04 septiembre 2009

Ficción Primera. O cómo pensar que estás escribiendo mentira. O cómo saber que lo que dices se parece demasiado a la realidad. Pero es mentira.


El espejo del cuarto de baño me hace triste. No gorda, ni fea, ni sucia: sólo triste. Esta es mi imagen. Miradme. Antes prefería que no lo hicierais. Pero venga, miradme. Os estoy regalando mi mejilla. Mi mejilla rosada. Como vino espumoso, dice Alvy. Como Heidi colorada, dice. Tengo la mejilla puesta para vosotros. Me gusta que me peguéis. Me gusta que me atéis y me maltratéis. Vosotros, días anodinos. Vosotros, poemas viejos, poemas cutres, poemas que aún recuerdo y cuesta olvidar. Mirad mi mandíbula. Cómo cruje cuando ladro. Cómo suena. Igual que una perra canija y enamorada. No me preocupa la vida tanto como la poesía. En la vida la gente especula. La gente cree lo que insinúas. La poesía es vida insinuada, es escena. La poesía evoca múltiples espacios físicos y anímicos, su mensaje es único, pero se siente de distintos modos. La poesía es un picotazo. Y aquí hay muchos mosquitos. Hay mosquitos porque el río pasa cerca. Hay demasiados mosquitos y demasiada humedad. Mi abuela me ha pedido que cierre la ventana. Si no quieres que te muerdan, dice, es preferible pasar calor. Vivo en un edificio de las afueras de un barrio de las afueras de una ciudad de las afueras de Madrid. Los ladrillos son blancos. Mi casa parece una torre de un castillo. Una torre sombría de princesita durmiente. Una torre ficticia. Pues vivo en el segundo piso y apenas toco el cielo. Mi habitación huele a hierba de río. A sangre digerida por mosquito. A baba de perro. Para viajar a Madrid cojo el autobús 229. Sale cada media hora de la rotonda de Caja Madrid. Tarda 38 minutos en dejarme en Avenida de América. Es de color verde, suena oxidado sin embargo. Me suelo sentar en la primera fila. No me pongo cinturón. A veces pienso en mi muerte. Pienso en un accidente de tráfico a la altura de San Fernando de Henares, justo por donde pasan los aviones de la T4. Me imagino el frenazo. Me imagino saliendo disparada hacia el cristal. Romperlo con la cabeza. Caer a la carretera y ser atropellada por mi propio transporte. Imagino la última escena de mi vida. Un avión de Easy Jet saludándome desde el aire. El avión es el transporte más seguro. Dicen. Me imagino muerta. Todos los días.
[No continuará]

32 comentarios:

  1. "A veces, durante el despegue rezo para que el avión se estrelle(... ...) En este momento nada importa. No tendrás que volver a cortarte el pelo".

    El Club de la Lucha,
    Chuck Palahniuk.

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  2. Eso de imaginarte muerta, se te pasará con los años...
    Y lo del olor de hierba de río, me gusta. Tanto como las serenatas de los sapos (de río) en las noches de verano.
    Ale, buen finde.

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  3. Joder, los de la 223 no tienen cinturón (o está escondido).

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  4. Am... shabbath shalom. Y no olvides paroxetinarte y mineralizarte.

    tongue kss

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  5. Se supone que todos deberían tener porque lo pone en las normas: hay que abrocharse el cinturón.
    Aunque ya se sabe para que están las normas.

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  6. Yo veo las cosas de otra manera. ¿Puedo?

    http://www.estrelladigital.es/ED/martinmorales/210907/55483_preview.jpg

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  7. Anónimo, usted puede ver las cosas como quiera, claro, aquí nadie va a prohibírselo.


    Un saludo.

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  8. ¿De que parte de Almería eres? ¿Dominas el suresteño?

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  9. Ya quisiera yo ser de Almeria, Ocono.

    Domino el Cabogatero.

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  10. Yo tampoco soy de Almería pero si de muy al lado. ¿Tu madre si lo es, verdad?

    ¿No quieres saber por qué eres flúschida?

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  11. Triste y dura realidad que suele atraparnos en cada uno de esos viajes en colectivos oxidados...
    qué se va a hacer, la muerte se divierte dando vueltas en nuestra imaginación, siempre es así no?

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  12. para viajar a Madriz cojo el autobus 687, sale cada 25 minutos desde la estación nueva.Tarda 22 minutos en dejarme en Moncloa.Suele ser verde o amarillo caqui-caca.Me suelo sentar en el medio, en el lado que no de el sol abrasador.Nunca me pongo el cinturón porque nunca hay cinurón, por mucho que las normativas obliguen a ello.
    Siempre,SIEMPRE, imagino una colisión a la altura de Las Rozas, visualizando mi cabeza golpeando el reposacabezas de enfrente, ahorrandome el resto del desastre, que los pijos que vuelven a sus casas mirarían asombrados...imagino los guardia civiles en el Bus-vao con cara de tontos....

    Absolut y yo nos reímos de la ironía, extraña musa de los desencuentros...

    Dulces sueños, Lu...

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  13. ¿Podrias poner una foto de las yemas de los dedos de tu mano, de perfil?

    Si lo haces te dedicaré una poesía. Nunca escribí ninguna, pero lo haré.

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  14. Imaginarse morir de esa forma, bruscamente, como en una especie de orgasmo de huesos rotos y sangre. También es una forma de sentirse vivo.

    Me gusta cómo pones el hastío en escena y cómo dinamitas el escenario.

    saludos

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  15. Uf. Desde que me borraron las huellas dactilares con ácido no muestro mis yemas a nadie.

    (No estoy rechazando con ello su poesía, eh)

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  16. Muy bueno. Desde el título hasta el último punto todo me encaja...

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  17. Ocono:

    Mis viejos tampoco son del Sur, pero lo parecen.


    El Fluschidismo es algo que me atrae mucho, biensur.

    Pero prefiero vivir con el misterio.

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  18. Liquem Love:


    hasta el ultimo punto todo se me desencaja.


    Mil besos.

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  19. Si no hay foto no hay poesía (eso que ganas... 8-D )

    Me gustaría ver las yemas de tus dedos para saber si son puntiagudas.

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  20. Metablog
    http://lunamiguel.blogspot.com/2009/07/tu-amor-es-mi-respiracion-y-mi.html

    Solo tenia que buscar unos días atrás y encontraría unos dedos redondos.



    Saludos.

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  21. PERROSCALIENTES...Guau!

    http://goear.com/listen/b5627cc/lucas-44-48-el-columpio-asesino

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  22. Gracias lunita, es que soy muy vago.

    De frente no es como mejor se ve pero yo diria que si tienes las yemas puntiagudas.

    Para verlo bien hay que mirar los dedos de perfil porque la puntiagudez no se refiere a que el dedo acabe en punta si no que la parte de la yema que palpa las cosas sea puntiaguda.

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  23. Algún día habrá que desaparecer ¿no? Algún día habrá que mandar “a fer la ma” a los comemierda de los aduladores que son como tu estelita. Los que paladean (chasquiditos), como pastelitos intelectuales, tus palabras. “Mm... esto me recuerda a…”

    “No me preocupa la vida tanto como la poesía” Esto es como decir que no te preocupa la herida tanto como el fuego. No sé de qué se nutre tu poesía, la verdad ¿De los escaparates? ¿De las librerías? Da la sensación que quisieras ser “otra” mediante la poesía. Pero creo que la poesía y la vida van juntitas de la mano. Y si una quiere escribir grandes cosas, habrá que hacer grandes cosas en la vida. Y si quieres enaltecer al Mal, la mierda, el odio y las mariconas, habrá que violarse, nena, desparecer.

    De tu querida comemierda, Paula

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  24. Me ha gustado el texto. Y esa afirmación de No continuará. Como si fuera una foto, enmarcada.
    Buenas noches.

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  25. Yo también me arrollo a mí misma, a la altura de mi cabeza con el mar hasta las rodillas y el miedo hasta los párpados.

    Y que si caes y el transporte te sobrepasa, puede que un pasajero se haya lanzado con su paracaídas amortiguando el peso, juntando su sangre con la tuya en un último fotograma invisible.

    Bonne nuit Luna.

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  26. “bajo una luz especial, y dónde entenderemos nuestro proyecto analítico y nuestra relación también bajo esa luz. Esta segunda realidad es tan real como cualquier otra. En muchos sentidos, es mas coherente e inclusiva, y mas comprehensiva de tu actividad, que la realidad desde la que ahora respondes y funcionas. Sobre esta base, también se hace más clara la posibilidad del cambio y más realizable y puede que te abra un camino de resolución de tus dificultades presentes” (Schaffer, 1994).


    Que más da bajo la luz que sea si nos ilumina. Ceci n'est pas une pipe. A mi me gusta fotografiar mentira.

    La verdad, es que es increible tu entrada de hoy. Me ha gustado mucho.

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  27. Es interesante conocer ese otro Madrid.

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  28. Compensador del Karma6 de septiembre de 2009, 21:55

    ¡Aupa Espe!

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