19 octubre 2009

La polla de John Barth.


¡Enhorabuena, su fidelidad tiene premio…!
Mensaje de Vodafone, hoy a las 16.15
Mezclo café y Nesquik porque sé que así, al despertar de la siesta, el dolor tendrá un sabor más dulce. Estoy en la sala Nasti y alguien vierte su tónica sobre mi cabeza. Hablamos de verter. Hablamos de semen. Hablamos de sus pollas: las pollas de nuestros autores preferidos (dudo que John Barth la tenga pequeña, pero yo no he leído a John Barth. No he leído nada de él. Solo he visto su foto en Google Imágenes. Sólo he imaginado el tamaño de su miembro. Sólo. Y tú no dejas de leerlo. Y tú no hablas de otra cosa. Y tú también estás perdido en la casa encantada.) El café no me quita el sueño. El café me adormece. El café que he hecho está tan malo como el Absolut con Kas Naranja que me sirvieron en la Nasti. ¿Qué hago yo aquí? Pensé. ¿Qué hago yo aquí si mi ropa no es moderna, si no sé tararear la maldita letra electrónica, qué, si apenas llego a tocarme la punta de la nariz con la lengua, la punta del corazón, la punta de tu polla? Hablamos: Charles Bukowski pequeña, Frédéric Beigbeder diminuta, Cervantes enorme ¿y Freud? Silencio. Silencio para este cielo de lunes. Mezclo café y Nesquik porque estoy sola. De la puerta hacia allá no hay nada. De la ventana, al otro lado, humanoides y árboles. Y el maldito árbol de la ventana que no envejece, que es un capullo, que se merece pis de perro e inverno eterno. Me quito los zapatos para estar más cómoda. Son unas botas Spring Court de las tiendas cercanas a Les Halles. Las tengo desde hace dos años, y huelen muy mal (le cuento a Matzerath). Matzerath tiene diecinueve años. Matzerath tiene un diario de los que me gustan. Yo cumplo diecinueve en pocos días. Ya soy vieja. Ya soy más vieja de lo que quería haber sido. Por eso me tatúo errores. Para que los días mantengan su recuerdo en tinta. Me siento vieja porque no tengo quince años. Ni vivo en el sur. Ni releo Monelle cada semana. Julio tiene quince años. Julio me da envidia. Julio va al instituto y yo voy a una Universidad que parece un instituto. Silencio. No tengo ganas de trabajar. Silencio aquí y en Cat Power. Silencio en el cielo. Silencio en los versos que leo. Se cristaliza el cielo y el suelo se llena de pájaros muertos. Ruido por todas partes, dice el poeta. Silencio. Silencio. Silencio. Silencio sólo aquí.

19 comentarios:

  1. Y a mí me das envidia tú.
    Porque sí, porque eres Luna.
    Porque la luna te envidia y el sol te ama.
    Porque la vida te hace un corte de mangas y tú le sonríes (y viceversa).

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  2. Hahaha. En realidad es en noviembre.
    Sabes que estas invitado, Vlad.

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  3. Querida Luna,


    Aún no pude, aún no pude, aún no pude!!!

    :/

    Por hache o por be, no he tenido tiempo de llegarme hasta una librería.

    Ya te vi, en la fotografía, con un ejemplar de Wiener. Posando por W.


    Pero de esta semana no pasa. Lo prometo.



    Sepa, por otra parte y aprovecho el post, que me encanta lo que escribe, tanto aquí (en privado) como en Público.


    Sigue así. Me tiene enamorada,


    Belle

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  4. doñá,
    que susto me ha dado el título del post, (casi me da en el ojo)
    Precioso el final,
    Un besote casi a punto estás ya de los 19
    qué grande¡¡¡

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  5. este, con muchos mas q usted, sigo comiendo nesquick a cucharadas...

    sienta bien...

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  6. No creo que tu diario tenga nada que envidiar al de tu amigo :)

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  7. "Il est morne, il est taciturne
    Il préside aux choses du temps
    Il porte un joli nom, Saturne
    Mais c'est Dieu fort inquiétant
    Il porte un joli nom, Saturne
    Mais c'est Dieu fort inquiétant

    En allant son chemin, morose
    Pour se désennuyer un peu
    Il joue à bousculer les roses
    Le temps tue le temps comme il peut
    Il joue à bousculer les roses
    Le temps tue le temps comme il peut

    Cette saison, c'est toi, ma belle
    Qui a fait les frais de son jeu
    Toi qui a dû payer la gabelle
    Un grain de sel dans tes cheveux
    Toi qui a dû payer la gabelle
    Un grain de sel dans tes cheveux

    C'est pas vilain, les fleurs d'automne
    Et tous les poètes l'ont dit
    Je regarde et je donne
    Mon billet qu'ils n'ont pas menti
    Je regarde et je donne
    Mon billet qu'ils n'ont pas menti

    Viens encore, viens ma favorite
    Descendons ensemble au jardin
    Viens effeuiller la marguerite
    De l'été de la Saint-Martin
    Viens effeuiller la marguerite
    De l'été de la Saint-Martin

    Je sais par cœur toutes tes grâces
    Et pour me les faire oublier
    Il faudra que Saturne en fasse
    Des tours d'horloge, de sablier
    Et la petite pisseuse d'en face
    Peut bien aller se rhabiller".

    George Brassens

    ...Genial el mensaje que te manda vodafone. Es ácido y subversivo ponerlo precisamente ahí, cuando vas a hablar de pollas de autores y de paso del tiempo...
    ...Saturno devorando a sus hijos (por eso te pongo la canción de Brassens)...
    ...En fin, yo, como Larita, también te escucho...
    ...Y te abrazo (creo)...

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  8. Yo no mezclo café con nesquik, mezclo apuntes con arcilla para que estén mas blanditos y entren mejor.
    Ya no puedo echar siesta, la cama se me queda chiquitita.

    Que hastío de tardes , con lo bonito que es octubre.

    Me ha gustado mucho lo que has escrito. último dieci...en los que tatuarte errores ! aprovecha!

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  9. El tamaño de sus pollas no altera el volumen de tus silencios, altos y claros, ALTOS Y CLAROS.

    silently, entonces, para usted,
    http://www.youtube.com/watch?v=zpFjXEG4Ug8

    besote sónico

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  10. Freud. Cielos, es cierto. Nos ha hecho pensar a todas en la profundidad anómala de nuestras vaginas, en nuestros clítoris inapreciables, para desviar la atención del inesperado tamaño de su polla. Quién se esperaba una polla así? En Freud, ni más ni menos?

    Bicas, mujer que crece

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  11. ¡malditosnúmeros!
    mal-di-tos-nú-me-ros.

    Números por aquí, números por allá, números en el Sudoku, números plin, números plan...

    Nunca tuve tiempo para los números
    y parece ser que ellos si tienen tiempo para nosotros. El tiempo. Los números. ¡Malditos!

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  12. "Por eso me tatúo errores". Qué envidia.

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