne
la vehemencia, que por favor lo diga.
Escribe una mujer, y lo hace desde una mujer. Hay poesía femenina escrita desde dentro y poesía femenina hecha afuera. Eso me enseñó ese libro.
OH! qué poderoso...
ResponderEliminarme gusta :)
y le va muy bien la imagen, también.
A mí también me gusta escribir y te invito a visitarme si quieres.
Saludos!!
iuiuiuiuiuiuiuiui
ResponderEliminarCuerpos cavernosos... sin grutas
ResponderEliminarCándida me habitas
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