19 abril 2010

El sexo de Laura Rosal.


Si me pide que me ponga a cuatro patas, lo hago. Si me escupe: relamo su bilis. Si me dice: come mi uña. Si me dice: traga mi vello. Si me pide que la acaricie, que acaricie sus poemas salados, no me resisto.

Así. Con el cuerpo. Con el corazón temblando recibo sus versos. Su primer libro de poemas También mis ojos (El Cangrejo Pistolero, 2010), que ha llegado hoy a mis manos. Azul, infinitamente azul, demasiado azul, que diría Elena Medel. Un azul nada inocente. Nada infantil pese a su pretensión, “la luz es demasiado grande para mi infancia”, cita ella, directamente desde la voz de Pizarnik. Pues Laura Rosal es heredera directa de Alejandra. Cruda. Seca. Voraz. Dueña del verso. Huérfana del silencio. Laura Rosal. Mi amiga. Mi hermana. La hermana de Monelle. Lolita tardía pero salvaje, sauvage, sauvage. Su esqueleto delgado provoca terror al verla caminar. Su sexo. Caníbal. Duele húmedo y cruel. Porque Laura Rosal llora a los hombres. Llora de pena por los hombres que apenas la abrazan. De sus ojos emergen libélulas. El maldito sexo de los hombres, qué mal joden los hombres, qué mal les huele el aliento, mala entraña y yo prendada de los hombres, prendida de ti, eres imbécil y te amo... escribió Maite Dono. Y Laura Rosal, responde: cuídate de mí: no te quiero más cerca. Sólo te soporto cuando me suplicas, desnudo, el amor que me reservo para el resto. Si la banda sonora de Maite Dono era Lydia Lunch, la de Laura la construye Philip Glass, o Erik Satie, o Mazzy Star o Giant Drag o, incluso, el sensual Crush, de Jennifer Paige. Laura no es punk. No tan punk. Laura comprende lo delicado. Laura es Blanca Varela, más visceral. Laura es Miriam Reyes, mucho más sutil. Laura es la hija bastarda de Nabokov. Acosada por los pájaros (un pájaro en el pecho. No una tristeza. Un sollozo enjaulado). Herida por las agujas y la nicotina (su aliento gris me heló la nuca). Por la sangre, menstruación celeste, por el idioma de la noche y de los pubs, por las imágenes y los ojos de los otros que la juzgan y la aprisionan. Pero ella es fiel. Es fiel siéndose infiel a ella misma. Ella está aquí para preguntarnos a nosotros qué es la tinta en su pubis. Qué insinúa, el tiempo, en su pecho. Quién es ella. ¿Tú lo sabes? (Y toco la palabra. Y rompo el poema) Para preguntarnos a sus hermanas por el significado de la poesía. Porque quienes la leemos la sentimos muy cerca. Tan cerca que quisiéramos que sus versos fueran nuestros. Que sus ojos fueran nuestros. Que su saliva. Haciéndonos el amor.

Si me pide que pronuncie sexo. Si me pide que grite: Laura Rosal. Si me pide que me ponga a cuatro patas. Mi gorrión muerto. Mi moonshiner. Mi amiga.

Vuelvo al origen.
Vuelvo
Como un animal herido.
Como un poeta
Con la mano en la garganta.
Vuelvo.

Estoy donde debo.

Y sin embargo, nada me pertenece.
No es mío este jardín.
No estas ventanas sin respuesta.

Y entonces, el vino me salva
Y el origen es sólo
Un cerrar de ojos.
Mirar al vacío, desafiante.

Dejar caer la vida,
Rogarle que no duela.
Laura Rosal


17 comentarios:

Ibrahim B. dijo...

Buena lección para los críticos de la Old School.

Muy bien.

Más claro, agua dijo...

Welcome, moon...

;-)

tournesols dijo...

Dolor de sentirme lejos y casi allí. Tus palabras y los Scissor. Mis párpados que se caen de cansancio; mis ojos entre letra y letra: enumero azules y lunas, 'terrorismo lolítico', alas rotas, vientre trémulo.

À demain, belle*

Alba Steiner dijo...

Philip Glass o Erik Satie... Las impresiones que causa en ti un texto resultan tan sugestivas que parecen tener la misma fuerza que el poemario que describes.

Makuni dijo...

Justo hoy me compré esta revista: http://www.revistagataflora.com/
en honor a una gran influencia argentina.Justo hoy conocí a Laura Rosal.

Makuni dijo...

Justo hoy compré esta revista: http://www.revistagataflora.com/
en honor a una gran letrista argentina. Justo hoy conozco a Laur Rosal.
Merci Luna.

Luna Miguel dijo...

Interesantes tú y tu blog. Alba.

Gracias por pasarte!

reme dijo...

qué precioso, por favor.
felicidades, poetas.

Los oficios terrestres dijo...

Y sin embargo, nada me pertenece.

Qué hermosa frase.
Saludos,

Damián

Anónimo dijo...

Contarte que acabo de verlos en la 1 a ti Luna Miguel y a Antonio J. Rodriguez y me parece que dan buen ejemplo del uso de internet.
Tengo 23 años casi cumplidos en mayo, en fin, solo quería decirles que enhorabuena.

un saludo
un anonimo

NubOsidad VaRiable dijo...

Yo diría que la misma fuerza no, sino más que cualquier texto que describas,analices, destripes.
Lo llenas todo.
Enhorabuena, por todo,
por tus letras, tus recomendaciones,
tus miedos.

Luna Miguel dijo...

Gracias, Anónimo,

aquí tienes tu casa.

Encantada de casiconocerte.




Y gracias a todos.

Victoria Dubrovnik dijo...

Guau este blog es un deleite para los sentidos! Y este post es rápido, como las balas, contundente.. Me quedo por aquí un rato, un largo rato...

Luna Miguel dijo...

Gracias, Victoria.

Me alegro de que te guste el texto bala. Ojalá también el libro del que hablo te interese!



Mua.

Unknown dijo...

Mira que me fastidia cuando la gente hace ésto —digresión imperativa—, pero no tengo mi día. Luna y Antonio en el “TrasLa2”/“Cámara Abierta 2.0” de ayer (se podrá ver en la web de RTVE).
Contento de saber que tienes otro blog —éste— y libro.

ps.- me pone y me quita el sexo de Laura. Inquietante.

El conde dijo...

Uff, vi tu blog la otra noche comentado en un programa de La 2. Creo que dejaré de ver La 2.

Luna Miguel dijo...

hace usted bien

yo ya no veo la tele